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El circo somos nosotros

La temporada preelectoral y el proceso que se avecina en Ecuador han provocado el aparecimiento de figuras políticas provenientes de la precaria farándula televisiva, del mundo de los deportes, de la comedia infantil, como en los viejos tiempos. Como siempre. Pero, ¿nos hemos preguntado cuánto hay de nosotros en este sainete que es la política local y global?

Imagen tomada del sitio martademarte.com

#SinTantaVuelta

Por Daniel Orejuela / @daniel_orejuela

Llevamos un montón de años eligiendo a payasos para puestos políticos y ahora que se lanza un payaso profesional como candidato para la Asamblea Nacional nos indignamos. Vea, la payasada no son los candidatos. La payasada es que los políticos sepan que tienen un pueblo tan ignorante y novelero que ganar votos no les parece una cuestión de preparación sino de rating.

Las ataduras al subdesarrollo no solo son rsponsabilidad de la clase política. La corrupción no está solo ahí. El subdesarrollo está también en las mentiritas piadosas que decimos a diario, en la sabiduría criolla, en la impuntualidad, en la falta de seriedad, en la negligencia. Los políticos ponen a los candidatos que piensan que van a ganar. Todo acto, por muy sinvergüenza o deschavetado que nos parezca, es la vara para medir cuán dispuestos estamos los ciudadanos a dejarnos meter el dedo. Como el dentista: mientras usted no diga nada, le sigue haciendo hueco.

Me acordé del circo pobre del barrio, que empezaba con un show de payasos. Ya empezaron los empapelamientos y desprestigios, y eso que todavía no arranca oficialmente la campaña electoral en Ecuador. El pasado no volverá, dice el eslogan del gobierno. ¿En serio? ¿La patria ya es de todos? Pues, esto es la patria.

Y, ¿sabe qué? Me temo que esto sea un tema global. Las elecciones en otros países y sus resultados nos han sorprendido a más de uno. La democracia puso a rezar a algunos. ¿O será que ya nos tienen cogida la caída? Me parece mucha coincidencia que haya tantos resultados que muchos sabemos que no convienen al planeta, peor a las mayorías, es decir a los pobres. Más clarito: sabemos que los resultados en muchas elecciones en el planeta favorecen a minorías, es decir a los ricos, a los que sabemos que controlan muchas cosas. ¿Será que también controlan las elecciones? ¿Será que siempre las han controlado y que eso de la democracia es pura farsa? En todo caso, sabemos que controlan la información y cómo pensamos.

Mala tos le oigo al futuro de nuestra especie. No es quién elegimos, sino la cantidad abrumadora de electores. El problema no es que el candidato sea racista, explotador, malcriado, déspota, que tenga poca preparación para el cargo. El problema es quiénes lo siguen, o sea, una aparente mayoría, ¿ah?

¿Será la democracia el arma con la que acabaremos con nuestra propia casa y con nuestra propia especie? Quiero pensar que no, pero hay que estar pilas. Este tipo de acciones de los políticos demuestra claramente la apatía ante todo tema político es realmente un problema. Un problema serio, de existencia. De supervivencia.

Créame que no quisiera decir nada. Preferiría estar contándole chistes o chismes, pero me preocupo. Claro, siempre es más preocupante un político de payaso que un payaso de político. Qué seria y digna profesión la de hacer reír, ¡puro arte! Pero lo que sucede y lo que viene no es de risa. Agárrese duro que esto se va a poner sabroso. Y recién empieza.


Daniel Orejuela Flores es un guayaco del 75. Productor musical de oficio, ingeniero de sonido de necio y escritor de repente. Ha vivido más de la mitad de su vida fuera del Ecuador, sin embargo, ha tratado siempre de mantener el contacto con el país y su acontecer político, social y cultural y ahora, de vuelta, reside en Quito.

2 COMENTARIOS

  1. Daniel Orejuela abre el telón de la farsa electoral en curso. La metamorfosis del absurdo: los «políticos» de payasos y los payasos de políticos». Una observación a Daniel, no encuentro pertinente que en un texto tan intersante, use el concepto de «subdesarrollo», pues el «desarrollo» es una farsa anti-humana economicista

    • Muchas gracias por el comentario. Qué bueno que la gente deje por aquí sus ideas. Comparto que el desarrollo es un economicismo, la vara de medir que nos aplican a los seres humanos y sociedades para ver en qué punto de la escala vamos para parecernos a un modelo que no necesariamente es lo mejor para la humanidad y el planeta. Utilice la palabra muy conscientemente y este comentario me deja muy claro que la palabra tiene el efecto que buscaba. Nuevamente muchas gracias.

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