Después de ocho años de consolidación, Meta, la megacorporación propietaria de Facebook e Instagram, suspendió el programa de verificadores independientes en Estados Unidos. ¿Qué significa esto para los usuarios y para el periodismo de verificación?


Por Paola Carrillo / @Pao_cvi

“Las noticias falsas son una forma de ganar dinero para los generadores de spam y se han convertido en un arma de manipulación en el mundo entero”. Este fue uno de los argumentos que se usó para implementar el programa de verificación de datos independiente en Facebook (red social de propiedad de Meta), en 2016. 

Más de 100 organizaciones de todo el mundo, certificadas por la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN), se sumaron al proyecto desde entonces. La empresa mostró resultados positivos. 

Por ejemplo, en las elecciones Parlamentarias de la Unión Europea, Meta publicó: “Cuando se coloca una etiqueta de verificación de datos en una publicación [falsa], el 95 % de las personas no hace clic para verla”.   

Sin embargo, a inicios de enero del 2025, Mark Zuckerberg, dueño de Meta, dio un giro. “Hemos llegado a un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura”, dijo el magnate Zuckerberg, y aseguró que había “sesgo político” en el trabajo de los verificadores externos y que era tiempo de cambiar el modelo a una herramienta como las notas comunitarias, basadas en las que usa X.

La actitud de Zuckerberg fue, inmediatamente, interpretada como un intento de conciliar su áspera relación con el magnate presidente, a quien Meta le había bloqueado sus cuentas de Facebook e Instagram luego del asalto al Capitolio, perpetrado en enero de 2021 por fanáticos trumpistas y alentado por el mismo Donald Trump. Ahora, cuatro años después y con Trump de nuevo en el salón oval, Zuckerberg ha vuelto arrepentido y Meta ha acordado pagar 25 millones de dólares para resolver la demanda que Trump interpuso en su contra por ese bloqueo.

Las corporaciones tecnológicas evaden sus responsabilidades 

A pesar de que Meta y Zuckerberg han dicho que el cambio se debe a un intento de proteger la libertad de expresión y reducir errores, defensores de la transparencia y la verificación de datos como Clara Jiménez Cruz, presidenta de la Red Europea de Estándares de Verificación de Datos (EFCSN, por sus siglas en inglés), dijo en un comunicado que “esto parece más una medida motivada políticamente en el contexto de la administración entrante de Donald Trump, en EE.UU., que una decisión basada en evidencias”.

Asimismo, como recopila un artículo de Latam Journalism Review, este anuncio llegó de forma abrupta para las organizaciones aliadas de Meta que ya sospechaban que algo así iba a ocurrir en la Presidencia de Trump, aunque esperaban que tardara más. En este escenario, medios de prensa especializados como Wired han empezado a hablar de una X-sificación de Meta, haciendo referencia a que Zuckerberg está actuando como Elon Musk, el dueño de X (antes Twitter). Musk es un tipo muy cercano al presidente Trump y ya se ha mostrado como protagonista voluntario de diferentes polémicas con respecto a la desinformación en redes sociales.

Para el director técnico del Centro de Autonomía Digital (CAD), Ola Bini, además de lo político, estos nuevos esquemas muestran que “las empresas están desviando sus responsabilidades” porque la verificación de información en las redes sociales puede implicar estrategias complejas y económicamente costosas. 

Según datos de Meta, se han destinado más de 84 millones de dólares a programas de verificación, entre 2016 y 2024. Estos datos estaban publicados en una página web con la descripción del programa, pero ese sitio fue eliminado y redirigido a la página web principal de Meta. Por esto, el financiamiento es también una preocupación para las organizaciones aliadas, como lo recopila Latam Journalism Review.

“Si [las políticas de Meta] cambian a Notas Comunitarias no necesitan ser los jueces de la verdad en el futuro. Entonces esto es algo bueno para las empresas, pero quizá no es bueno para los ciudadanos”, dice Bini.

Zuckerberg

¿Qué va a pasar en Ecuador?

Por ahora, Meta ha recalcado que el cambio se dará solo en EE.UU. y que, dependiendo de los resultados que se obtengan en ese país, se aplicará a los demás. La decisión aplica para los contenidos de Facebook e Instagram, pero no para los de Whatsapp, aunque esta aplicación de mensajería pertenece a la misma empresa. 

En la lista de medios aliados en el programa de verificación en Ecuador constan la agencia de noticias AFP y Ecuador Chequea, que es parte de la red LatamChequea, que publicó un comunicado conjunto en el que defiende la verificación de datos como una herramienta que empodera a los ciudadanos y no como un mecanismo de censura. Además, la red reafirmó su compromiso de seguir “trabajando con altos estándares periodísticos para combatir la desinformación, promoviendo el debate público informado y fortaleciendo alianzas internacionales que defiendan la transparencia en el entorno digital”.

Bini explica que empresas como Meta implementan sus políticas por países o regiones. Entonces, a diferencia de la Unión Europea, Australia y Brasil, que cuentan con normativas estrictas y un historial de defensa de los derechos digitales, “es muy probable que no haya ninguna multa del gobierno de Ecuador que le importe a Meta”, añade el director técnico del CAD y advierte que el programa de verificación podría eliminarse en el país en poco tiempo.

Zuckerberg

¿Cómo verifica Meta?

De acuerdo con la información del programa de verificación de datos de Meta, las organizaciones afiliadas a la red de verificadores trabajan de tres maneras: 

Primero, identifican publicaciones con potencial desinformativo, envían o reciben alertas de la empresa, en especial en “acontecimientos periodísticos de gran envergadura o temas del momento, cuando la inmediatez es especialmente importante”. Por ejemplo en procesos electorales o en crisis sanitarias, se usa detección de palabras clave para agrupar las publicaciones y facilitar la búsqueda.

Segundo, los verificadores emiten informes sobre el contenido de las publicaciones con calificaciones sobre su veracidad. 

El tercer punto queda fuera del alcance de los profesionales porque, como Meta mismo resalta, no eliminan contenido. Es la empresa la única encargada de las acciones que se toman con respecto a la desinformación. En la mayoría de casos se notifica a los usuarios que compartieron la información sobre la falsedad de sus contenidos, y se coloca una etiqueta de alerta.

En sus comunicados, los verificadores han rechazado que Meta y Zuckerberg les señalen como los causantes de la censura, pues no tienen acción directa con respecto a las publicaciones. Solo actúan como revisores. 

Pincha aquí para leer sobre los cambios en las normas comunitarias de Meta

¿Cómo funcionan las notas comunitarias?

El funcionamiento de las notas comunitarias es similar al de Wikipedia, por el enfoque participativo de los usuarios, en una dinámica conocida como crowdsourcing. Es decir que hay personas que se registran para ser parte de esta opción y añaden notas a las publicaciones. Así, pueden advertir de la falsedad o tergiversación de los datos que se publican.

Este modelo está activo en X desde el 2023 y, según la descripción de la plataforma, “un post con una Nota de la comunidad no será etiquetado, eliminado ni revisado por X, a menos que se detecte un incumplimiento de las Reglas de X”. En esta lógica, no todas las notas que añaden los colaboradores se muestran a los usuarios. Hay una serie de disposiciones que se aplican, como la calificación de utilidad de las notas. Los colaboradores deciden si el comentario a las publicaciones es útil o no y la nota con más puntuación es la que se muestra.

En el caso de Meta, aunque sus representantes ya anunciaron que se implementará este mecanismo, no hay disposiciones claras sobre cómo va a funcionar.     

¿Esta es una solución definitiva contra la desinformación?

Las nuevas medidas que ha implementado Elon Musk en X, y ahora Mark Zuckerberg, en Meta, están cambiando aceleradamente la percepción de confiabilidad de las personas en las plataformas de redes sociales. 

Según un informe del Instituto Reuters, “la consideración sobre X/Twitter ha empeorado en 2024 (-68 de puntuación neta) tras la politización que experimentó esa red”. A esto se ha sumado que medios como The Guardian, de Reino Unido, Dagens Nyheter, de Suecia, y La Vanguardia, de España, han dejado de publicar sus contenidos allí y se han sumado a otras plataformas. 

“Uno de los principales beneficiarios ha sido Bluesky. Además, Google Discover se va convirtiendo en una fuente de tráfico más importante”, señala el informe, pues se han vuelto la opción a la que han recurrido medios de prensa y usuarios en busca de información.  

La directora del portal Lupa Media, de Ecuador, Carolina Bazante, respondió a una publicación en X de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República, con una explicación didáctica: “La verificación —el fact-checking— no es un arma para desacreditar opiniones ni una herramienta para moldear la verdad a conveniencia. Es un ejercicio de responsabilidad y transparencia con la información y con quienes la consumen. Si se distorsiona ese propósito, lo que está en juego no es solo la credibilidad de un medio o de una autoridad, sino la confianza en el derecho de la ciudadanía a informarse con rigor”.

Bini coincide con otros expertos y defensores de la seguridad digital en que, en este momento, el periodismo y el desarrollo de métodos y herramientas de verificación de datos es más importante que nunca. Por ejemplo, Newtral, un medio de comunicación español implementó en 2020 un modelo de inteligencia artificial al que entrenan para reconocer declaraciones ambiguas, preguntas y opiniones que pueden probarse o refutarse. Esto ha hecho que utilicen una estrategia de verificación híbrida con tecnología y periodistas especializados que pueden ofrecer mayor credibilidad y confianza a los usuarios.


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Fabrizio Peralta Díaz

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