Por Lorena Serrano / @LoLo2893
“Hay un trabajo serio de actuación y puesta en escena. Se presenta un diálogo desde algo ilógico que trastoca lo cotidiano”.
María Luisa González, artista
Dos individuos con dos realidades diferentes convergen en la soledad de su cotidianidad en el Central Park, en Nueva York. Ellos son José Diego Sabay y Juan Benítez, del colectivo teatral Quito Tierra, quienes actúan en la obra The Zoo Story (La Historia del Zoológico), una adaptación libre del texto del dramaturgo estadounidense Edward Albee.
En 50 minutos vivimos toda una vida. Hay momentos de intensa soledad y desesperación y otros donde las ironías de la vida, por más crueles que sean, nos llevan a sonreír. Peter y Jerry, personajes de la obra, inician una conversación cualquiera: muchas preguntas, poca confianza, sinrazones y desinterés; en un vaivén de emociones entablan una conversación para el desahogo mientras Peter intenta leer su libro y Jerry revolotea a su alrededor, con la novedad de haber ido al zoo esa mañana.
En el teatro del absurdo, impregnado en esta obra, los personajes no tienen un objetivo claro. En La Historia del Zoológico no se puede saber hacia dónde nos dirige la conversación, mas en el acto final el ciclo de la vida vuelve a marcar cero.
José Sabay, Juan Carlos Benítez y Paloma Pierini se reunieron hace poco para crear el colectivo teatral Quito Tierra. José regresó de México y decidió poner en escena esta obra –que ya la había presentado en Guadalajara bajo la dirección de Jesús Raúl González–. Pero esta vez él participa como codirector y actor. Esta es una obra refrescante que brinda un respiro –lo afirma Paloma Pierini, directora artística–, porque usa el teatro del absurdo, no muy común en los escenarios quiteños.
El miércoles 29 de marzo será la última función de La Historia del Zoológico, en Casa Toledo, a las 20h30.
Dirección: Casa Toledo – centro arte y cultura. Toledo N24 – 678 y Coruña
The Zoo Story es una historia rara, sugestiva, intrigante, humorística y muy humana. El humor no es situacional, sino más bien dado por la ironía y un toque preciso de humor negro. Fue la primera obra de Edward Albee (1928-2016), quien nos propone en su texto dramatúrgico una lectura inteligente sobre lo cotidiano. Ganador de un Pulitzer y un Tony, este dramaturgo reconocido por ¿Quién teme a Virginia Woolf? se inscribe en la tendencia del teatro del absurdo. José Diego Sabay vio en esta corriente la posibilidad de realizar leves cambios en la obra para hacer una combinación “bien barroca”, y usar elementos del teatro gestual y de la música para enfatizar los giros dramáticos.
Un niño se ríe en medio de la obra (me preocupa que hayan dejado entrar a menores). Una conversación tan metafórica e individualista pareciera requerir otro tipo de público, me digo. Más tarde, José Diego comenta que el preestreno de la obra, realizado en una sala de Turubamba, al sur de Quito, fue con un grupo de niños que con su inocencia e ingenuidad disfrutaron de la puesta en escena, se rieron y aplaudieron. Fue la prueba perfecta para saber que su obra podría presentarse en cualquier escenario.
La Historia del Zoológico será la conversación precisa para arrancarnos de la soledad y exponer nuestra cotidianidad a través del más sincero de los espejos.
Sobre los actores
Paloma Pierina es pintora, escenógrafa y “aparentemente iluminadora”. Ha trabajado en dramas, comedias y thrillers. El montaje de un teatro del absurdo fue lo que le cautivó para participar en la obra y unirse a Quito Tierra. Creció en un ambiente teatral y lo ve como “una de las tantas paradas” que debe hacer para su “experimentación artística”.
Juan Carlos Benítez, reservado y silencioso, es DJ y disfruta de la cocina, pero el teatro y la actuación es lo que realmente llena su vida. Las palabras en el día a día no se le vienen tan fácil, pero en el escenario el personaje se apropia de Juan.
José Diego Sabay afirma que llegar al teatro “fue hacer consciente lo que venía toda la vida haciendo”. Abogado de profesión pero amante del arte, decidió hacer del teatro su camino.