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El mestizo equatorial

Una serie de imágenes del fotógrafo Ricardo Centeno registran el recital de Alex Alvear con el que presentó su disco Equatorial casi diez años después. Este fue un encuentro con un profundo laboratorio de mestizaje sonoro pero también fue la demostración de que Alex es la puerta entre una dimensión sonora que duró hasta principios de los noventa y lo que vendrá en adelante.

Fotos de Ricardo Centeno

Con más de tres décadas de zapatear sobre cientos de escenarios de América y de otros rincones del mundo, Alex Alvear se dio el lujo de reponer su ya clásica placa Equatorial (2008) en el Teatro Nacional Sucre, de Quito, el sábado 9 de abril.

Esta vez acompañado de músicos ecuatorianos como los hermanos Cachimuel Amaguaña Roberto, Kuri y Rumiñahui –del grupo de música andina Yarina–; de los cantantes Margarita Laso y Carlos Grijalva, el violinista Felipe Luzuriaga o el guitarrista Toño Cepeda, Alex revivió temas como De dónde vengo, Peguche, Sanjuaneando o Ausencia, que fueron grabados en su mayoría por músicos de otras nacionalidades.

Criatura entrañable que se confunde entre la fauna nocturna de su ciudad –o de cualquier ciudad adonde llegue–, el ‘Colorado’ Alvear es un ser que siente la intrascendencia de las fronteras pero no evita su conexión con la tierra de donde viene.

Desde que salió de Ecuador, en los ochentas, y se radicó en Boston, EEUU, su producción artística ha construido la marca más poderosa del mestizaje musical de los últimos años en la música hecha en Ecuador. Este compositor quiteño demuestra que se ha convertido en la bisagra entre dos generaciones: la suya, por un lado, a la que pertenecen sus históricos colegas de tarima, los Promesas Temporales; y por otro lado, la de su hijo Matías, compañero de banda ahora con Wañukta Tonic, y repetida figura de la nueva movida musical ecuatoriana, dueña de los sonidos globales que salen de estos rincones andinos en la actualidad.

Pero todo esto a Alex no le basta. Con la experiencia que obtuvo en Boston, trabajando en proyectos formativos con comunidades escolares, conjuga sus presentaciones –digamos– comerciales, con conciertos didácticos para jóvenes. El viernes 8 de abril, en la víspera de la presentación de Equatorial, tuvo una cita musical con cerca de 600 estudiantes de colegios quiteños.

Estas imágenes captadas por la cámara de Ricardo Centeno nos recuerdan una celebración irrepetible que, al mismo tiempo, fue el anuncio de lo que pronto se viene: Equatorial II.