Un ex Menudo dice que el dinero viene con instrucciones

Por Adriana Bucheli / @adri_maye

¡Que levante la mano quien se muera por conocer al famoso cantante de sus temas preferidos! Yo, como la mayoría, no solo levanto la mano sino hasta las piernas, porque no niego que tengo un montón de artistas de uno u otro género con quien quiero sacarme esa típica foto del recuerdo.

Cuando una querida amiga dedicada a las relaciones públicas me dijo: “¿te interesa una entrevista con Xavier Serbiá, el copresentador de CNN Dinero?”, yo salté de la silla y casi pego el grito. ¡Sí, obvio que sífff!, le contesté, con la cara toda sonrojada. No solo que el personaje -que llegaba al país para grabar parte de una serie de entrevistas a empresarios- es un duro de la economía, sino que además ¡es un ex Menudo! (Si usted ha pasado ya los treinta abriles, o agostos o diciembres, seguramente los conoció. Si no, le cuento que Menudo era una boy band puertorriqueña que nació en 1977, pero que tomó fuerza en 1980 y se popularizó con los años hasta que en 1997 se convirtió en MDO).

De la banda despuntaron cantantes solistas como Ricky Martin o Robi Draco Rosa, y actores como Charlie Massó y Johnny Lozada. Pero no todos siguieron en las tablas por mucho tiempo más.

El día del encuentro no comí de la emoción, y eso es en mí algo inverosímil. Pero es que era imposible pasar bocado, solo un tecito para los nervios y a trabajar como loca para salir a tiempo. La habitual lluvia de Quito por las tardes y el intenso frío me obligaron a vestir una chompa que echaba a perder mi pinta para la cita, pero ya en el hotel donde nos encontraríamos, el frío se había desvanecido. ¡Ah, nofff, qué me voy a dejar ver del Xaviercito en estas fachas! Subí al ascensor y me deshice de la chompa. Iba a llegar con las justas al piso donde me esperaba. Mientras me acomodaba el pelo para salir, entró un señor muy bonito al ascensor. Nos miramos:

-¿Tú eres Adriana?

-¡Sí! y tú, ¿Xavier?, le dije, casi sin poder moverme.

-Mucho gusto, dame dos minutos y estoy contigo, respondió.

Me tomó del hombro y me dio un beso en la mejilla. Yo, pobre, aún medio pasmada, asentí con cara de boba y le sonreí al salir del ascensor, con ojos de huevo frito. A ti te espero toda la vida, papito, susurré, cuando la puerta se terminaba de cerrar.

El jovencito de melena rubia, medio larga, sonrisa amplia y divina, se había convertido en un hombre maduro e interesante pero conservaba esa sonrisa que me tenía con las medias chorreadas. Un poco picarón, se quitó los lentes para salir mejor en la foto.

-Yo sé que tú te ves muy bien con espejuelos, pero yo no, por eso me los quito.

¡A vos qué te va a quedar mal nada, muñeco!, pensé, mientras su olor a recién salido de la ducha hacía volar mi cochambrosa imaginación.

***

Ahora, las cámaras lo captan al frente de un programa económico en CNN. Entonces, la pregunta de cajón: ¿cuál es la diferencia entre haber salido en la tele como estrella de la música y ahora, como presentador? Al tiempo que se acomodaba en el sillón, con un ademán de súbete a mi moto, me dijo que el estar en un set de noticias es más estresante: cámaras, luces, cifras, esas cosas… “En ambos casos hay responsabilidad con el público, pero cuando era cantante podía darme el lujo de hacer estupideces”. Ahora no, pues le toca estar pilas con los entrevistados, no vaya a ser que caiga algunito medio trucho con una movida chueca… Traté de volver a mi papel de periodista, tragué saliva, guardé la debida compostura y le pregunté cómo fue que llegó ese momento de dejar la música para cambiarla por la economía.

Pues, resulta que entre 1980 y 1983, Xavier era un muchacho que vivía con todos los vientos a su favor, traía a todas las mujeres locas, compraba ropa que combinaba a la perfección y motos para cada día de la semana. Pero, “ese Xavier guapo, lindo, juguetón era un idiota con el tema del dinero”, reconoce, sin ninguna compasión. “Era miel, se me pegaba todo el mundo, los familiares, los vecinos… porque tenía más plata. Hasta el gobierno quería que pagara más impuestos”. Poco después, Xavier perdió harta plata por no saber administrarla, por gastar sin miedo y por dejarla en manos equivocadas. Un Cantinflas financiero -dice él- especuló con su dinero en la bolsa de valores y le hizo perder el 60% de todo. Cuando descubrió la estafa de este corredor de bolsa, lo demandó por 2,7 millones de dólares y en medio de la investigación, se involucró a fondo con el tema del dinero.  Por lo complicado del caso le tocó hacer un acuerdo fuera de corte para recuperar algo, mucho menos, según él. «Eso fue una cachetada… me gradué en el doctorado de la idiotez del dinero». Para no volver a caer embaucado, decidió estudiar una maestría en Finanzas y Economía. 

Pero, ¿qué hubiera sido de Xavier si no le ocurría esta desgracia? ¿Seguiría siendo famoso? Ni él mismo lo sabe. A algunos familiares no les convencía que lo fuera, en cambio, a su madre le encantaba la idea: el canto y el baile daban un buen billetito. A lo mejor se quedaba en el mundo artístico… Pero ocurre que en su casa también se hablaba mucho de política y de economía y esos temas daban vueltas en su cabeza.

Ahora, el ex Menudo se dedica a explicar que “el dinero viene con instrucciones”. Xavier le llama a esto la menudocratización financiera, ese conocimiento sobre economía para la gente que maneja “el menudo”, o, como decimos en Ecuador, “los sueltos”, el sencillo… Es algo que va más allá de que la gente tenga conocimientos de finanzas personales. Se trata de ideas de emprendimiento y conocimientos macroeconómicos. Xavier habla de la imposición de nuevos tributos y el que se estudia en Ecuador, sobre el consumo de comida chatarra, salta a la discusión. Un impuesto así afecta al consumo individual porque a lo mejor y el producto que va a comprar para sustituirlo es más caro y puede afectar al bolsillo, según Xavier. «Uno tiene que estar bien informado de las políticas macroeconómicas». También hay que aprender del espíritu emprendedor para generar negocios, definir una oportunidad de negocios e identificarla basándonos en las necesidades de mercado, por si mañana uno se queda en el desempleo. Además hay que saber cómo las políticas macroeconómicas (reserva federal, otras economías, empresas más grandes, el gobierno) afectan a un negocio pequeño.

Pero, vamos, hay que reconocer que la información de macroeconomía no es muy divertida para la mayoría. Muchos no leen las secciones económicas de los diarios porque les parecen aburridísimas. ¿Cómo se hace digerible una lectura sobre economía? Xavier está de acuerdo con que la gente no lee esos temas porque simplemente no los entiende. Hay dos tipos de personas que divulgan esa información: quienes saben un montón y usan toda la terminología técnica del caso, pero no saben cómo comunicar; y quienes son como el papagayo, que repite y repite todo sin entender nada, y que usa los reportes de economía como un copiar y pegar. “El tema económico del dinero es fascinante. Si un Menudo, que cantaba y llevaba entretenimiento y alegría a la gente, se puso a estudiar economía, finanzas e inversiones, es porque indiscutiblemente es fascinante”, me dice Xavier.

***

El tiempo se acaba y mi muñequito de la economía tiene la agenda a full. Esas relacionadoras públicas me lo quieren arrebatar pues debe correr a otro encuentro con unas, seguramente, no tan fans como yo. Mando a volar la vergüenza y le pido una fotito para el Feis, Whatsapp, Instagram, Twitter y demás.

Un millón de fotos desde varios celulares, millón de ángulos y ni una buena. Él, como buen famoso, no deja de rodearme con su brazo. Más abrazos, besos, lastimosamente solo en la mejilla, y la despedida final.

*El 11 de noviembre se emitió el programa de CNN grabado en Ecuador con empresarios de los sectores florícola, chocolatero, de muebles y electrocables, donde se habló del entorno para hacer negocios en el país