Por Lorena Serrano | @lolo2893
No Intenso Agora –documental brasileño, dirigido por João Moreira Salles– es una cátedra de historia para desvelar la felicidad de aquel Mayo del 68 cuando la juventud, convulsionada por la represión y las leyes, se subleva y lucha por sus derechos.
El documental se compone de dos capítulos de gran extensión. El primero relata el inicio y el fin de mayo para dar pie al que muestra lo que sucedió después de mayo. ¿La maduración de una revolución? En el intenso ahora fue el filme escogido para la inauguración de la decimosexta edición de los EDOC, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Un documental de autor realizado en su totalidad con archivos internacionales, videos caseros, películas olvidadas, documentos periodísticos y un sinfín de fragmentos que tratan de perfilar a la felicidad, de dar forma a una idea, a una época y a sus secuelas.
La historia oscila entre parajes sociopolíticos agitados y la calma, entre China, Brasil, pasando por Checoslovaquia y –por supuesto– Francia.
João Moreira, director de Santiago, encuentra años atrás rollos de 16mm de un viaje que había hecho su madre, en los que registra su visita a China. En 2011, João comienza a relacionar estos videos con la felicidad y con la intensidad del 68. La idea aún en ciernes se empieza a trabajar. Llama la atención del equipo la sonrisa de las personas en las distintas escenas, “en cualquier plano hallábamos un rostro sonriente”. La felicidad fue el primer tema. Luego asocia al gobierno francés con su contexto, viene la invasión de Checoslovaquia y finalmente encuentra un puente de conexión entre las frases de la China de Mao Zedong y las consignas de la revolución en París. Así transcurrieron cuatro años de labor de edición, montaje y construcción, resumidos en 127 minutos.
Las imágenes crean intimidad, pero en el filme de archivo debes crear esta conexión, dice Laís, editora del documental. Días enteros destinados a la observación metódica de las escenas. “Hubo momentos donde se pensó hacer una segunda película”. La cantidad de material era tal que podría justificarse más de dos películas.
Miramos mucho el material, explica Laís. Durante todo el proceso les fueron llegando imágenes; hasta los últimos días seguían recibiendo una vasta cantidad de material, 104 horas. Ver y repasar, observar los mínimos detalles. El cineasta alemán Harun Farocki, en su libro Desconfiar de las imágenes, hace alusión a esta ardua tarea de entender, interpretar y analizar las imágenes. Ese fue su guía.
Todo tiene un mensaje diferente y es ahí donde reside el verdadero trabajo de No Intenso Agora: descifrar e inferir. Hay imágenes que se repiten. Un mismo archivo se interpreta una y otra vez. El material de China es reincidente pues tan solo hubo una grabación de 12 minutos, pero de ella se produjeron varias ideas. No fue azar: observar una y mil veces la misma escena. Así el espectador vive esta reinterpretación como un loop.
Eduardo –montajista brasileño– se incorpora al proceso. De cierta manera hubo una visión de tres generaciones: Joao, Laís y Eduardo. Al tratar la cuestión histórica, tuvieron un reto. No debía ser distante al espectador para que sea de fácil comprensión pero tenía que mostrar los hechos. La utilización de películas, de archivo, de ese año ayudó a dar mayor autenticidad y brindar al espectador una mirada más crítica.
El sonido, fue la última pieza. Se sonorizó el material periodístico primero, sin interferir en el material de películas para respetar su autenticidad. El sonido rinde homenaje a ese momento histórico y a aquellas protestas juveniles. Finalmente, se termina la jornada –el filme– con un fado, un ritmo melancólico que te invita a seguir, pero manteniendo la nostalgia del pasado.
Ficha Técnica
Nombre: No Intenso Agora – En el intenso ahora
Año: 2017
Director: João Moreira Salles
País: Brasil