La Barra Espaciadora
Lineth Calapucha, viceprefecta de Pastaza, denunció el jueves 10 de agosto de 2023, ante Fiscalía, que fue víctima de intimidaciones por parte de desconocidos encapuchados. Los amedrentamientos se dieron después del derrame de petróleo del 2 de agosto de 2023 en el Bloque 10, operado por la empresa Pluspetrol, en la parroquia El Triunfo, Pastaza.
Calapucha, originaria de la comunidad Shiguacocha, cercana al punto del derrame, es una reconocida defensora de los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas, y de la naturaleza. Fue vicepresidenta de la Nacionalidad Kichwa de Pastaza (Pakiru) entre 2018 y 2022. En 2023 se convirtió en la primera mujer indígena en ocupar la viceprefectura de la provincia.
La lideresa contó a La Barra Espaciadora que días después del vertimiento de petróleo, dos hombres encapuchados que se movilizaban en una moto se acercaron a Chilli Urku, una comunidad vecina de Shiguacocha. Los desconocidos preguntaron sobre el paradero de Calapucha y sobre su dirección. El 6 de agosto, extraños en un automóvil con las ventanas polarizadas volvieron para hacer las mismas preguntas.
“Debido a las circunstancias de seguridad del país, lo estamos llevando con mucha cautela”, le dijo André Granda, prefecto de Pastaza, a este medio. La prefectura, asegura su representante, tomó medidas de seguridad al interno. Además, desde la institución están siguiendo el avance del caso en la Fiscalía y se comunicaron con la Policía Nacional y la Policía Judicial para solicitar resguardo para la afectada.
“Estamos pendientes de las acciones de la Fiscalía. Somos respetuosos con los procesos, pero estamos exigiendo que actúen a la brevedad posible”, aseguró Granda.
La Viceprefecta fue alertada sobre estos sucesos por su familia. El 9 de agosto llegó a la zona del derrame para hacer una inspección como autoridad. Ese día, se acercó personalmente a la mujer que recibió los mensajes para corroborar la información.
Durante la visita a El Triunfo, Calapucha verificó que la empresa Pluspetrol estaba limpiando el punto del derrame. No obstante, al ser una conocedora de la zona, cuando se alejó del perímetro, comprobó que los riachuelos esparcieron el petróleo.
Si bien la empresa ya habría llegado a acuerdos de compensación con los dueños de los predios directamente afectados, la viceprefecta Lineth Calapucha denuncia que no se ha hecho lo mismo con las comunidades que recibieron la contaminación río abajo, entre esas, Shiguacocha.
Yajaira Curipallo, defensora del Pueblo de Pastaza, dice que aunque el derrame fue el 2 de agosto, los habitantes denunciaron que la empresa dio aviso solo después de que las comunidades del El Triunfo empezaran a protestar el 4 de agosto. Además, la falta de comunicación afectó a las comunidades ribereñas, que continuaron bañándose, cocinando y pescando en el agua contaminada con petróleo, de acuerdo con Calapucha.
La Defensoría del Pueblo está investigando la violación al derecho a la salud, al agua, a la naturaleza y a la soberanía alimentaria. La entidad visitó el sitio y ahora está esperando la respuesta a solicitudes de información realizadas a Pluspetrol y al Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica para realizar un informe defensorial.
En su visita, Curipallo comprobó que no se había levantado una declaratoria de emergencia ni parroquial ni cantonal. Tampoco se estaba dotando de agua potable a las comunidades que obtienen este recurso de los esteros y ríos.
“Los poderes se enojan cuando investigamos algo que no les gusta”, dice Curipallo sobre las amenazas que recibió Calapucha. En el pasado, la Defensora provincial fue víctima de intimidaciones por parte de personas vinculadas a la hidroeléctrica Piatúa, proyecto que fue suspendido en 2019 por la Corte de Pastaza tras comprobar varias inconsistencias en el estudio ambiental presentado por la empresa Genefran S.A.
La Viceprefecta relaciona las intimidaciones con la petrolera, pues su lucha ha sido por la protección del territorio, asegura. Esto la ha convertido en opositora política de otros líderes comunitarios que han pactado con la empresa con la justificación de conseguir obras y trabajo para los jóvenes.
“Confío en que las comunidades podemos sobresalir con bioemprendimientos y autogobierno. Pero ahora la visión indígena se ha alineado con el concepto occidental de desarrollo”, finaliza Calapucha.