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Hablando de coles y nabos

Por Francisco Garcés / @panchogarces

De coles

Hace rato que dejé de entender a esta “dictadura del amor”. Es que parece que hacen de adrede. Justo hace unos días me estaba acordando del excelentísimo señor expresidente Lucio Gutiérrez, quien acuñó, con una innegable dosis de humor y cintura política, el famoso autocalificativo de ‘dictócrata’. Me estaba riendo con eso. Me acuerdo clarito que fue en Puyo, en un discurso, cuando respondiendo a la oposición que llevaba semanas calificándolo de dictador, se le ocurrió inaugurar esa nueva y profunda categoría política. “Dictador para las oligarquías y demócrata para el pueblo”, dijo. Claro, meses después, al barranco y a la carrera, a dejar el país huyendo de los “cuatro forajidos”. Por eso creo que en el fondo, alguien por Carondelet le anda extrañando mucho al dictócrata y se le ocurrió conmemorar los diez años de la creación de esa importantísima categoría política y reivindicar su valor para el ejercicio de la política en el Ecuador.

Supongo que así son las dictaduras del amor, en las que todo se hace “con infinito amor” y ardiente corazón. Las cosas buenas y las malas. Es como el papá que le cae a palos al hijo malcriado. A ver, ¿quién va a decir que no lo hace con amor de padre? A ver, ¿quién? ¿Cómo cuestionar, entonces, que fue un acto de amor cuando el presidente Correa detuvo la caravana, se bajó del carro y, rodeado de su seguridad, se acercó a un muchacho de 17 años y le explicó la importancia de mantener una actitud sumisa como mecanismo de preservación de la dictadura? ¡La del amor, claro!

Twitt MAO, hablemos de sumisión, este que debe ser otro de esos nuevos conceptos políticos. Admito que suelo ser mal pensado cuando me dedico a cuestiones políticas. Y cuando escucho esto de la dictadura y la sumisión, inmediatamente se me vienen a la cabeza imágenes como la de Kim Jong-Un, ese de Corea del Norte. ¡Chuta, debe ser bien interesante eso de tener tanto poder, que hasta puedes imponer los estilos de corte de pelo que se pueden usar, y a cualquiera que no sea sumiso, se le manda a fusilar o se le lanza a los perros! Supongo que algunitos quisieran tener ese poder, porque de que hay quienes están dispuestos a ser sumisos, eso sí, ni como negar. Ahí está la misma ‘vice’ de la Asamblea, la diosa del olimpo ya se declaró, según ella, sumisa, y si eso viene de la vice de la Asamblea. Por algo será: porque dizque la sumisión es una herramienta de la liberación… Bueno, allá ella con su sumisión. Aunque… lo malo es que parece que toditititos son así. Es que, ahí en la Asamblea, si alguien levanta a ver sin permiso, ahí mismo le van fusilando (simbólicamente, claro). Acuérdense, nomás, de la Paola Pabón: casi le linchan en plaza pública cuando, mostrando algo de espíritu rebelde, se le ocurrió pensar por sí misma y proponer que valdría aprobar el aborto en casos de violación… Suerte tienen algunitos de que en el país, las pocas baterías antiaéreas que hay son casi de museo. Ponerlas a funcionar resultaría carísimo en medio de esta crisis. Es que, pensando bien, a ratos sí da ganas de fusilarlos –digo, figurativamente, no vayan a pensar que es una insinuación violenta y conspiradora–. ¡Cómo hemos de creer, pues, que ahora la Asamblea se proponga aprobar otra ley tan extraña! Claro, no de su iniciativa –ya ni me acuerdo cuál fue la última ley que aprobaron de su propia iniciativa, todas las que recuerdo han salido de la Presidencia–. Pero, la última sí es un porotazo: la Ley de Ordenamiento Territorial que –con toda sumisión y amor a la dictadura de corazón–, los amigos asambleístas de PAIS se proponen aprobar.

El lío es que la política legislativa de este país se hizo tan aburrida que ya a nadie le interesa lo que ahí se discute y se aprueba. Ya no es, pues, como en esos tiempos del mismo dictócrata, cuando el Pocho Harb sacaba el arma en el Pleno y gritaba a viva voz y todo el mundo se enteraba. O cuando el Quintana, del PRE, le perseguía al Gilmar, agarrándole de la leva para quitarle un papel. Quién se puede olvidar de esas imágenes que daban la vuelta al mundo (aunque jamás se supiera nada acerca del famoso papel). Divertido era… Claro que discutían la mitad de las leyes que ahora se discuten, pero al menos todo el mundo se enteraba de lo que debatían –o de lo que gritaban, o de lo que se peleaban–. ¿Ahora, qué, pues? Nadie sabe nada, aburridísima es la Asamblea...

Con esa ley, que ya mismo sale, jodidos todos los municipios. Cierto es que muchos hacen pendejadas y hay algunos alcaldes que ni para administrar una heladería servirían, pero, es que hay reglas que respetar y una de ellas es la mismísima Constitución, que es clara cuando deja a los municipios la atribución exclusiva de regulación del uso del suelo en su territorio. ¡Pero, sí que somos innovadores! ¿Quién dijo que el término “exclusivo” que menciona la Constitución no puede tener otros significados? Entonces, por eso en la ley se va a crear el Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo. Ya ni cabe explicar para qué va a servir, si solo con ese nombrecito ya infunde respeto… más que los mismos municipios. Lo seguro es que estará lleno de expertos técnicos de primer nivel con corazones ardientes y mentes lúcidas… (y sumisas).

Pero, lo más grave es que la ley crea también otra superintendencia. Con esta ya hasta perdí las cuentas de la cantidad de ‘súperes’ que hay en el país. Y ahora, esta ‘súper’ nueva se encargará de que los municipios cumplan a raja tabla las disposiciones del Consejo. Si no, al banquillo y –al estilo Carlos Ochoa– les van a caer unas buenas multas a los alcaldes.

Ya ven, así de fácil se pone orden en este país. Es cuestión de nombrar ‘súperes’ para todo, nombrar ahí a alguien con corazón ardiente, como el Ochoa, y que ponga ejemplarizadoras sanciones. Así, nomás, al traste lo que dice la Constitución. Ya ven, sin reforma ni consulta ni enmienda ni nada, se acabará la autonomía de los municipios. Así que, si se van a lanzar para alguna alcaldía, ya conocen de quién tienen que hacerse panas. Ahora, con esto de la sumisión, mejor ¡shhhhh!, no vaya a ser que ya les estén quitando el óxido a las antiaéreas…

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De nabos

Donde sí que las balas andan bien filitas es en el Twitter. Pero hasta reír me hacen esos pelotones de trolls que ensayan fusilamientos digitales. El último sí que me causó gracia y me hizo recordar otra de esas del Congreso viejo y oxidado: mis panas del troll center acusaban al abogado Ramiro García de haber sido asesor del PRE en sus buenos tiempos. Es que García se ha convertido en una piedra en el zapato para algunitos del gobierno.

CongresoPara qué también, nostalgia me trajo la foto esa que hicieron rodar por el Twitter en donde se los ve, más jovencito y más flaquito ahí delante de la Elsita y al lado del Jacobo, ahí al frente de las curules que ocupaba el bloque del PRE en el Congreso y que, a propósito, ahora ocupan los de la dictadura del amor.

No sé qué andará haciendo el García y si fue asesor del PRE o no, pero si fue así, seguro que se habrá divertido en esos tiempos.

(Hablando de los Bucaram, ahí les dejo un datito suelto: ni saben a quién me encontré el otro día por la Secretaría Nacional de Gestión Política… ¡nada más y nada menos que al Gustavo Bucaram, el sobrino del Abdalá! ¿Que quién es ese? Su papá se llama Gustavo y su mamá, Gina Loaiza. Allá por el tiempo del gobierno de la guatita, Gustavo ocupó dos altos cargos y su mamá fue la encargada de manejar los contratos en Petroecuador. Ahí está ahora el sobrino de Abdalá, de subsecretario de gestión, con un sueldo de 4 508 dólares, y haciendo funciones equivalentes a las de un gobernador en Pichincha).

Así, nomás, para que vean. Linda es la política en este país de gobiernos de la guatita, del dictócrata y de la revolución del amor.

Y, bueno, otro rato hablamos de cosas más divertidas. Como de los fondos de los maestros o del nombramiento de los nuevos y revolucionarios miembros del Consejo de Participación, o, quién sabe, de la licenciatura de la Gaby… ¡Eso sí que da chiste!