Por Paul Hermann
“Cuando haces una canción enseguida la muestras. Vas al estudio, grabas, hay una fiesta, se bebe vino… El escritor está encerrado. Y se muere de envidia del músico famoso porque éste viaja en primera clase con champaña, mujer, amante, músicos, representante, hijos… y él en clase económica, apretado. No sé por qué soy escritor”. (Chico Buarque)
Que a un narrador le dé por escribir poesía no es extraño. A simple vista aparecen más de una docena: Borges, Carver, José Donoso, Bukowski, William Ospina, Bolaño, Pedro Juan Gutiérrez, Houellebecq, Lovecraft, Kerouac, Burroughs, Günter Grass, Thomas Lynch…
Ahora bien, debido a que canción y poesía se mueven en los terrenos de la lírica, encontrar cantautores que hagan poesía debería ser sencillo, pero los nombres no caen del cielo. Jim Morrison escribió y musicalizó con The Doors An American Prayer; Joaquín Sabina publicó Ciento Volando de Catorce e hizo una canción electrónica empleando fragmentos de algunos de estos sonetos; Leonard Cohen tiene al menos diez títulos y Violeta Parra sus Décimas.
Pero, encontrar poetas cantautores es definitivamente más difícil. Apenas recuerdo a Mario Benedetti, que grabó con Daniel Viglietti el disco A dos voces, y a Julio Cortázar, que participó en la elaboración del LP Las veredas de Buenos Aires con tangos de su autoría.
Extrañamente, la lista de los cantautores que han optado por la narrativa y no por la poesía es mucho más extensa. Muchos de ellos, como se verá en este artículo, han escrito para niños y no para adultos. Esta lista es caprichosa y deja fuera a muchos otros, como Joselo Rangel, Luis Alberto Spinetta, David Byrne y muchos más.
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De largo aliento
Bob Dylan
El accidente que Bob Dylan sufrió en su motocicleta en las afueras de Woodstock, en 1966, impidió que Tarántula, su única novela, se difundiera adecuadamente. De hecho, circuló como casi todos los productos de culto, en copias y clandestinamente. Ha sido gracias a una edición que editorial Océano publicó en 2013, que esta obra se conoce en nuestro medio.
Tarántula está escrita en clave de rock y no es ajena al espíritu de los convulsos años sesenta, aunque se concentra, por supuesto, en las obsesiones personales del compositor y muestra, con un gran angular, las raras vidas y habitaciones que se conocen en los viajes.
Dylan, eterno candidato al premio Nobel de Literatura, empleó, para preparar esta obra, idénticas proporciones de prosa y verso, y ocupa un lugar destacado en el marco de toda su producción. Bob Dylan ha publicado, además, su autobiografía.
Stephen King y su banda de escritores
Cuando no se encuentra escribiendo en su mansión de estilo gótico clásicos del terror como Carrie, La milla verde o Los niños del maíz, Stephen King toca la guitarra rítmica en los Rock Bottom Remainders, una banda de rock conformada por la mundialmente famosa Amy Tam, y otros menos conocidos en nuestro medio como Dave Berry, Ridley Pearson y Mitch Albom, Josh Kelly y Erasmo Paolo.
King ha dicho que tocan por amor a la música y porque pueden hablar de literatura, el oficio que comparten y que no abandonarán.
La banda ha realizado giras y cuenta con un libro escrito por King y su esposa, la también escritora Tabitha.
Chico Buarque
Entre 1966 y 2015, el cantautor brasileño Chico Buarque ha publicado seis obras de teatro, cinco novelas, cuentos y poesia, y ha ganado el Jatubí (el mayor premio literario de Brasil), tres veces seguidas, con las novelas Estorbo, Budapest y Leche derramada.
En Estorbo, el cantautor retrata a Río de Janeiro, con sus luces y sombras, poniendo como personaje a un hombre que sintiéndose observado por la rendija de la puerta, emprende una huida obsesiva. En Budapest, el personaje observado de Estorbo se troca en creador de obras literarias tan anónimas como él mismo, y en Leche derramada, la más reciente de sus novelas, presenta a Eulalio Montenegro, un aristócrata devenido en vagabundo cuyo discurso vaga a merced de sus recuerdos.
Leer a Buarque es explorar la historia de Brasil, mirar su gente, la metrópoli de colores y las favelas grises, la decadencia de unas clases sociales, el racismo, la sexualidad, la soledad de las grandes urbes, el anonimato, la muerte, los simulacros, los espejismos. La desacralización, en definitiva, del paraíso.
Fito Páez
La Puta Diabla es el nombre de la primera novela del cantautor y director de cine argentino Fito Páez.
Tiene por protagonista a Félix Ure, exitoso cineasta de Buenos Aires separado de su esposa, padre de un hijo y víctima de las drogas y la adicción al sexo, pero sobre todo, de Casimira, la Puta Diabla.
Ure habla con su progenitora muerta en evidente homenaje a su madre, Margarita, que murió cuando él tenía pocos meses de vida.
En 1988, Páez dijo que prefería hacer música, pero que de viejo se pondría a escribir…
Roberto Iniesta
En El viaje íntimo de la locura, Roberto Iniesta, líder de la banda de rock Extremoduro, cuenta la fantástica aventura de Severino, notario de apacible vida cuya casa se eleva por los aires y empieza a navegar por las nubes, enfrentándolo al terror que le tiene a la altura, a impredecibles aventuras y, finalmente, a las virtudes de la vida silvestre.
Iniesta demuestra que la literatura no es el escenario de las buenas costumbres. Al contrario, se burla del amor provenzal, de los poderes divino y político, y presenta escenas escatológicas, descarnados momentos sexuales y, por supuesto, los horrores de la locura. Todo esto con el lenguaje poético al que nos tiene acostumbrado en sus canciones, múltiples perspectivas y modernos recursos literarios.
Ángel Parra
El cantante chileno de música protesta Ángel Parra noveló la biografía de su madre, la mítica Violeta Parra. El libro se llama Violeta se fue a los cielos y viene acompañado de un cedé en el que es posible escuchar al músico interpretar las canciones de la cantautora con las cuerdas vocales destempladas por el tiempo y la emoción. La obra fue llevada al cine por Andrés Wood.
Efraín Medina Reyes
El escritor y articulista colombiano Efraín Medina Reyes es conocido en nuestro medio por novelas como Érase una vez el amor pero tuve que matarlo, Técnicas de masturbación entre Batman y Robin, La sexualidad de la Pantera Rosa y Lo que todavía no sabes del pez hielo. Todas ellas signadas por el desencanto y la frustración en un mundo regido por la moda y el espectáculo.
Lo que muchos no saben es que Medina Reyes también es bajista y autor de las canciones de 7 torpes, banda de blues que desde hace años anuncia la presentación de La forma del vacío, álbum que funcionaría como la banda sonora de la novela La mejor cosa que nunca tendrás.
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De corto aliento
John Lennon
Bajo el título Por su propio cuento, Un españolito en obras, editorial Océano ha publicado la colección de relatos que el mítico John Lennon escribió durante aquellos años en que Los Cuatro de Liverpool tocaban el cielo con las manos.
Para definir este libro es necesario recurrir al manido término “inclasificable”, en la medida en que reúne textos cuyos argumentos no son tan importantes como los juegos de lenguaje que emplea Lennon para ofrecer su muy particular visión de la realidad y de la fantasía.
Tan raros como los textos son los dibujos con que el beatle los ilustró. Y es que algo que muchos no saben es que dibujaba desde niño y que estudió arte en la Liverpool School of Arts, entre 1957 y 1960. De hecho, muchos de sus trabajos forman parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Woody Allen
Woody Allen pasará a la historia como director de cine, actor y escritor. No obstante, el artista ha declarado públicamente que su actividad preferida es interpretar piezas de jazz con su saxofón. Esto lo vuelve un músico que ha escrito al menos varias obras teatrales y relatos humorísticos agrupados en libros como Sin plumas, Cómo acabar de una vez por todas con la cultura y Perfiles, en los que arremete contra la pedantería intelectual, el psicoanálisis, la Revolución Mexicana, el mundo del teatro y los ovnis.
En los cuentos de Allen se encuentran inmersas sus temáticas fundamentales: la mujeres, el amor, Dios, la muerte y la religión.
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Para despertar a los niños
Keith Richard
Keith Richard, el símbolo de la rebeldía del rock, tiene, a los 70 años de edad, cinco nietos. El nacimiento del último lo llevó a considerar la idea de hacer lo que hacen los abuelos, y contar un cuento. Fue así como nació el libro ilustrado Gus and Me: the story of my grandad and my first guitar (Gus y yo: la historia de mi abuelo y mi primera guitarra), que cuenta la historia de Tehodore August Dupree, su abuelo materno, que tocaba en un banda llamada Gus Dupree and his boy y que le transmitió su amor por la música del mismo modo en que él quiere transmitírselo a su nieto. Richard ya había incursionado en el terreno de la narrativa con la publicación de su autobiografía.
David Bowie
Ni en el más fantástico de los sueños pude visualizar al andrógino David Bowie escribiendo historias para niños. No obstante, ha publicado Space Oddity, historia que explora la parte más oscura de los viajes espaciales, y más específicamente la pesadilla del astronauta Major Tom, que pierde su nave debido a una lluvia de meteoritos y queda a la deriva en el oscuro e inmenso espacio. La obra ha sido ilustrada por Andrew Kolb.
Madonna
Más que la estupenda cantante, bailarina y actriz que conmovió al mundo durante las décadas de los años 80 y 90 con sus belleza y talento, Madonna es un espíritu sensible que en los últimos años ha escrito relatos para niños en los que ha prefigurado universos poblados por rosas, profesores que roban manzanas, pirómanos europeos del siglo XVIII, joyeros y perros humanizados que, a pesar de su dinero, no logran encontrar la felicidad.
Paul McCartney
En lo alto de las nubes es el nombre del libro para niños que Paul McCartney escribió con la colaboración de Philip Ardagh. Es de corte ecológico y cuenta las penurias que deben pasar la ardilla Wirral y sus amigos, tras perder su hogar a causa de daños ocasionados a la naturaleza. La pandilla termina en Animalia, una isla tropical donde prevalece la armonía.
Courtney Love
La música norteamericana y los ilustradores japoneses Misaho Kujiradou y Ai Yazawa crearon Princesa Ai, personaje que lo único que tiene claro en medio de un ataque de amnesia, es que no debe desprenderse de una caja en forma de corazón y que alguien la persigue. La investigación que emprende para reencontrarse consigo misma la conduce a su pasión: el canto.
Dolly Parton
La cantante estadounidense creó una fundación destinada a disminuir el analfabetismo y a donar libros para niños. Esta experiencia la motivó a publicar I am a rainbow (Soy un arcoíris), volumen de relatos en el que habla del valor que tienen los colores al momento de explicar las emociones de los niños.
Bruce Springsteen
Bruce Springsteen, leyenda del rock estadounidense y uno de los mejores letristas de su historia publicó Outlaw Pete, libro que narra la historia de un bebé atracador de bancos. Fue ilustrado por Frank Caruso.
