Contratos de asesores, en feria libre

Por Francisco Garcés / @panchogarces

Ahora, en Ecuador, los ministerios son más grandes que nunca y tienen también más trabajo. Por eso, debemos suponer que el ministro o ministra de turno requieran de gran cantidad de gente que atienda sus asuntos y haga más eficiente su gestión. Pero, ¿puede usted creer que un ministerio haya contratado 186 asesores durante tres años para el despacho ministerial? ¿Y que otro haya contratado 122 y otro más, 44? ¡Pues sí, así mismo es! Hay ministros que necesitan -aparentemente- ese número de asesores.

Le aseguro, querido lector, que a mí no me gustaría trabajar en el departamento de Recursos Humanos de uno de estos monstruos que emplean a miles de personas, y asumo que a usted tampoco… Imagínese, debe ser un dolor de cabeza preparar tantos contratos y mantenerse al tanto de todos los pasos que dan tantos asesores para hacer el montón de trabajo que tienen, y evitar que por ahí alguna ovejita quiera salirse del rebaño. Supongo que esos departamentos de Recursos Humanos deben ser igual de gigantes que los mismos ministerios, tomando en cuenta la cantidad de leyes, reglamentos, resoluciones que deben saber de memoria para aplicar y ejercer un efectivo control del personal. Me imagino el papeleo que debe haber, porque ahora, ser funcionario público no es tan fácil como antes. Con esto de la meritocracia tiene uno que ganar concursos, hay que rendir exámenes y acreditar toda la experiencia y capacidad necesarias para ejercer tan altas funciones… Hasta hacer tanto papeleo debe desanimar a quien duda de tener los suficientes méritos para ejercer uno de estos importantes cargos, porque, de lo que he sabido, para apuntar a un empleo así se necesita presentar más papeles que para hacer un préstamo en la banca, ¡y uno debe certificar la honorabilidad hasta de las mascotas de la casa, de lo contrario, está jodido!

Eso era lo que tenía entendido, hasta que, después de revisar los informes que ha emitido la Contraloría General del Estado entre el año pasado y lo que va de este 2014, en referencia a la contratación de asesores para los despachos de los ministros, descubrí que esos contratos no lucen muy legales que digamos…

Es que, de los 11 ministerios analizados, solo tres han cumplido con las normas vigentes para la contratación de sus asesores. Hay que resaltarlo: el Ministerio Coordinador de Sectores Estratégicos contrató a 44 asesores. Los ministerios de Electricidad y Recursos Naturales no Renovables también contrataron a sus correspondientes asesores y lo hicieron, según la Contraloría, cumpliendo con las disposiciones vigentes. ¡Bien por ellos! Pero resulta que son la excepción.

El de Salud, para poner un caso, es el ejemplo de todo lo que no se debe hacer. Cuando la Contraloría solicitó la información para arrancar con el análisis, ese ministerio ni siquiera sabía cuántos asesores había contratado para el despacho de la ministra. Según el informe, debió ser la misma Contraloría la que buscara la información por una tercera vía e informara de que se había contratado a 186 asesores. De ahí, el ministerio los tuvo que buscar: primero encontró algo más de 120, luego más de 150, pero al final acabó encontrando los 186. Una vez hallados, a buscar la documentación, y entre tanto desorden se dieron cuenta de que en muchos casos ni siquiera se sabía cuándo fueron contratados algunos funcionarios ni para qué. El informe de la Contraloría determina que en ese ministerio hubo asesores que incluso renunciaron a sus cargos antes de solicitarse la información y el ministerio los seguía contando en su nómina. El desorden es tal que el Ministerio de Salud ni siquiera conoce qué tipo de asesores contrató… Pero por si eso fuera poco, la Contraloría determinó que en el 90% de los casos, los asesores fueron contratados sin que existiera el requerimiento que explique la necesidad de su contratación. Tampoco se tomó en cuenta los requisitos básicos para contratación ni se adjuntaron las certificaciones de los análisis que determinen la inexistencia de nepotismo o de pluriempleo… Mejor ni entro en detalles. Ahí les dejo el informe:

Los mismos vicios se mantienen en otros ministerios como el de Agricultura, que desde el 2010 contrató a 122 asesores para el despacho ministerial. Lo curioso del procedimiento en esta dependencia es que pareciera que los contratos siguieran un mismo formato, y por consiguiente todos tuvieran los mismos errores. La Contraloría determinó que en este caso los asesores no fueron evaluados antes de su contratación, para ser ubicados conforme lo establecen las normas. Es decir, no importó la calificación por méritos y conocimientos. Una vez contratado, el asesor podría ubicarse en cualquier categoría.

Ante los cuestionamientos emitidos, el mismo ministro de Agricultura, Javier Ponce, respondió en una comunicación dirigida a la Contraloría: “… debo señalar que los asesores seleccionados para el despacho ministerial, en mi opinión, cuentan con el perfil idóneo para desempeñar las funciones, de ahí que se haya dispuesto su contratación. En todo caso la Dirección de Administración de Talento Humano es la unidad competente para registrar en los instrumentos correspondientes el cálculo de dicho puntaje, respondiendo este a un procedimiento interno, a cargo de dicha unidad.”

Ahora me entra la duda. Los informes prueban que tan solo tres ministerios han hecho las cosas bien en la contratación de asesores. No puede ser que la mayoría haga las cosas mal, así que me decido a explorar la situación del Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano. Obviamente, por ser la secretaría de Estado que se encarga del ordenamiento de los recursos humanos del sector público, debería ser el más cuidadoso en sus contrataciones, ¿no?

El informe correspondiente sorprende. Empieza con el título “Documentación Incompleta en los expedientes de los asesores contratados”, pues resulta que los formularios de calificación de los asesores no están firmados por un responsable de Talento Humano. En otras palabras, en ese ministerio nadie puede certificar la validez de documentos, calificaciones y expedientes de los asesores. ¿Y quiere saber más? Seis de los asesores ministeriales, al iniciar sus funciones, no presentaron sus declaraciones juramentadas de bienes. Entonces, si en el ministerio que se encarga del Talento Humano se contrata a asesores fantasma, ¿qué se puede esperar del resto de entidades gubernamentales?

Como para salir de dudas, miro el informe sobre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Admito que a estas alturas no me causa ya sorpresa que el documento explique que ahí tampoco sirvió de nada la experiencia ni la formación para contratar asesores, ni que se les haya contratado sin los informes correspondientes. Me queda como consuelo que en ese ministerio solo se contrató a 32 asesores, no como en otros, en los que la cifra de asesores superó los 150.

Exactamente los mismos criterios se repiten en los informes que hablan de las contrataciones de asesores en los ministerios de Educación, Relaciones Laborales, Cultura y Telecomunicaciones.

Los informes demuestran que los ministerios se han convertido en gigantes agencias de empleos en donde no siempre las normas son las que priman. La excepción es el cumplimiento de la norma. Tras constatar esta ingrata realidad, me pregunto: si con los asesores de los despachos de los ministros pasa esto, ¿qué estará pasando con la contratación de miles de empleados públicos a todo nivel? No quiero ni pensarlo. En los ministerios donde se hallaron irregularidades se pusieron en juego 14 millones de dólares distribuidos en sueldos de los asesores ministeriales.

Informe del Ministerio de Relaciones Laborales

Informe del Ministerio de Telecomunicaciones