Inicio Culturas Manual para armar un Frankenstein con 127 piezas

Manual para armar un Frankenstein con 127 piezas

Por Marco Pareja / @marcoalejop

Recuerdo cuando hace un par de años leí una convocatoria en Facebook de Wilmer Pozo, un joven realizador ecuatoriano: cualquier persona podía enviar un fragmento de video, sin audio, de 30 segundos de duración. ¿La temática? ¡Cualquiera! No había especificaciones técnicas ni de formato. Entonces, me puse manos a la obra y luego de unos días envié mi fragmento. En Facebook, Wilmer publicó un fotograma para informar que había llegado, y así ocurrió con todos los videos enviados. Al cabo de unos meses, 127 personas habían enviado los fragmentos que en un futuro cercano se convertirían en Cadéver destruido. la película de 120 ecuatorianos.

Con impaciencia y escepticismo esperé el momento del estreno, el pasado 16 de abril –casi un año y medio después de haber enviado mi fragmento–,en  la sala Alfredo Pareja de la Casa de la Cultura. Mientras iba en camino, pensaba en lo difícil que me resultaría ver la película completa. Imagínense, ¡127 fragmentos, todos ellos diferentes en todo sentido, pero esta vez juntos, formando un largometraje!

Al llegar a mi casa, esa misma noche, escribí a Wilmer y le pedí que me diera una entrevista. A los pocos días nos juntamos en una cafetería…

¿Cómo nació la idea de hacer esta película?

Fue en un taller. Conocí los conceptos de crowdsourcing, crowdfounding y los creative commons, hace como 4 años. Entonces, a partir de estos conceptos y este gusto por el audiovisual, dije: tengo que hacer esta película, por una parte porque sabía que me iba a dar placer y me iba a divertir ‘armándola’, y por otra parte, en el desarrollo de este cine joven que es el ecuatoriano, pensé que tenía que existir una pieza audiovisual de este tipo. Pero no lo hice conscientemente por responder a una responsabilidad con la realidad del cine ecuatoriano, sino con el gusto de hacer cine desde las manos de un ecuatoriano.

¿Por qué se llama Cadáver Destruido?

La primera palabra Cadáver es por el juego adoptado por los surrealistas en los años 20, el cadáver exquisito, juego de mesa donde las consecuencias daban lugar a la creación de piezas colaborativas donde un individuo escribía una frase en un papel, este cubría el contenido dejando nada más que el final de lo que escribió y lo pasaba a la siguiente persona para repetir el proceso. Una vez que todos intervenían y descubrían el contenido de la hoja, el resultado era una combinación de palabras que pueden o no pertenecer a una misma realidad.  Y la palabra Destruido es por la forma en la que se iba a construir la película. A partir de un caos y de varias piezas que al parecer estaban destruidas o dispersas, y tenían que llegar a convertirse en una unidad.

cadaver 2Cuando lo vi en su estreno, había momentos en que funcionaba como videoarte. Entre un fragmento y otro había una conexión muy lejana, quizá, pero en otros momentos no. Se convertía solo en una proyección de registros en video…

Un collage…

¿Esperabas este resultado?, ¿funciona o no funciona?

En algunos momentos cierra y te da como una solución, pero creo que provoca más preguntas que respuestas, por eso sigue siendo un experimento, como en la medicina, con los medicamentos: sale o no sale del laboratorio. Por otra parte, está la posibilidad de que quede en algo como tú lo ves; una asociación colectiva de imágenes sueltas, que con o sin ayuda del audio, no te transmite nada. Hay un sentir colectivo en este caso y lo adopto, es una asociación de muchas cabezas, muchos pensamientos e ideas, sean estas de índole cinematográfico, social o lúdico. Se van creando unos bloques de seudonarraciones que son chéveres. Pero las otras partes que parecen desconectarse, para mí no necesariamente se desconectan sino que son esos pequeños aportes que le sirven a cada persona para connotar lo que está viendo. Eres libre de sentir y de decir después lo que fue para ti ver esta película.

CADAVER 5Dentro de toda esta destrucción o desconexión yo encuentro que la música es el elemento que une. ¿Hasta qué punto estuvo tan pensada la música? ¿Influyeron la suerte o el instinto en la fase del montaje?

En la música se ve mi mano como realizador, como manipulador total de este largometraje. Yo traté de buscar unidad para que esta destrucción, este caos, sea de alguna forma controlado. El flujo de trabajo sí fue una cuestión muy objetiva, apelaba mucho a mi sensibilidad y a una cuestión pragmática de observación y oído. Pasaron muchas cosas: escuchaba algo que podría funcionar, a veces solo buscaba en mi biblioteca o pasaba solo escuchando música, algunos ambientes, música clásica y los apartaba, buscaba el pedazo para cierta parte, a veces solo veía el video mudo y pensaba: esto puede sonar de tal manera… Toda la música que utilicé es de creative commons, de dominio público. A veces, por una cuestión del azar quedaba perfecto y no tenía que hacer nada, así como la vida, perfectamente imperfecta. También hubo momentos de desgarre en todo esto, al principio iba musicalizando en función del clip, iba dándole vida a cada clip. En un momento me gustó, porque había llenado ese vacío que eran los videos mudos que me mandaron, pero después lo vi y lo detesté por el hecho de que se separaban mucho, eran micromomentos grabados de 30 segundos uno al lado de otro, así que borré esto. Comencé de nuevo, igual bajo el mismo flujo, escuchaba las canciones, algunas bases las dejé, otras funcionaron en otros pedazos, después de que ya tenía un primer corte, iba haciendo pequeñas variaciones con Nico Aráuz, la persona que me ayudó en la masterización.

[wpdevart_youtube]https://www.youtube.com/watch?v=rzusIG1walc[/wpdevart_youtube]

Cuando lo vimos en el cine, comentaste que está pensado para verse en pantalla grande, no para web, ni para tevé, ¿lograste lo que querías o crees que faltó algo?

Fue perfecto, en realidad. La satisfacción es total, porque desde el principio, cada vez que iban llegando los videos, era como incontrolable, porque el montaje fue dado en el orden de llegada, yo no busqué ninguna narración con los pedazos que me llegaron. En todo este proceso como de tres años que me tardó coleccionar estos videos yo nunca armé nada. Cuando ya tuve todos los videos, recién los bajé a la línea de tiempo y me enfrenté a lo que tenía. En ese momento se dio la respuesta a lo que me estás preguntando ahora. Yo decía: esta cosa, ¿funciona o no? Para mí era como un collage: ¡Todo esto es una mierda!, me dije. Y te frustras y hasta te sientes mal. Habría tenido que enfrentarme a todas las personas que colaboraron y decirles: señores, esto no va. Porque, sobre todo, buscaba algo que funcione, no adjudicaba esto de la experimentación a ver qué sale, porque esto de experimentar es una cuestión muy formal. Pero hubo un momento en que dije: esta cosa está chévere, pulamos, hagámoslo bien y va a ser increíble. Esta película se formó sola, con voluntad, trabajo profesional de mi parte, amor y predisposición de cada uno, porque yo sé que cada persona que mandó el video, desde los que grabaron y se gastaron un dinero, hasta personas que dijeron: voy a grabar esta cosa con el celular y mandaron ese registro momentáneo, solo por haberlo mandado creo que ya le dieron un valor a ese material visual.

CADAVER AFICHE¿Cómo ves a Cadáver destruido dentro del panorama actual del cine ecuatoriano?

Cadáver destruido no es ni una mala ni una buena película, es un documento audiovisual que la cinematografía ecuatoriana necesitaba. Es en un momento donde, con equivocaciones y aciertos, estamos construyendo el cine ecuatoriano, donde tenemos la licencia de experimentar lo que más podamos, las discusiones estériles que sentencian a obras de este tipo y aún más en nuestra realidad, por el momento, no tienen fuerza, es el momento de sacar toda clase de material, toda clase de pelis de género, toda clase de ideas.

¿Cómo se financió la película?

Cadáver destruido es una película ideada, producida y manejada por una sola persona con el apoyo de 127 personas más que creyeron en el proyecto. En su momento quise hacer un acercamiento con instituciones públicas para una ayuda formal para la película pero, si es difícil encontrar apoyo para creaciones narrativas, era difícil que apoyen una obra experimental de esta clase. Una vez terminada la película tuve el apoyo total tanto de promoción y para la proyección por parte de la Cinemateca de la Casa de la Cultura del Ecuador.

¿Crees que Cadáver destruido va a circular por las salas de las grandes cadenas o los cines tradicionales, no solo en Quito sino en Ecuador?

Yo tenía claro cuál sería el público: son las personas que entienden que hay un cine diferente, que hay imágenes diferentes, y también personas que no están cerradas a ver otra clase de cosas. El día del estreno me llevé muchas sorpresas porque a gente que conocí ese día le gustó la película. Pero pienso que no va a funcionar para los circuitos de redes comerciales, porque está muy claro lo que los chicos quieren. Pero, por otra parte, toda obra audiovisual tiene su público, alguien la va a ver, a alguien le va a gustar, a alguien no le va a gustar, alguien se la va a repetir, etc.

cadaver 1Tu decías que cerca de la finalización de la obra pensabas en el público. ¿Has pensado también en hacer proyecciones al aire libre, en barrios, en otras ciudades a parte de Quito y Guayaquil? ¿Crees necesario que la mayor cantidad de gente vea tu película?

Bueno, yo al principio, cuando empecé a explorar esto del audiovisual, empecé trabajando de una manera muy mezquina, no pensaba en el público, pero tampoco pensaba en que no debe ser mostrado, son cosas diferentes. Porque sí me han dicho: ¿para qué haces cine sino quieres mostrarlo? Una cosa es que sea demasiado íntimo o después el rango de proyección sea mínimo, pero siempre va a ser mostrado, yo siempre lo terminaba mostrando a pesar de que era muy personal. Pero, Cadáver nació con el público, en ningún momento fue tan personal, se volvió personal por la cabeza, que era yo, en este caso. Porque de alguna manera también es muy mío, más allá de que solo sea como el director del proyecto, soy parte de toda esta creación.

De todas las maneras que podamos proyectarla se lo va a hacer, si podemos llevarla a colegios, a comunidades, teniendo un antecedente previo, claro que lo haremos, buscando también un proceso de educación visual. Como director de Cadáver quiero que esta obra se mueva por todo lado y agote posibilidades de ser vista.

***

Antes de marcharse, Wilmer agradece a todos quienes participaron con sus fragmentos en el filme. «Es mágico y surrealista –dice–, es surrealismo ecuatoriano».

CADAVER 4