Por Yalilé Loaiza
Traducción y contenido multimedia: María Susana Roa
Un día cualquiera llegó a mi lugar de trabajo un hombre en bicicleta. Era hindú y se preparaba para una entrevista en el programa radial universitario My voice, my story. Sonreía emocionado por conocer el campus universitario número 400 en su recorrido. Hablaba algo de español. Y otros diez idiomas.
Somen Debnath Dominik decidió abandonar su natal Bengala Occidental –uno de los 27 estados de la India– y emprender un viaje alrededor del mundo con un claro objetivo: generar conciencia sobre el VIH/sida, mediante charlas y seminarios. Su tarea se dirige principalmente a personas de escasos recursos en zonas urbanas, rurales e incluso tribales, en donde se registra el menor nivel de conocimiento sobre este mal. Entre experiencias agradables, robos y un secuestro, Somen continúa con pie firme en su «misión», como él la llama.
Motivado por el estigma sobre el sida y la falta de conocimiento al respecto, Somen extendió su misión a toda su aldea, después a todo el país y en adelante ha construido una campaña mundial que registra en imágenes en su cuenta de Instagram. El 27 de mayo de 2004, a los 21 años y acompañado de su fiel bicicleta, comenzó el tur global para el Programa de Concienciación sobre el VIH/sida y Seminario sobre Cultura India, una misión que busca llegar a 191 países hasta el 2020, recorrer casi 200 000 kilómetros y alcanzar a 20 millones de personas.
Para Debnath Dominik es esencial visitar el lugar donde los casos ocurren y trabajar con las personas. Como antropólogo, reconoce que ama aprender de la cultura e involucrarse en la comunidad a la que llega para absorber todo lo que tienen para enseñarle. Él dice no distinguir entre culturas y aceptar la diversidad que cada una le presenta. Debnath Dominik comparte su profundo conocimiento sobre la cultura india y apoya programas de deporte, teatro y yoga con los estudiantes con quienes trabaja.
En mayo de 2017, como parte de su recorrido por Latinoamérica, Somen Debnath Dominik visitó Ecuador. Durante su viaje, conversó con La Barra Espaciadora sobre su labor y sobre el impacto que esta ha tenido en el mundo.
¿Cuál es la inspiración para tu viaje?
Cuando tenía 14 años leí un artículo llamado ‘El sida, más mortífero que el cáncer’. Relataba la historia de un hombre sin hogar que fue abandonado en frente de la Facultad de Medicina de Calcuta para que muriera solo. El artículo me impactó mucho y comencé a investigar más sobre el tema. Mis profesores no pudieron brindarme las respuestas que tanto buscaba. Por esa razón, dos años después, decidí obtener capacitación especializada en el Centro de control del sida del Estado de Bengala Occidental.
¿Cuántas conferencias has hecho desde entonces?
He visitado aproximadamente 2 000 instituciones y 5 000 organizaciones estudiantiles nacionales. He tenido la suerte de conocer a más de 17 presidentes, 50 primeros ministros y los embajadores de India que he conocido siempre me han apoyado para que continúe con mi viaje.
¿Qué tipo de conocimientos se imparten en tus seminarios?
Queremos educar a personas de todo el mundo y de diferentes partes de la sociedad. En las instituciones que capacito se alienta a crear un programa de conciencia sobre el VIH/sida, se promueve el uso de jeringas limpias en adictos y condones en trabajadores sexuales. Mi objetivo es crear conciencia en la juventud e inspirar a oenegés a hacer lo mismo en sus respectivos países.
¿Por qué escogiste una bicicleta como medio de transporte?
Primero, la bicicleta es uno de los vehículos más fáciles de usar, me puede llevar hacia muchas más personas. Segundo, es amigable con el ambiente, otro de los temas por los que debemos preocuparnos. Y tercero, me mantiene en forma de una manera bastante simple. Además, al principio no tenía patrocinadores que me ayudaran con los gastos, así que recurrí a este vehículo.
¿Cuántas bicicletas has usado hasta ahora?
Estoy en mi séptima bicicleta. Dos dejaron de funcionar, dos me robaron y envié 2 a mi museo en India.
¿Cuál ha sido tu recorrido?
En 2004 comencé recorriendo India, cubrí casi todas las provincias de mi país. Continué recorriendo países en Asia, hasta que en 2008 viajé a Europa, donde mi principal trabajo consistía en trabajar con personas de comunidades afectadas por el síndrome. Dependiendo de la situación, les enseñaba sobre VIH o sobre cultura india. También he viajado a África, Oriente Medio y América del Sur, y planeo seguir hasta llegar a Canadá. En 2018 planeo llegar a Rusia y a China. A Oceanía en 2019 y aproximadamente para mayo de 2020, estaré de vuelta en India.
¿Cuál ha sido la experiencia más difícil que has vivido durante tu viaje?
Cuando fui capturado por los talibanes en Afganistán. Pensé que nunca saldría, estuve capturado durante 24 días. Salí ileso gracias a mi conocimiento sobre comida picante –fui su cocinero durante 11 días– y a la buena voluntad de uno de mis secuestradores, quien sabía inglés y me ayudó a que los otros entendieran la naturaleza de mi labor. Creo que todos tenemos una misión, ese fue el mensaje que les di. Yo respeto mi misión y ellos tienen su misión individual. Yo no puedo juzgar a nadie.
¿Qué piensas de Ecuador?
Creo que las personas y la cultura son bastante interesantes y eso es lo que atrae a tantos turistas. Sin embargo, su sistema de turismo podría ser mejor organizado. Es un país muy hermoso, con mucho potencial.
¿Qué consejo darías a quienes quisieran seguir tu ejemplo?
Si quieres saber qué tan profundo es el río, no deberías meter un palito para verlo, deberías saltar. Si deseas viajar, solo salta, solo hazlo. Durante los viajes te conoces, encuentras tu identidad.
Interesante entrevista!
Gracias por compartirla!