Por Damián De la Torre Ayora /@damiandelator
Si sintió impotencia ante la condena del personaje John Coffey en La milla verde, o recuerda el sentimiento de injusticia que le provocó la trama de Matar a un ruiseñor, de la mano de Harper Lee, pues esas sensaciones generan la más reciente obra del escritor ecuatoriano Óscar Vela, quien ratifica su capacidad para novelar historias y testimonios que superan a la propia ficción.
Esta vez se centra en el caso de Nelson Serrano, de 83 años, ecuatoriano con nacionalidad estadounidense, quien se encuentra en el corredor de la muerte en Estados Unidos tras su condena por un cuádruple asesinato en Bartow, Florida, que incluye la muerte de uno de sus socios (George Gonsalves) y tres familiares de su otro socio (Felice Dosso).
Si bien el caso de Serrano para algunos puede ser conocido, Vela realiza una minuciosa ‘disección’ ante la insipiente información, relatando los hechos que anteceden al crimen, las múltiples hipótesis fiscales en su contra, el secuestro de Serrano y su traslado inhumano desde Ecuador hacia Estados Unidos, juicio y condena de muerte por inyección letal y la incertidumbre por veinte años -desde su arresto- a que llegue el pinchazo mortal. Es decir, la riqueza del libro se atesora en los detalles de la historia.
Una historia en la que el escritor termina convirtiéndose en uno de los abogados del sentenciado, transformando al libro en un alegato, tal como lo hiciera Emilio Zola a favor de Alfred Dreyfus, guiño que acepta el propio Vela, lo que demuestra la honestidad con la que escribe y, en vez de un Yo acuso, pretende un yo demuestro, lo cual no responde a la carga emotiva y empática entre autor y protagonista, sino a los hechos y argumentos que se exponen en las más de 300 páginas que condensan a la novela.
En cuanto a la forma, la apuesta testimonial se nutre del género epistolar en episodios narrativos. La correspondencia vía correo electrónico entre Vela y Serrano despiertan el hambre curiosa del lector, que termina saciado con el limitado día a día de un preso, pero que se convierte en el todo de un universo íntimo.
Años atrás, el autor exorcizó a la brutal dictadura argentina en Todo ese ayer, se subió al Granma para recordar los ideales y sueños truncados de la Revolución Cubana en Náufragos en Tierra y dio luz a la labor de un ecuatoriano frente a la arremetida nazista en Ahora que cae la niebla. En esta ocasión, con Los crímenes de Bartow, trae su novela más personal, donde muestra que la legalidad puede castigar a la propia justicia, pero también donde la literatura, literalmente, envolvió su propia vida.
Autor: Óscar Vela Descalzo
Editorial: Planeta, Colombia, 2021
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