En Mangahúrco, una parroquia del sur del Ecuador, a 430 metros sobre el nivel del mar, la lluvia cae una sola vez al año. El milagro dura poco. Cuando los guayacanes florecen, ese bosque cálido seco se cubre de un manto amarillo.
El pasado 21 de enero, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró Reserva de la Biosfera al Bosque Seco de Loja y al Bosque Petrificado del Puyango. Como consecuencia, este territorio de más de 500 000 hectáreas se convirtió en parte de la Red Mundial de Reserva de la Biosfera. La Reserva de Biosfera de Bosque Seco es la sexta inscrita por el Ecuador en la Red Mundial.
Estas imágenes muestran a los guayacanes florecidos durante la noche de la parroquia Mangahúrco, en el cantón Zapotillo de la provincia de Loja.
No había conocido la flor del guayacán. Yo tengo este arbolito en bonsái y nunca florece. Gracias por estas imágenes muy bonitas.