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The Argentina Papers: yo no fui, fue Teté

Desde que el pasado domingo 3 de abril se publicaran los Panama Papers, los involucrados se lanzan la pelotita. Argentina es uno de los países donde las voces oficiales acusan a funcionarios de la era Kirchner, y viceversa. Lo mismo ocurre en Brasil, Colombia, Ecuador, China y otras naciones.

Ilustraciñon web del sitio www.panamapapers.icij.org

Por Alberto Moya / @radioGuillotina

“Es una operación legal hecha por otra persona; constituyéndose una sociedad off-shore para invertir en Brasil. Inversión que al final no se hizo, donde yo estaba puesto como Director. Que en el caso éste, es mi padre. En el año 98, éramos un tanto más jóvenes, y dejó de operar en 2008 porque no hizo la inversión”. Esas fueron las palabras de Mauricio Macri sobre la empresa off-shore en la que figuró hasta 2008 y que fue revelada en la investigación del Consorcio Internacional de Periodismo Investigativo (ICIJ); Canal 13 y el diario La Nación, en Buenos Aires. El presidente argentino –quien fantasea con apresar a la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner por lo que se sospecha de él mismo– detalló que su presencia como director en una sociedad constituida en el exterior es “una operación legal”, que atribuyó a su padre, Franco Macri, con la intención frustrada de instalar en Brasil la empresa de cobros Pago Fácil.

El International Consortium of Investigative Journalism (ICIJ), con periodistas de casi todo el mundo y con sede en Washington, incluyó a cuatro argentinos a instancias de Ernesto Tenembaum, quien recibiera la invitación luego de que fuera becado por un año en la Universidad de Stanford, EEUU, hacia 1995, luego de lo cual pasó al ICIJ. Él invitó a Horacio Verbitsky (Página/12) y Daniel Santoro (Clarín); luego se sumó Hugo Alconada Mon (La Nación). A partir de esta filtración, Santoro resumió los casos más importantes de operaciones similares en Latinoamérica.

Según el comunicado oficial: “(…) la Presidencia de la Nación informa que Mauricio Macri nunca tuvo, ni tiene una participación en el capital de Fleg Trading Ltd. Dicha sociedad, que tenía como objeto participar en otras sociedades no financieras como inversora o holding en el Brasil, estuvo vinculada al grupo empresario familiar y de allí que el Señor Macri fuera designado ocasionalmente como director, sin participación accionaria. Sí constó en la Declaración Jurada de su padre, Franco Macri. El presidente Macri no ha declarado dicho activo en su declaración jurada fiscal, pues sólo se deben consignar los activos y nunca ha sido accionista de esa sociedad”.

En su defensa también salió la canciller –de quien trascendió, en ocasión de la visita de Barack Obama a Argentina, que podría ser la nueva secretaria general de la ONU–. La ministra de Relaciones Exteriores y Culto, Susana Malcorra, aseguró durante una conferencia en la que estuvo acompañada por su par español, José Manuel García Margallo, que «es una cuestión del presidente en un período anterior y en su rol privado». También confirmó que «la Cancillería no le ha dado ninguna instrucción al embajador» argentino en Panamá, Miguel del Sel –un actor cómico cuya foto vestido de mujer apareció en un meme en redes sociales como si lo hubiera usado en un informe la cadena CNN.

En la misma línea, aunque con más histrionismo, la diputada Elisa Carrió, aliada al gobierno luego de años de defenestrar a Macri, puso en resguardo al mandatario aunque no a su padre ni al exsecretario de Hacienda del gobierno metropolitano que compartieron. Alineada a la política exterior de EE.UU., Carrió prefirió cargar las tintas sobre la mención, en los Papeles de Panamá, a un secretario del expresidente Néstor Kirchner y a presuntas cuentas de Cristina Fernández en las islas Seychelles. De ahí la aclaración que vía redes sociales saliese a hacer Fernández, respecto de que “nuestra familia no tiene nada que ver ni fue mencionada”. Es cierto, la mención fue a un secretario de su esposo, fallecido en 2010.

Pero apareció una segunda empresa de Macri, quien figura en el directorio de Kagemusha S.A., una firma aún activa, según el Registro Público de Panamá. Fue integrada el 11 de mayo de 1981 en Panamá, cuando Macri tenía 22 años. En su directorio figuran también el padre como director y presidente, y Gianfranco, hermano del mandatario argentino, como secretario. Kagemusha S.A., al igual que Fleg Trading Ltd., no figura en la declaración jurada de 2015 del jefe de Estado argentino.

macri

¡Oh, no. Lo hicieron otra vez!

Después del hallazgo de la cuenta Kagemusha SA integrada por el actual Presidente de la Argentina, un sitio provincial afirma que hay una tercera offshore de Mauricio Macri, esta vez en Uruguay. Aparecieron en Panamá cinco offshore a nombre de su hermano Gianfranco Macri y otras dos con su padre, Franco, a La cabeza.

A pesar de las desmentidas del gobierno, Macri tiene un largo historial ligado a la corrupción y el lavado; información que había alcanzado enorme difusión pública, como lo demuestra la reproducción de la célebre revista Humor, Nº 400, de marzo de 1994, cuya principal nota de tapa era firmada por el gran investigador, ya fallecido, Héctor Ruiz Núñez: «Cada uno roba como sabe», a partir de que fueran imputados por contrabando agravado y estafa al Estado embargados por 30 millones de pesos/dólares. En 1995, mereció una condena judicial de la Cámara Penal de San Martín, en Buenos Aires, por integrar una offshore en Uruguay. En esa causa, se trataba de autopartes ingresadas desde el país vecino. No fue la única. También con el tráfico de armas estuvo salpicado en una investigación de la Justicia de Italia que en Argentina difundieran los diputados del campo popular Juan Pablo Cafiero y Carlos ‘Chacho’ Alvarez, luego vicepresidente de la Nación entre 1999-2000. Respecto de la fábrica de autos a cargo de su padre (Sevel, Fiat-Peugeot) por entonces había declarado que no tenía relación. Sin embargo, figuraba como vicepresidente ejecutivo de Socma. En la misma línea ahora asegura: “La verdad que no tenía ni idea de qué se trataba esa sociedad”, denunciada en The Panama Papers.

Detienen a un K

En medio del escándalo mundial, fue apresado el empresario Lázaro Báez, señalado como el testaferro de la expresidente Cristina Fernández de Kirchner. Los fundamentos pueden leerse aquí.

Báez estaba citado a declarar tres días después. Por eso, muchos sospechan que su detención es parte del intento de la Casa Rosada por desviar la atención de las acusaciones al actual Presidente.

En contra de tal suspicacia, se argumenta que el juez Sebastián Casanello no era opositor a los K y no había tomado medidas contra sus funcionarios denunciados. Por el contrario, se había ganado el apodo de “tortuga” Casanello por parte del conductor televisivo Jorge Lanata, desde el canal 13 de TV, integrante del poderosísimo grupo Clarín.

Para entender cómo funciona el alineamiento de jueces federales en la Argentina, es preciso saber que la independencia no existe. Ha sido conculcada por dos vías: por un lado, la presión política que desde la Rosada bajó siempre hasta el Poder Legislativo, donde se proponen y aprueban los pliegos de jueces o sus juicios políticos; por otro, un sistema extorsivo de pagos secretos con sobresueldos que provenían del Servicio de Inteligencia del Estado (la ex SIDE), lo que se complementaba con filmaciones o escuchas sobre la vida privada que eran usados por agentes inescrupulosos para influir en fallos que interesaban a empresarios que pagaban caro esos servicios. No hay indicios de que Casanello haya sido víctima de la segunda forma de extorsión.

Al mismo tiempo se detuvo a Pérez Gadín, quien se suma al encarcelamiento de Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte de la Nación. Sus casos son diferentes al de Milagro Sala, presa política desde el recambio presidencial de diciembre. Sala es una descendiente de indios que milita en los confines del país, al límite con Bolivia, elegida parlamentaria del Mercosur, con lo cual se violaría su inmunidad y es motivo para que organismos de derechos humanos como el influyente Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) exijan su liberación mientras su sustancia el proceso.

Abril promete ser caldeado en ámbitos judiciales. Para el día 13 se espera que preste declaración Cristina de Kirchner, por lo que se planea una masiva movilización en su apoyo frente al despacho del juez Claudio Bonadío. Este juez también tiene un largo historial de juego político y fue denunciado por un ministro (“era uno de los jueces de la servilleta”, dijo Domingo Cavallo en referencia a la lista de jueces comprados que un par le anotara en un café) como parte de las operaciones políticas que tiran por tierra la independencia de los magistrados.

Por si acaso, el exvicepresidente de Néstor Kirchner, luego gobernador de la provincia más grande y último candidato presidencial de su Frente para la Victoria, Daniel Scioli, salió a decir: «Creo en las explicaciones que ha dado Macri. Ha aclarado y explicitado las cuestiones sobre su participación circunstancial». Es la primera voz de importancia que se diferencia de su bloque de diputados, pero para entenderlo en su contexto, hará falta considerar otras incidencias en próximas entregas.