Por Luis Quiroz / @luisnapoquiroz
Los noticieros y la web se llenan con frecuencia de escándalos de corrupción que sacuden las audiencias y llenan primeras planas durante unos días: grandes corporaciones multinacionales involucradas con mal uso de recursos, empresas mineras pactando con autoridades para explotar la tierra sin cumplir con las leyes, que la industria de las armas, que la Wolkswagen, que la FIFA, que los gobiernos y sus ministerios, que Chevron, que Nestlé y la CocaCola…
Y todo eso es cierto.
Pero muchas veces, sin discriminación alguna, metemos en el mismo saco de estos corruptos de alcurnia a los honestos –y, personalmente, creo que estos son más numerosos.
Pero muchas veces, sin discriminación alguna, metemos en el mismo saco de estos corruptos de alcurnia a los honestos
“El gobierno de Correa es corrupto”, se vocifera en Ecuador sin clemencia, llevándose por delante la honra de miles de personas que hacen su trabajo honestamente. Y seguro que en los gobiernos, en la FIFA y hasta en Chevron hay más gente honesta que el grupillo de corruptos que dan esa fama.
Pero, ¿dónde se forjan los corruptos?, ¿dónde se aprende a ser corrupto? O acaso, ¿la corrupción está invisiblemente arraigada a nuestra condición humana?
La corrupción de alto nivel siempre estará en los titulares de los medios de comunicación, en la web y en los memes de las redes sociales. Pero hay otra corrupción que no sale ni nunca saldrá en los medios: esa corrupción cotidiana, invisible pero presente en nuestra vida desde el inicio del día, la que no se ve ni identificamos en nosotros mismos, la corrupción solapada y de poca monta que incluso sirve de escuela y ejemplo para nuestros hijos.
Pero, ¿dónde se forjan los corruptos?, ¿dónde se aprende a ser corrupto? O acaso, ¿la corrupción está invisiblemente arraigada a nuestra condición humana?
¿Será esta corrupción imperceptible la que nos lleva a ser después expertos corruptos a gran escala? Revisemos unos cuantos casos:
Caso 1.- utilizar la influencia de un amigo/a para obtener una ventaja sobre otras personas.
Ejemplo: Colarse o hacer colar a alguien en la fila del banco.
Caso 2.- Utilizar atajos ilegales para alcanzar un objetivo.
Ejemplo: tratar de meterse con el auto al inicio del carril de giro permitido.
Caso 3.- Soborno
Ejemplo: cuando una profesora da caramelos y buenas notas a un niño para que el pequeño no cuente a su mamá que le pegó en clase.
Caso 4.- apropiación indebida de dineros
Ejemplo: cuando te dan un vuelto demás y te lo quedas.
Caso 5.- faltar a la verdad en beneficio propio.
Ejemplo: hacerse el dormido en el bus para no ceder el asiento a la señora embarazada que se puso de pie a tu lado.
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La lista de casos puede ser larga y en cada pequeña acción de irrespeto nos encontraríamos con la corrupción que no vemos. Si hacemos el mismo ejercicio introspectivo respecto a la violencia, a la discriminación, al racismo, al machismo y otras cualidades humanas, podríamos llenar varias páginas de casos invisibles.
Al ver en los noticieros las guerras, los atentados, las muertes y el dolor descubro la más grandes y baja de las corrupción que pueda existir: El robo, robar vidas humanas para obtener dinero, vender armas por dinero, hacer guerras por petróleo, inventarse enemigos para ser dueños del mundo, robar. Robar vidas.
¿Qué puedo hacer yo desde mi pequeña vida? ¿Cómo puedo evitar que mis hijos vivan en un mundo plagado de corrupción donde robarnos la vida es tan común?
