Por Yeli Moreno
Con un árbol de flores coloridas a sus pies y un río que fluye en su copa, leemos el tercer poema: Ema y el árbol. Pasas la página y ahí está Ema, jugando en el mismo río que ya no está en la cima, sino a ras del suelo. Pasas la página y ahora Ema trepa por las ramas, está cada vez más alto.
Ese es el ritmo que marcan las imágenes de este libro de poesía infantil escrito por la poeta argentina Laura Escudero Tobler, con ilustraciones del ecuatoriano Roger Ycaza. De pasta dura, impreso en México por la Casa de las Letras Mexicana y el Fondo de Cultura Económica, este libro es un objeto precioso que atrapa desde su portada: en medio del azul cielo, Ema cabalga a una sonriente lagartija.
Ema y el silencio está hecho con amor y empeño. Cada detalle está pensado para recrear la nostalgia de la niñez –si el lector es ya un adulto que ha olvidado sus primeros años– o para liberar un mundo nuevo y divertido en cada juego.
Fueron seis meses en los que Laura, Roger y la editorial mexicana mantuvieron contacto vía web. No se conocieron en persona sino hasta después del lanzamiento del libro.
Ema fue resultado de cómo el arte nos conecta. Por eso, la obra refleja el feeling entre sus autores: la poesía aviva la imagen y la ilustración reposa en la poesía. Van de la mano, hacen corro con Ema en el medio, en un mundo engendrado por el silencio. “Sin el silencio no podemos crear”, nos cuenta Roger Ycaza.
Ema crea un paradigma donde no está sola, tiene amigos pequeñitos que la acompañan. Con el personaje, la imaginación del niño lector es efervescente: las abejas pueden nadar en un mar de cielo con medusas de colores o un pájaro se hace tan grande para servir de corcel…
“Una mariposa no es lo que parece
A veces son guirnaldas farolas en las flores pañuelos
Otras sobre una cala se vuelve palidez y llora”
Esta máquina onírica ganó el premio Iberoamericano de Poesía para niños 2015. “El primer poema que me llegó de Laura fue Ema y árbol. Allí supe de inmediato que me iba a conectar con la obra, y que quería involucrarme con el proyecto. Les envié un primer boceto, y Laura quedó encantada”, explica Roger, quien para terminar cada ilustración pasaba horas concentrado en silencio, evocando su infancia. Roger, siendo músico también, dejó plasmado en cada dibujo una pizca de movimiento. No es una obra estática, es música, y tiene un compás constante que cautiva al lector.
Ema y el silencio llegará a Chile, Colombia, Guatemala, Perú, Venezuela, Argentina, México, España y Estados Unidos, gracias al Fondo de Cultura Económica. Los padres y maestros podrán incluir la poesía de Laura Escudero y las ilustraciones de Roger Ycaza en la formación lectora de miles de niños.