Los nombres de la Revolución II

Por La Barra Espaciadora

Esta es nuestra segunda entrega de Los nombres de la Revolución y tal como hicimos en la primera parte de este trabajo, exponemos los perfiles de otros personajes que son claves en el proyecto de Revolución Ciudadana que encabeza el presidente Rafael Correa. Lo hacemos evitando los mecanismos tradicionales, excavando algo en archivos y datos que para la mayoría han sido olvidados o escondidos.

Conocer pormenores de algunos de los cuadros clave del Gobierno nos permitirá comprender mejor hacia dónde va este proyecto político. Con esta idea en mente, La Barra Espaciadora muestra a los personajes del proceso como piezas de un tablero sobre el cual jugamos todos.

El vicepresidente que salió de la tele

Jorge Glas Espinel

Está en el Gobierno desde el inicio. Su relación con el presidente Rafael Correa comenzó en la adolescencia, cuando era estudiante secundario del colegio Cristóbal Colón, donde los dos fueron parte del grupo 17 de scouts.

Años después, con su tío Ricardo Rivera, formó un grupo de empresas de telecomunicaciones, entre ellas, Televisión Satelital. Fue precisamente en ese canal en donde fundó un espacio de opinión en el que, frecuentemente, contaba con las opiniones del economista Rafael Correa.

Desde el 2007 ha ocupado cargos de alto nivel: fue gerente del Fondo de Solidaridad, ministro de Telecomunicaciones y ministro coordinador de Sectores Estratégicos. En todos estos puestos ejerció influencia en las políticas del sector de las telecomunicaciones y, aunque fue constantemente acusado de ser juez y parte en esa área, el presidente nunca escuchó. Glas fue clave también en la ejecución de los principales proyectos del Gobierno, entre ellos el Coca Codo-Sinclair y la Refinería del Pacífico. En todos esos casos fue un puntal en la negociación con el gobierno de China. Solo en el primero de los proyectos, valorado en 2.200 millones, el gigante asiático financiará el 70% mientras que para la refinería, que cuesta más de 12 mil millones, la mayor parte provendrá del Banco de Desarrollo de China, aunque hasta la fecha no se conoce el monto ni las condiciones de tal financiamiento.

También fue el principal impulsor para que la constructora brasileña Norberto Odebrecht vuelva a trabajar en el país, pese a que fuera expulsada por decisión del mismo presidente Correa, tras detectar graves problemas en al menos cinco obras de ingeniería encargadas a esa compañía.

El capítulo más negro protagonizado por Glas fue el de la obtención de su título profesional en la Escuela Superior Politécnica del Litoral. Una parte de su tesis fue copiada del sitio de internet rincondelvago.com. Aunque la universidad no anuló el título conferido al ya vicepresidente de la República, reconoció que de las 162 páginas que componen la tesis, 79 «son irrelevantes y su lectura debería ser omitida» porque fue sacada de la web “de forma íntegra”. Todas esas páginas fueron selladas con una leyenda al respecto. Además la universidad pidió que el vicepresidente se disculpara, cosa que jamás ocurrió. Del tema no se volvió a hablar.

Los hermanos que “venden” el régimen

Vinicio y Fernando Alvarado Espinel

Los hermanos Alvarado Espinel son primos del vicepresidente Jorge Glas Espinel. Cuando era estudiante del Colegio La Salle, en Guayaquil, Vinicio Alvarado Espinel estuvo a punto de zanjar a golpes una discrepancia con el estudiante Rafael Correa Delgado. La riña no se dio pues Alvarado consideró que Correa es un año menor que él.

Ninguno imaginaría que décadas después tendrían tan estrecha vinculación política.  Vinicio Alvarado se adhirió al proceso de PAIS en el 2006, durante la campaña presidencial, cuando Juan Carlos Toledo lo contrató para que se hiciera cargo de la publicidad. Junto con la empresa mexicana de marketing político Cuarto de Guerra, encabezada por Carlos Mandujano, terminó haciéndose cargo de la exitosa campaña que llevó a Correa a la Presidencia.

Antes de esta experiencia, Alvarado había dirigido la campaña del socialcristiano Isidro Romero, también tenía vínculos de publicidad con el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Es uno de los seis hijos de Humberto Alvarado, quien fue concejal socialcristiano en Quevedo y quien, luego del exitoso emprendimiento político de su hijo, también se vinculó a PAIS, movimiento con el cual fue electo asambleísta.

Su madre, Deysi Espinel, es embajadora ecuatoriana en Costa Rica y su hermano Carlos fue parte también del proceso de PAIS, fue candidato a la prefectura del Guayas pero fue expulsado del movimiento luego de encabezar incidentes en el tribunal electoral de esa provincia. Ahora lidera Percrea, una de las agencias de comunicación de la familia.

La familia Alvarado ha despuntado con sus negocios en la publicidad y la comunicación. Vinicio Fundó Creacional, de la que a su vez se originó Uma y luego Percrea, tres de las empresas que siguen brindando servicios al Estado, además de Lednym S.A., otra firma que factura a varias dependencias gubernamentales, aunque su razón social no tiene que ver con la comunicación.

En la actualidad ya no se puede obtener información financiera de estas compañías. Los últimos datos que se hicieron públicos corresponden al 2008.

Vinicio Alvarado es pieza clave en el gobierno de Correa. Fue secretario de la Administración en el 2011, asumió una posición de “superministro”, tanto que en ausencia de Correa llegó a presidir el gabinete. También fue clave en la vinculación de su hermano Fernando con el Gobierno. Hasta el 2007, Fernando fue gerente de Comunicaciones de Interagua y después de eso se acercó a Correa como asesor en Comunicación. Luego fue secretario particular del presidente hasta que en el 2009 fue nombrado Secretario Nacional de Comunicación, cargo que ostenta hasta la fecha.

Su hijo José Francisco está vinculado en el caso Vialmesa, relacionado con los contratos de almacenamiento y distribución de urea con el Gobierno. En cambio, el sobrino de los funcionarios, José Luis Álava Alvarado, fue condenado a cinco años de prisión en Costa Rica por el delito de abuso sexual a una menor de edad, hecho que se habría producido en la casa de la embajadora de Ecuador en ese país, Deysi Espinel.

Un cuestionado doctorado familiar

Apartado especial merece la familia Alvarado Espinel, un grupo familiar vinculado desde siempre a los negocios de la comunicación. La cabeza de la familia fue Humberto, fallecido asambleísta de PAIS y titular de la radio Ondas Quevedeñas, emisora que lo catapultó a la política en su cantón y luego en la provincia de Los Ríos. También fue propietario de Ondas Quevedeñas Televisión. Se conoce que Deysi Espinel también tendría una frecuencia radial a su nombre, aunque tal información ya no se la puede obtener de las páginas de internet correspondientes porque tales archivos ya no son públicos.

Esta familia también protagonizó un hecho fuera de lo común en el ámbito académico y político del país: su interés por la comunicación les hizo estudiar y obtener un título conjunto de doctorado. Humberto Alvarado fue presidente de la Federación Nacional de Periodistas y bajo esa posición estableció un convenio con la Universidad Nacional de Loja que permitió crear un doctorado en Comunicación. En este doctorado se inscribieron los cuatro miembros de la familia Alvarado y cursaron sus estudios hasta el año 2000. En el 2005, muy por fuera del plazo que tenían, presentaron una tesis conjunta con la que obtuvieron el título.

El proceso y el documento de grado tendrían graves inconsistencias. Una de ellas es que la Universidad Nacional de Loja no estaba autorizada para proveer títulos de doctorado sino solamente de maestría. Este fue el único título otorgado de entre todos los inscritos en el curso. La ceremonia de graduación tuvo lugar en la sede de la Federación Nacional de Periodistas en Guayaquil, no en el campus universitario, y el trabajo de tesis fue dirigido por el licenciado Campos Ortega Romero, cuyo título, inferior al de doctor, le impedía cumplir esa función.

La tesis cuenta con más de 200 páginas, de las cuales solo 74 corresponden a la investigación, el resto reúne el plan de tesis y los anexos. De esas 74 página, alrededor del 40% serían copias textuales de páginas electrónicas.

El cantante que escribe los discursos

Galo Mora Witt

Mantiene una cercana amistad con el presidente Correa desde el 2005. Cuando inició el régimen, fue asesor cultural del flamante mandatario y ocupó el puesto de Director de Discursos. De su pluma nacieron las principales intervenciones del mandatario. Luego, en el 2008, fue designado ministro de Cultura y en el 2010, posesionado como secretario particular del presidente. Desde esa posición se convirtió en un puntal ideológico del presidente, aunque a finales de ese mismo año fue puesto a cargo de la dirección del movimiento político de gobierno, con la misión de fortalecerlo con miras a cumplir los objetivos electorales que estaban por venir.

 Mora ha estado vinculado desde siempre con la cultura. En la década del 70 despuntó con el grupo musical Pueblo Nuevo en Ecuador y Latinoamérica. Con él creó el Movimiento de Nueva Canción Ecuatoriana. Pero de su gestión en el Gobierno no hay mucho que apuntar, además de la vinculación de algunos de sus familiares y allegados en posiciones oficiales:

Su hermana Melania fue integrante de la Junta Bancaria y es columnista del diario público El Telégrafo. El otro hermano Mora, Alfredo, mantuvo varios contratos con el Gobierno, entre ellos, el que fue signado para la construcción de viviendas del Magisterio. Mientras tanto Miguel, otro de sus hermanos, fue secretario de Cultura del Municipio de Quito desde el 2002, con la alcaldía de Paco Moncayo, y más tarde volvió al mismo cargo con la llegada de Augusto Barrera a la alcaldía de la capital.

José Miguel Mora, primo de Galo Mora, fue gobernador de Loja en el 2009 y director del IESS en esa provincia. Su hermano Guillermo Mora ingresó como funcionario de la Superintendencia de Compañías en Azuay y luego pasó a Loja, en donde ha ocupado varios cargos en la misma Superintendencia. Además de ellos, varios parientes de Mora tienen cargos en embajadas del país, Servicio de Rentas Internas, Secap, INAR, Senplades, Banco del Estado, entre otros.

El futuro político de Mora es ahora incierto en vista de que fue acusado por Ramiro González, director del partido Avanza, de haber sido uno de quienes impidieron las alianzas para las pasadas elecciones seccionales, lo que significó un alto costo político para PAIS que el mismo presidente Correa criticó. Luego de que se conocieran los resultados del pasado proceso electoral, el máximo líder del movimiento gobiernista lo calificó de “sectarista”.

El ideólogo con bajo perfil

Fánder Falconí

El economista Fánder Falconí es uno de los creadores de la Revolución Ciudadana. Su bagaje ideológico y preparación académica fueron sustentos del proyecto del socialismo del siglo XXI en el Ecuador. A él se le atribuye la generación del primer plan de gobierno de PAIS desde el 2006, la autoría del Plan Nacional de Desarrollo y todo el modelo de planificación del Estado, así como lo que luego se conocería como el Plan Nacional del Buen Vivir. Desde la Senplades, organismo que él visualizó y creó, propuso el índice de la Constitución y coordinó su concreción.

Falconí se relacionó con Correa mientras este último era ministro de Economía durante el Gobierno de Alfredo Palacio. Por entonces, el ministro Correa conformó un grupo de asesores ad honorem entre quienes estaban Mauricio Dávalos, Eduardo Valencia, Hugo Jácome, Javier Ponce, Alberto Acosta y Fánder Falconí.

Tras la salida de Correa del ministerio, el grupo continuó con sus actividades. Más tarde, fue en la casa de Acosta donde decidieron apuntalar la naciente carrera política del ex ministro. Para ese momento, al grupo se habían integrado Virgilio Hernández, Ricardo Patiño,  Javier Ponce, Hugo Jácome, entre otros. El primer paso fue la redacción del plan de Gobierno bajo la coordinación de Falconí.

Conseguido el objetivo de llevar a Correa a la Presidencia, Falconí se convirtió en el puntal de la planificación del régimen. Desde ahí no dejó de lado sus convicciones conservacionistas. A la larga, este se convirtió en el principal motivo de conflicto con el presidente. Las discrepancias estallaron cuando Correa desarticuló el grupo que se encargaba de negociar internacionalmente el proyecto Yasuní-ITT, en el que participaba también Falconí. Pese a ello, el ideólogo sostuvo su relación con el régimen. El mismo proyecto Yasuní ITT, que le fue delegado a Ivonne Baki, recibió un impulso significativo por parte de Falconí, quien siempre se opuso a la explotación petrolera en esta zona amazónica.

Aunque dejó de ocupar cargos públicos, el ex secretario Nacional de Planificación y canciller,  no se ha separado totalmente del proceso político de PAIS.