Nuevas Amazonas defienden la Kawsak Sacha (Selva Viviente)
Desde hace aproximadamente seis mil años, tanto griegos y romanos, como españoles y americanos, construyeron a través del arte y de la narrativa un sinnúmero de historias sobre la existencia de una raza de mujeres guerreras: las amazonas.
Sin ser ahora tan relevante su verdadero origen, a estas mujeres míticas se las dibujó como guerreras poderosas, hijas de dioses, seres a quienes jamás ningún hombre pudo dominar.
Hoy las mujeres ya no permanecen ajenas o en la retaguardia de la guerra, como ocurrió durante milenios. Ahora están tanto en las tomas de decisión como en el campo de batalla. La Asamblea Nacional fue esta semana el escenario donde un grupo de nuevas amazonas inició otra batalla, cuerpo a cuerpo, en defensa de la vida y de sus derechos.
Patricia Gualinga, líder indígena de la nacionalidad kichwa Sarayaku, no es ni hija ni descendiente de ningún dios de aquellos, sino una de las herederas de la Kawsak Sacha (Selva Viviente), tierra por la que lucha, con arco, con flechas, con puños, contra la explotación petrolera en la Amazonía sur ecuatoriana.
Y en esta guerra ¿dónde están los varones? Se cuenta que Carlos Viteri Gualinga, presidente de la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional y primo directo de Patricia, la observaba desde lejos, desde su curul, mientras ordenaba sus papeles. Esos eran los documentos que minutos antes usó para presentar el informe de su Comisión, con el que se dio luz verde a la explotación de los bloques 31 y 43 del Parque Nacional Yasuní.
Patricia, mientras dejaba el lugar, también lo miró.