Por Javier Alonso / @javier12mayo
Luke tiene un pasado polifacético: criado en el seno de un hogar desestructurado, empezó como un sencillo granjero. Con apenas 19 años se aventuró como piloto de combate, se convirtió en un caballero Jedi y en una de las figuras más reconocibles de las fuerzas rebeldes.
La siniestra sombra de su padre siempre se ha cernido sobre él, por lo que muchos pensaban que algún día traicionaría a la República. Sin embargo, demostró su integridad rechazando un puesto de funcionario de por vida junto al Emperador Galáctico, pese a las presiones de su progenitor.
Ahora, él y su hermana Leia son figuras públicas que a duras penas conceden entrevistas a medios de prensa. El equipo de La Barra Espaciadora tuvo la suerte de conversar con Luke, aprovechando su reciente y fugaz visita por Ecuador, y comprobó la capacidad de este guerrero de mimetizarse con el entorno en el que se encuentra de un modo asombroso:
Ante todo, bienvenido a Ecuador, Luke. ¿Qué te trajo por estas tierras?
En realidad, estoy de paso. Solo me detuve a tanquear mi aeronave y a comprar bizcochos de Cayambe… ¡Son deliciosos, ¿no?!
Sí, más o menos. Con quesos de hoja saben mejor… Sí, tienes razón. Pero, háblanos de tu infancia. ¿Dónde naciste?
Yo nací, crecí y viví en un planeta arenoso y caluroso, algo parecido a la ruta spondylus, pero con androides en lugar de chicas. Era reaburrido, así que en cuanto pude me fui de casa.
¿Y cómo te fue tras independizarte?
Pues, más o menos… De Jedi no se cobra mucho, ¿me chachas? Así dicen aquí, ¿no? Además, el Gobierno me retiró el bono por votar en contra de la Orden 66. Pendejos, corruptos…
¿A qué te dedicas ahora?
Estoy sacando una Maestría en Dirección de empresas, en la Universidad Bolivariana de Dagobah. Quiero montar mi propio negocio y colgar de una vez la espada láser.
¡Ah, qué bien… Éxitos en tu carrera! Pero, háblanos un poco más de la relación con tu padre.
Hmmm… No era muy buena… Mi padre nunca vio bien que yo no quisiera seguir con el negocio familiar. Discutimos, me cortó una mano, luego yo le corté una a él… En fin, tu padre se pasa al lado oscuro y ahí sí que te fregaste…
Luke, tú que conoces bien los lugares que visitas, ¿crees que el presidente del Ecuador, Rafael Correa, podría llegar a ser un Jedi, obviamente, con el entrenamiento adecuado?
Es posible: la técnica del control mental ya la maneja bien, lo demostró con la Ley de Aguas, que fue aprobada usando el viejo truco de distracción jedi, durante el partido de fútbol Ecuador-Francia. Además, ya cuenta con otros tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Sin embargo, debo decir que hay cosas que no cuadran en el camino de ser un Jedi: en mis tiempos de rebelde, yo apoyé su anterior lucha contra el Imperio capitalista y contra el FMI, pero en la actualidad no apruebo su política extractivista en el Parque Nacional Yasuní y en la zona boscosa de Intag. ¡Por menos que eso los ewoks del bosque de Endor se alzaron contra los soldados imperiales!
Además, ha perdido a varios de sus -digamos-, mejores soldados en las principales alcaldías del país, incluso en la capital… ¿Cómo ves -por ejemplo- al nuevo alcalde quiteño, Mauricio Rodas?
Creo que la fuerza no está con él. ¡Debería hacer algo contundente de una vez, como solucionar el intenso tráfico de automóviles en Quito! ¡Debería retomar decididamente el proyecto del metro para evitar las aglomeraciones, porque en la ecovía hay más choros que en la Cantina de Mos Eisley!
Luke, que hasta este punto de la entrevista se mostraba tranquilo, empezó a dar ciertas muestras de agitación. Pequeños gestos, como sus cambios de postura en el sofá o su forma de juguetear con la empuñadura de su arma, revelaban que había algo que le molestaba seriamente. Su admirable aplomo para hablarnos de los detalles sobre su belicoso y controvertido pasado, o de sus difíciles circunstancias familiares, habían dado paso a una leve irritabilidad.
Luke, ¿estás bien? ¿Te ha pasado algo?
En realidad, sí me pasa: ahora que vengo del nuevo aeropuerto -que está lejísimos, por cierto- he tenido que tomar un taxi, pues aquí en la Tierra no puedo usar libremente mi aeronave por esto del Pico y Placa, y el taxista me cobró demás con la excusa de que tenía el taxímetro averiado. ¡Siempre salen con algún pretexto para sacarnos más plata cuando tenemos pinta de extranjeros, es que aquí en Ecuador a los que parecemos medio gringos siempre nos ven la cara!
La irritación iba en aumento, así que, para evitar problemas, decidí dar un giro a mis preguntas:
Luke, ¿has seguido las incidencias del Mundial de fútbol de este año? ¿Qué opinas del resultado?
En primer lugar, no me hables como comentarista deportivo, por favor… ¡Qué es eso de ‘seguir las incidencias! Lo siento, pero es que no entiendo cómo puede haber gente que dice tanta sandez detrás de un micrófono… Pero, bueno, respondiendo a tu pregunta, creo que los teutones han hecho un gran uso de la fuerza. Aunque no entiendo mucho de fútbol: yo soy hincha del Tatoinne FC, que sigue en segunda de la regional intergaláctica, y lo máximo que he jugado son partidos amistosos contra moradores de las arenas. Además, me consta que el despiadado Darth Blatter, presidente de la FIFA, usó tácticas sith para negociar con el Gobierno de Brasil, que se dejó seducir por el reverso tenebroso de la fuerza…
Hmmm, es un tema polémico. Hasta muertos ha habido por hablar mal de ciertos dirigentes de la FIFA, ojalá no pase nada contigo, Luke, y puedas volver sano y salvo a casa. ¿Qué es lo que más echas de menos de Tatooine, tu tierra?
La gastronomía, sin duda: un ceviche o un encocado no pueden compararse con un buen plato de sarlacc, con su arroz y sus patacones. También echo de menos la ausencia de productos importados. ¡Da pena ir al supermercado! Recorres las perchas y no encuentras ya nada, ni algún cereal decente para el desayuno. En las tiendas de Tatooine hay de todo.
Supongo que has tenido oportunidad de viajar por el ancho Universo. ¿Qué rincón de la galaxia nos recomiendas visitar cuando podamos contar con naves intergalácticas?
Mira, el cinturón de asteroides del borde exterior está muy bonito en verano. Aunque es temporada alta merece la pena…
Para terminar, Luke, te deseamos un buen viaje de regreso, y que seas siempre bienvenido a este rincón de la galaxia.
Muchas gracias a ustedes y acuérdense de que la biodiversidad, como ustedes llaman a la naturaleza, que es inmensamente más grande que el diminuto planeta azul donde ustedes intentan vivir, vale más que todos los créditos espaciales. ¡Muchas gracias, y que la fuerza les acompañe!