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Acorralados de anoche

Foto: Patricia Andrade
Por Xipali Santillán / xipali.wordpress.com

La rebeldía seduce a la humanidad en cualquiera de sus presentaciones. La de anoche, en Quito, estuvo vestida de camisa, gafas de marca y conexión a internet. La avenida De los Shyris lucía como un partido de Liga de Quito vs. el resto del mundo. Una manifestación aniñada que hizo las delicias de los medios de comunicación, a cuyos periodistas vi persiguiendo con sus cámaras a la rubia quiteña que levantaba una pancarta –sentada sobre los hombros de un joven ojiclaro y posiblemente de alguno de esos «apellidos extranjeros» que a Rafael Correa tanto le disgustan–, y gritaba, con su perfecto quiteñol: «¡Borregos sanducheros!». La arenga mereció que un correísta le respondiera con un «¡Yo te conozco, oligarca hijueputa!».

Siguiendo rigurosamente un esquema que circuló por la redes sociales, los correístas –una vez más– ocuparon el espacio en el que antes estuvo la sociedad civil. En un acto de ostentación de poder económico, se tomaron la Tribuna de los Shyris, montaron una parafernalia, calcada de los mitines de Abdalá Bucaram; usaron palabras sentidas y previsibles y una interminable retahíla de pegajosos jingles comerciales de mal gusto que venden al presidente como si se tratara de la nueva versión de la Coca Cola. Los policías formaron dos anillos concéntricos para asegurar que el correísmo se apoderara de esas escaleras de concreto, pero con un resultado imprevisto: quedaron acorralados, sitiados. La metáfora era inevitable: «¡borregos acorralados!», «¡apaga el cerebro y entra al corral!», gritaban, desde fuera del cerco. «¡Hijos de Lucio!», repetía algún correísta que, con ánimo beligerante, provocaba a la multitud.

Acorralados, sin poder ir a casa, una funcionaria con ademanes de diva hablaba con su colega, ambos ataviados con prendas que costarían unos cuantos salarios mínimos vitales. Él se acomodó sus lentes de marco grueso, ella registró el evento con su smartphone, lamentándose por el estado de sus uñas. Quien niegue que existe revolución debe aceptar lo evidente: revolución de la moda burocrática sí que existe, al punto que competía con la clase y el toque chic de los otros manifestantes, de iPhone en mano y tacos de punta.

Desde hace ocho años que lo infantil ha sido llevado a categoría de insulto, y aunque no fue la excepción, el tema de anoche fue el mentar a la madre. Ya se sabe que el quiteño tiene la palabra puta en la punta de lengua, y que dispone de una suerte de antenas invisibles con las que cree detectar la putosidad de un ser humano con solo mirarlo. Y, sí, efectivamente –y desde la objetividad que otorga la distancia–, se puede concluir que la Shyris estuvo poblada de hijos de puta, en ambos lados del corral. 

A las diez en punto terminó la función.

El primer cerco policial decidió empujar a los manifestantes que rodearon a los correístas. Forcejeos, golpes, abuso.

Un cerco policial interior detenía a los correístas que buscaban salir del corral. Forcejeos, golpes, abuso.

¿El balance? Me sentí orgulloso, por un lado, del puñado de burócratas que se quedaron allí después de que sus jefes se fueron, cuando los drones y los periodistas burocratizados dejaron de tomar fotos. Y por otro lado, orgulloso de los quiteños que, en su gran mayoría se manifestaron pacíficamente, planteando en blanco y negro su rebeldía. ¿Que viene ahora?

El quiteño es un ser volcánico. Pacífico. A ratos incluso parecería indolente, pero temiblemente explosivo. Anoche, los quiteños ocuparon ambos lados del corral policial. Los mismos quiteños que vi derrocando a presidentes ayer se insultaron, los unos con banderas negras cuya simbología no entienden, los otros con banderas de un verde-maricón (si se me permite el término). 

Al final, todo quedó entre vecinos: los aniñados de ambos lados del corral fueron a sus casas –vale decir, los mismos edificios alrededor de la Carolina–, tomaron sus autos de los mismos modelos, se colgaron las mismas palabras, publicaron sus fotos en las mismas redes sociales, deambularon por las mismas calles, saludaron a los mismos guardias en las mismas puertas. Esa noche, los acorralados optarían por una selección de quesos nacionales, vino de mentira y grissinis de mantequilla; los acorraladores se dejarían seducir, seguro, por un chocolate caliente con mashmellows –importados, claro–. Ambos, desde sus casas y frente al televisor, continuarían sumidos en lo que se ha convertido en deporte nacional: insultarse.

Rebeldía vestida de diva, rebeldía de tacón de aguja y smartphone, rebeldía, al fin, seas bienvenida…


AUDIO: https://audioboom.com/servidorpublico

20 COMENTARIOS

  1. Horrible. Si eso es lo que captó el señor que escribió, que vuelva a ir. Había muchas personas de edad, que me imagino se sienten afectadas que ya a esos años les cambien las reglas sin consultar. Había hombres y mujeres, quiteños. Había jóvenes borrachos también. Y eso sí, los slogans de lado y lado eran de lo peor: «El que no salta es borrego …» (jajja), «Hijo de banquero, conspirador.», «sanduchero», «vende patria», «maricón» (no encuentro el insulto ahí, pero ahí se ve que el respeto de género es solo piel). Pero de ahí resumir que es un partido de Liga de Quito o aniñado, que se quite algo los prejuicios para decirse periodista.

  2. No entiendo el afán de menospreciar a las diferentes clases sociales que han salido a las calles de quito, cual es el problema de ser rubia o moreno, ojiverde o ojo negro. Ecuador es un país multicultural y diverso habemos blancos, negros, altos, bajos, indios, cholos, monos, morlacos pero hace unos 8 años éramos todos ecuatorianos y no existía este odio infundado a las clases sociales. Hoy es pecado ser rico o de clase media, solo pueden existir pobres de lo contrario eres pelucón, hijo de Lasso vende patria .
    Quines hoy han salido a las calles de todo el país, no son los aniñados con iphone, son los maestros, jubilados, madres de alumnos sentenciados y privados de la educación se acuerdan?. Madres y familiares del policías del 30S, periodistas perseguidos, trabajadores sin utilidades, ecuatorianos cansados del abuso de poder y doble moral, mientras del otro lado tenemos a los nuevos ricos exentos de impuestos y viviendo la vida que nunca pensaron tener, porque toda su vida se creyeron de izquierda, socialistas para el pueblo y del pueblo y ahora son poseedores de riquezas y mansiones.

    • La tónica con la que se enpieza a describir la marcha del 6 de diciembre por Xipali Santillán, me resulta en lo personal molesta, es esa misma tónica que me recuerda a cierto mandatario que cree que puede criticar y hasta hacer de menos a las personas por sus rasgos físicos, su condicion social, vestimenta entre otros. Entiendo que su intención fue ser neutral, eso si resaltar que tanto los de banderas negras y verdes son aniñados ( terminología que en lo personal no uso pero para citar palabras del autor). Entonces despúes de haber leido este artículo de manera neutral pero queriendo entender a que se quiere llegar, puedo decir que es un artículo clasista que no analiza de manera objetiva el porque de las marchas y del descontento de la gente al gobierno, ya que solo enfatiza en celulares, zapatos, ropa y elementos puramente materiales de quienes salimos a marchar no por una ley de herencias sino en contra de tantos abusos y atropello. No queramos dividir a la sociedad con un argumento tan pobre como el de los pelucones, aniñados entre otros, creo que como ecuatorianos debemos respetarnos unos a otros sin fijarnos en elementos puramente materiales.

    • La tónica con la que se enpieza a describir la marcha del 11 DE JUNIO por Xipali Santillán, me resulta en lo personal molesta, es esa misma tónica que me recuerda a cierto mandatario que cree que puede criticar y hasta hacer de menos a las personas por sus rasgos físicos, su condicion social, vestimenta entre otros. Entiendo que su intención fue ser neutral, eso si resaltar que tanto los de banderas negras y verdes son aniñados ( terminología que en lo personal no uso pero para citar palabras del autor). Entonces despúes de haber leido este artículo de manera neutral pero queriendo entender a que se quiere llegar, puedo decir que es un artículo clasista que no analiza de manera objetiva el porque de las marchas y del descontento de la gente al gobierno, ya que solo enfatiza en celulares, zapatos, ropa y elementos puramente materiales de quienes salimos a marchar no por una ley de herencias sino en contra de tantos abusos y atropello. No queramos dividir a la sociedad con un argumento tan pobre como el de los pelucones, aniñados entre otros, creo que como ecuatorianos debemos respetarnos unos a otros sin fijarnos en elementos puramente materiales.

  3. Lectoras y lectores,

    Escribí un texto burlesco para refleja un momento de nuestra historia en que hemos caído en el absurdo de que tener una cierta edad, color de piel, estatura, apellido o apariencia es motivo de insulto y justificación para cualquier cosa. Eso viene desde la gordita horrorosa hasta los yasunidos, pasando por ENIPLAs, 10deLuluncoto, indiosdisfrazados, pelagatos, y tantas barbaridades a las que no se puso un alto a tiempo.

    Con este texto no estoy inaugurando la insultadera, las descalificaciones personales, ni el fraccionamiento de la sociedad, lo estoy mostrando. ¿Indignante?: sí, desde hace ochos años que viene siendo indignante.

    Mi intención con el texto es clara: te estás manifestando contra la prepotencia desde la prepotencia. Vi a Quito insultando, discriminando, golpeando, violentando; en un punto no pude hacer diferencia de bandos: para mi el violento es violento.

    Y si es una manifestación de la clase media, ¿cuál es el problema?, ¿acaso la rebeldía no puede surgir de allí? Si lo fueron quienes firmaron la declaración de la independencia, y lo son quienes sostienen los empleos no burocráticos en el país.

    Los jubilados han campeado solos el temporal, lo mismo que las mujeres amazónicas; los trabajadores a quienes quitaron sus utilidades; los defensores del IESS; los activistas sociales, ambientales y de derechos humanos; los periodistas enjuiciados; todos enfrentado al poder muchas veces solos. ¿Ahora sí salimos a las calles?, bueno. Mejor tarde que nunca.

    No es un tema inocente. Considero esto una provocación del gobierno para polarizar las contradicciones. Por eso nutren sus cámaras con imágenes con las que van a llenarnos de cadenas, siguiendo la línea venezolana de posicionar la protesta social como violencia de la oligarquía.

    La violencia, la insultadera solamente alimenta a la maquinaria mediática del gobierno. Eso es lo que estoy mostrando.

    X.

  4. Entonces, favor vaya otra vez y describa el resto de colores que existen, porque con este monocromatismo irónico las personas que leen y no han ido solo quedan con el aroma a arribismo.

  5. Sr. Santillán cada uno ve a su conveniencia, yo vi a un grupo de burócratas obligados a defender a su jefe para no quedarse sin cargo, es vergonzo. Hay algo en lo que si concuerdo es que la gente salió al viejo estilo de cuando se botó a Bucaram, cierto, de hecho Correa es tan parecido a Bucaram que posiblemente caiga de la misma manera por haber cometido los mismos errores y por burlarse del pueblo que merece un respeto.
    Le recomiendo algo, aprenda a usar el sarcasmo y no se burle de los quiteños porque tarde o temprano tendrá a muchos encima suyo reclamando su forma de descripción poco efectiva al mismo estilo de su jefe que por cierto es empleado de todos los ecuatorianos

  6. Los dos bandos fanáticos a la politiquería vulgar, unos disputando el poder defensivamente y ofensivamente, la aposición reaccionaria y prepotente, los ricos contra los pobres, los aniñados contra los trabajadores, y los terceros se gozan de la desgracia de los incomprensivos extremistas. Sin duda cualquier grupo que quiera llegar al poder, tiene que ganar las elecciones.

  7. Qué lástima que no se pueda aceptar y respetar las diferentes opiniones yo por mi parte Sr. Santillan le invito a continuar escribiendo sin que le haga cambiar ni detenga su mano, no se trata solo de «confrontar» sino también de «disfrutar» de las diferentes formas de ver las cosas…

  8. Lo cierto es que, sin desacreditar los esfuerzos de los protestantes-ya que me declaro una fiel partidaria de la protesta social como vía de cambio-, una lucha entre facciones del mismo bando no puede llegar a nada más que una retaíla de insultos y de exigencias vacuas. La derecha contra la derecha. Es triste ver como la izquierda quedó relegada a un cajón de recuerdos por un megalomano porneoliberal quien arbitariamente se apoderó de su nombre para luego desacreditarla. Pero aún existe una VERDADERA izquierda, aunque sea fantasmagoricamente, y definitavente no está expresada en ninguno de estos dos bandos bastante similares, habemos unos terceros que NO NOS SENTIMOS REPRESENTADOS por esta oposición a pesar de ser muy críticos y opositores del gobierno de Correa.

  9. tambien felicito al autor porque el periodismo NEUTRAL es igual en posibilidades reales que un cuento de hadas. Así que al que no le gustó puede ir a leer una crónica escrita por los medios que maneja el señor Lasso así como yo he decidido leer esta OPINIÓN y así todos quedamos satisfechos con nuestra propia verdad.

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