Por Nadia Prupis
Artículo publicado originalmente en CommonDreams y traducido por nuestro medio aliado Diagonal.
El cambio climático es la principal causa de la degradación de los arrecifes de coral en todo el mundo, según un estudio pionero que arroja dudas sobre el conocimiento científico previo acerca de la erosión de los arrecifes.
El estudio, publicado el pasado miércoles en la revista Nature, muestra que incluso arrecifes coralíferos aislados, lejos de la acción humana degradante como la pesca y la contaminación -que desde hace tiempo se tienen en cuenta como las causas principales de degradación de los arrecifes- no se encuentran en mejor estado que aquellos situados cerca de áreas costeras con población humana.
Esto supone que actuar sobre problemas localizados no resultará efectivo para salvar estos ecosistemas marinos críticos a no ser que primero se contenga la emisión de gases causantes del efecto invernadero, según concluye el estudio.
«Nos sorprendió descubrir que incluso los arrecifes más aislados de impactos localizados como la polución o la pesca no estaban en mejores condiciones en cuanto a coral y vegetación marina”, explica el director del estudio, John Bruno, profesor de ecología marina de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU). “Este descubrimiento anula totalmente un paradigma fundamental en la ecología y conservación de los arrecifes de coral: la idea de que los arrecifes aislados están casi impolutos y son más resistentes al calentamiento global”.
El estudio, que analiza más de 1.700 informes sobre arrecifes de coral en todo el mundo, fue enviado al mismo tiempo que se conocía el fenómeno masivo de blanqueamiento del coral que ha devastado algunos de los arrecifes mejor conservados del mundo. Un estudio descubrió en abril que secciones de la Gran Barrera de Coral (GBC) han sido destruidas, con el 50% de la sección septentrional de la GBC ya muerta y una buena parte gravemente afectada por el blanqueamiento.
El blanqueamiento sucede cuando las aguas oceánicas excesivamente calientes provocan que el coral expulse sus algas internas, con lo que se blanquea y erosiona sus estructuras. La falta de estructura hace que las costas sean más vulnerables y pierdan habitats naturales de vida marina.
Abel Valdivia, un ecólogo marino del Center for Biological Diversity y autor del informe, declaró el pasado miércoes que “el argumento extendido de que la degradación de los arrecifes coralíferos se debe principalmente a factores locales no tiene ninguna base. Hemos descubierto que el problema tiene una mejor explicación por impactos globales como el cambio climático”.
“Para salvar los arrecifes coralíferos, tenemos que reducir nuestra sobredependencia de los combustibles fósiles, y desarrollar esfuerzos globales para recortar las emisiones de carbón de manera rápida y drástica en las próximas décadas. La gestión local por sí sola no lo va a lograr,” explicó Valdivia.