Yaku Pérez Guartambel habló con David Avilés Aguirre sobre su propuesta de cambiar la política extractivista por una agenda agroecológica y de turismo que dinamice la economía, sin dañar el medio ambiente. Habló también de su propuesta de crear una entidad financiera para apoyar a la comunidad migrante.
Yaku Sacha Pérez Guartambel planea llamar a una consulta popular para que sean los ecuatorianos y ecuatorianas quienes decidan si quieren frenar o dar vía libre a la minería metálica en el país. En su plan de gobierno, el candidato asegura que esta consulta también tratará la supresión de puestos innecesarios y regulará salarios en el sector público y en el privado.
Pérez -quien dispuso de 35 minutos para esta entrevista pero solo atendió a ella durante 23 minutos- se encuentra entre los candidatos que proponen eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Así -dice- quiere dar voz a la gente sobre un tema que ha abanderado desde la década de los noventa, cuando aún su nombre era Carlos Ranulfo. En el 2017, decidió adoptar un nombre afín a su causa de defensa de las fuentes del agua que le hizo parte de marchas de protesta desde su natal Cuenca hacia Quito, y que le llevó a la dirigencia de organizaciones indígenas como la Ecuarunari y la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.
En medio de la pandemia por el coronavirus, Yaku Pérez -de 51 años, nacido en la comunidad azuaya de Cachipucara, de la parroquia Tarqui– trabajaba como prefecto de la provincia de Azuay y en sus tareas de repartición de víveres, toma de pruebas y recolección de donaciones enfermó de covid-19.
En este año convulso, Pachakutik -el brazo político de la Confederación de Nacionalidades ndígenas del Ecuador (Conaie)- lo designó como su candidato presidencial. Aunque la decisión generó polémica en la dirigencia indígena, especialmente en los líderes Jaime Vargas y Leonidas Iza, Yaku dice que en este movimiento “la unidad se ha consolidado”, tanto en las 24 provincias como en sus coordinaciones en los Estados Unidos, Canadá y en otros continentes. “Después de un proceso de primarias siempre hay tensiones, porque todos tenemos aspiraciones”, pero “aquí hay democracia y no un gerente propietario”.
Según Pérez Guartambel, la Prefectura de Azuay tiene un presupuesto anual de 36 millones del que logró ahorrar 10 millones, y que sirvieron durante la emergencia sanitaria. Lo hizo bajando su sueldo a la mitad, dejó de contratar asesores y evitó rentar vehículos innecesarios. Pérez dijo que hubo una “corrupción de dispendio y despilfarro de USD 5 millones solo en promoción”. Ahora, su plan es replicar en el país las medidas que tomó en su provincia. Su plan de gobierno habla de austeridad, reducción de asambleístas y eliminación de gastos innecesarios.
Su filosofía está resumida en la chakana. Para él, este es el símbolo mayor, porque tiene los cuatro mandamientos del mundo andino, las cuatro fuerzas del mundo indígena y condensa “nuestra sabiduría: no ser mentiroso ni desleal, no robar, no ser ocioso”.
El agua es un eje transversal en sus premisas como activista y político. Se autodefine como ecologista y relata que eso le puso cuatro veces tras las rejas durante el gobierno de Rafael Correa. Recuerda con una sonrisa que en una de las ocasiones en que fue juzgado por participar en protestas, los jueces le calificaron en la sentencia de “terrorista altruista”. Su defensa del agua le costó golpes que le dejaron inconsciente en medio de los enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública. También recordó que su compañera, Manuela Picq, fue expulsada del país en el 2015, tras una marcha.
Para el candidato, lo más importante es buscar un equilibrio entre la economía del país y el cuidado del medio ambiente. Para eso dice que quiere proteger a las zonas sensibles de la extracción tanto de metales y minerales como del petróleo. Su política es antiextractivista. Según su criterio, la minería sostenible y responsable con el ambiente no existe en el planeta. Lo ha escrito en dos libros que ha publicado sobre el tema y durante la entrevista citó casos en Perú, EE.UU., Canadá y otros lugares en donde afirma hay daños irreparables. Uno de ellos -dice- está en el corazón de la localidad boliviana de Potosí, en Cerro Rico, explotado desde la conquista española hasta la actualidad.
En su plan de gobierno, Pérez propone políticas de regulación a la industria petrolera para limitar la explotación únicamente a lo que permita cubrir la demanda interna del país. Propone también limitar la expansión de la frontera petrolera y se abstendrá de concesionar territorios indígenas a petroleras internacionales.
El candidato de Pachakutik plantea una alternativa productiva para paliar la crisis que enfrenta Ecuador. Propone una agenda agropecuaria que incluye producción orgánica, manufactura y turismo como ejes. Afirma que hay otros países que viven de eso y no ve por qué el Ecuador no podría hacerlo. Del turismo es parte la cultura -asegura- y no como un elemento folclórico sino por la riqueza de los ritos, mitos e historia de las 15 nacionalidades y 18 pueblos indígenas del Ecuador, que pueden vincularse a planes de turismo vivencial, ecológico y comunitario, aprovechando la ubicación privilegiada de Ecuador en la línea ecuatorial, y su biodiversidad.
En este sentido, el plan de gobierno de Yaku Pérez se concentra en la producción para consumo del Ecuador. En sus propuestas de política internacional habla de una integración regional para cuidar la paz y el espacio común, mas no menciona nada sobre comercio exterior ni tampoco acerca de una agenda agropecuaria que incluya el fortalecimiento de la exportación.
Yaku se pregunta por qué en el país se come pan, tallarín o pizza todos los días y se continúa importando trigo, cuando hay tierra fértil donde podría ser sembrado junto a otros cereales. “Debemos volver los ojos al campo”, reclama. En volver la mirada al campo reside buena parte de su proyecto político, pues propone distribuir la ganancia de un producto garantizando un mayor ingreso para el agricultor en relación con el resto de actores de la cadena de valor.
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Para él, la prioridad es alimentar a los seres humanos, por eso aún no cree que sea tiempo de pensar en biocombustibles. Pero sí piensa en dar pasos hacia la movilidad sostenible replicando cosas que ya aplicó en la Prefectura del Azuay, donde se construyeron bicicletas de bambú para cumplir con dos objetivos: evitar el uso de metal y dar trabajo a campesinos de la costa que cultivan este insumo. Así, dice, se reducen las emisiones de CO2. “La pandemia es un momento que debe aprovecharse para impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte”, asegura. En su plan de gobierno establece claramente que se impulsará ciudades sostenibles y respeto total al medio ambiente.
En relación con políticas laborales, Yaku propone crear empleo disminuyendo las horas de trabajo mas no el salario del trabajador. De esta forma -dice- se crearán más puestos para incluir a más trabajadores, de ser necesario.
Uno de los grupos minoritarios de la población, pero considerado vital para sostener la dolarización a través de las remesas, son los migrantes. Con ellos, Pérez Guartambel ha sostenido reuniones presenciales y virtuales durante los últimos meses y años. El candidato dice que su conclusión sobre la población migrante es que “se sienten abandonados por el Estado”, no obstante, en su plan de gobierno no incluye temas de política sobre migración. En la entrevista, aseguró que una de las cosas que echan en falta los ecuatorianos y ecuatorianas que residen fuera del país es una entidad financiera, por lo que propone crear un banco o una cooperativa que trabaje con este sector. Según sus cifras, antes de la pandemia la población migrante aportaba con un promedio anual de 3 000 millones de dólares a la economía nacional. Sin embargo, Yaku Pérez tuvo que reconocer que no ha contactado a la comunidad ecuatoriana en países latinoamericanos como Argentina o Chile, aunque afirmó que es fundamental trabajar con todos.
El candidato en su plan de gobierno no habla de seguridad pública, lucha contra las drogas ni crimen organizado. Pone énfasis en la educación y en la salud y dice que su política de vivienda se basará en iniciativas desde las comunidades, con apoyo y financiamiento para la construcción de comunidades y barrios. En temas de seguridad social se enfoca en fortalecer el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social permitiéndole la compra prioritaria de empresas públicas y ampliando el seguro social campesino.
Uno de los puntos importantes en cuanto a políticas de salud es el aborto. Al respecto, Yaku Pérez Guartambel dice: “Defendemos la vida, pero se puede permitirlo bajo dos excepciones: peligro de vida y violación”. Según su punto de vista, es un poco discutible cuándo se forma la vida humana porque unos consideran que es desde la fecundación y otros desde el tercer mes de embarazo. “Yo pienso desde que el feto se relaciona con la madre, pero hay que ser profundamente respetuosos porque uno no tiene la verdad absoluta ni la sabiduría pontificia”. Sin embargo, cree que es imperativo trabajar en prevención.
Yaku cerró la entrevista diciendo que su juramento “será con la Pachamama, el cosmos, el universo, los abuelos, los ancestros, que desde el cielo nos están mirando e iluminando como las estrellas, enseñando el camino y la esperanza y la utopía que se aleja permanentemente y sirve para caminar”.
Entrevistas: David Avilés Aguirre. Investigación y coordinación: Cristina Cadena. Texto: Ana María Carvajal. Caricaturas: Wilo Ayllón. Edición y dirección de contenidos: Diego Cazar Baquero.
Esta es una iniciativa de la Colectividad Ecuatoriana Autoconvocada de Artistas y Gestores, en Córdoba, Argentina, en alianza con La Barra Espaciadora, y forma parte del espacio Mi elección 2021.
