Por Elena R. Neves
No soy bruja pero si aún no la has visto, te voy a decir lo que va a pasar cuando lo hagas: Cuando las luces se apaguen y la película empiece a proyectarse, te van a invadir expectativas aparentemente difíciles de satisfacer. Expectativas al nivel de aquellas que habrás sentido con cintas anteriores que abordan el mismo tema, como Encuentros en la tercera fase, E.T. el extraterrestre, Contact, Alien. No lo tiene nada fácil, vas a pensar. Y será totalmente cierto.
Arrival (o La llegada, como fue titulada para lengua española) es una película dirigida por el canadiense Denis Villeneuve que conjuga el drama con la ciencia ficción pero que se atreve a narrar historias solventes haciendo de los recursos de la ciencia ficción los pretextos perfectos. El mérito de la dirección le mereció a Villenueve la nominación a los premios Oscar, pero no le alcanzó para ganar la estatuilla, que sí le fue otorgada a Sylvain Bellemare, por la Mejor edición de sonido. Sin embargo, y aunque no obtuviera el Oscar, es el escritor del guion, Eric Heisserer, quien se ha visto colmado de reconocimientos.
Basada en la novela corta La historia de tu vida, del escritor Ted Chiang, Arrival se estrenó en el 2016 y –como dije– se hizo del Oscar a Mejor edición de sonido. También ganó el premio a Mejor sonido en los premios BAFTA, se insertó en el Top 10 del American Film Institute, y ganó el Premio de la Crítica Cinematográfica al Mejor guion adaptado y a Mejor película de Terror/ficción. De hecho, el trabajo de adaptación de la novela original al guion cinematográfico es lo que más resalta en la cinta desde su primera exhibición. El Círculo de Críticos de San Francisco, la Crítica de Washington DC y la Crítica de Kansas también reconocieron la adaptación de esta película.
Al comienzo, los extraterrestres han llegado a la Tierra. Varias naves espaciales esperan, a unos pocos metros del suelo, en diferentes puntos del planeta, sin que nadie sepa qué es lo que vienen a hacer. El gobierno de Estados Unidos, mientras tanto, se ve obligado a recurrir a la ayuda de la doctora Louise Banks (Amy Adams), especialista en lenguas, y del físico Ian Donnelly (Jeremy Renner), para entablar contacto con los nuevos visitantes. Así comienza la primera de las dos partes en las que podría dividirse la historia. Un planteamiento prometedor que te va a mantenerte atado a la butaca, ajeno a cualquier suceso que no sea ese micromundo.
Pero, cuidado: esta cinta no te va a presentar soldados luchadores ni va a aburrirte con patriotismos caducos. En esta película el personaje principal es una mujer, precisamente, la doctora Banks, cuyo verdadero conflicto es ser protagonista de una maternidad llena de interrogantes.
Villeneuve hace un alarde de estética visual compaginado con la manifiesta predilección que parece tener por las historias que logran moverte por dentro. Muestra de ello es uno de sus anteriores trabajos, Incendies (totalmente recomendable si aún no la has visto), que al igual que Arrival, consta de un guión adaptado.
Es innegable que la segunda parte, aunque no resulte abrumadora y emocionante como la primera, posee una fusión más que admirable entre género y poética. Aquí la ciencia ficción hilvana la historia, no la define. De esta manera parece demostrarnos que el género no está agotado, que aún tiene muchos caminos por abrirse y terreno donde experimentar. Arrival es un filme cargado de atmósfera, sin efectos especiales vacuos o escenas de acción empobrecidas de contenido.
Una vez que la veas, te voy a vaticinar el final (no el de la película): vas a salir de la sala y vas a pensar que la volverías a ver. O, mejor aún, vas a saber que la tienes que volver a ver.