Por Sarah Boada
La lentitud del proceso de vacunación en Ecuador preocupa. Según el Our Word In Data, apenas el 5,9% de ecuatorianos están vacunados desde que llegaron las primeras dosis el 20 de enero del presente año. A consecuencia de esta lentitud y de la desorganización que ha sufrido el proceso de vacunación durante sus primeros meses de implementación, cientos de ecuatorianos y ecuatorianas han decidido viajar a Estados Unidos para inmunizarse contra el covid-19. En ese país, las dosis son gratuitas y accesibles incluso hasta en una farmacia.
Este nuevo turismo de vacunas ha generado una alta demanda de pasaportes. Hasta 1000 por día se han llegado a emitir, cuando antes de que se iniciara el proceso de vacunación se emitían solo 600, según los reportes del Registro Civil.
Rodrigo Avilés, director de la entidad, dispuso el pasado 20 de mayo la extensión de los horarios de atención en las sedes de Guayaquil, Quito y Cuenca los viernes, de 07:00 a 19:00, y los sábados de 07:00 a 15:00 para poder atender el incremento de la demanda.
Según un reporte de migración, en abril salieron 32 9863 ecuatorianos del país con destino a Estados Unidos. Incluso, agencias de viajes han agregado a sus paquetes de turismo el traslado del pasajero hasta el punto de inmunización en Miami o en Nueva York, pues estos dos lugares dieron luz verde para vacunar a turistas. La compañía American Airlines inauguró su tercera frecuencia diaria desde el aeropuerto Mariscal Sucre para la ruta Quito-Miami a propósito del incremento de la demanda.
Tan solo es cuestión de bajar del avión. En el auditorio del Aeropuerto Internacional de Miami hay una clínica de vacunación que el gobierno federal abrió para todo aquel que quiera inocularse. Al menos 2 000 personas reciben su dosis en este lugar, en su mayoría turistas internacionales. Es el caso de Alberto González. Él cuenta que como cajero de una entidad privada está en constante contacto con personas y que le es prioritario estar inmunizado. Por eso aprovechó sus vacaciones para viajar y vacunarse. «El proceso fue realmente rápido, simplemente llegué al aeropuerto y había letreros por todos lados ofreciendo las vacunas, no lo pensé dos veces y me vacuné, no solo pensando en mí sino también en las personas con las que comparto día a día», dijo.
Otro testimonio es el de Nataly Castro, quien recibió la primera y segunda dosis de la vacuna Pfizer en New Jersey. Se registró a través de un sitio web en donde le indicaron la fecha y lugar al cual debía asistir. “Lo que más me gustó es que hay tantos puntos de vacunación que la página te asigna el lugar que te queda mas cerca de tu casa, a mí solo me tocó caminar tres cuadras”, recalcó. También destacó que todo fue muy organizado y la atención fue excelente considerando el hecho de ser extranjera.
Esta tendencia ha generado descontento en quienes no tienen la posibilidad de viajar al exterior o no ven en eso la solución a su necesidad de recibir la vacuna. Para muchos usuarios en redes sociales, esto demuestra que el turismo de vacunas es un asunto de privilegios y muchos llegan a considerarlo un «saltarse la fila».
“Las vacunas pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte, no deberían ser un privilegio para los países ricos o para la gente adinerada sino un derecho para todos”, A inicios de mayo, cuando el fenómeno migratorio para la vacunación mostró que muchos viajantes provienen de Améric Latina, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, dijo que “aquellos que no pueden pagar un viaje internacional, que son la vasta mayoría en nuestra región, siguen sin acceso a las vacunas. Y esto no se puede aceptar”.
La brecha social y económica que caracteriza a la sociedad ecuatoriana y que, según las cifras del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) se ha pronfundizado durante la pandemia, sería la causa para explicar este incremento de turistas hacia EEUU. En efecto, en Ecuador viajar para vacunarse es un privilegio que pocos pueden darse.
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