El exministro de Ambiente de Perú (2011-2016) analiza los impactos de la asunción de Donald Trump en Estados Unidos y sus primeras medidas sobre ambiente y cambio climático, como la salida del Acuerdo de París.

Pulgar -líder global de Clima y Energía en World Wildlife Fund (WWF o Fondo Mundial para la Naturaleza)- se muestra optimista pero no deja de analizar las consecuencias de las decisiones del presidente estadounidense para Latinoamérica y el mundo.

El también presidente interino de la Comisión de Crisis Climática de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) habla sobre el rol que deberán asumir Europa y China. Además, profundiza sobre qué gobiernos de la región tienen más chances de hacerle frente a los resultados de las acciones de Trump a nivel climático y ambiental.


Por Emilia Delfino / @Emiliadelfino

Manuel Pulgar Vidal interrumpe sus vacaciones. Donald Trump asumió como presidente de los Estados Unidos por segunda vez. Anunció, una vez más, el retiro de su país del Acuerdo de París y firmó decretos que afectan directamente los acuerdos mundiales para combatir el cambio climático y los intentos por evitar el aumento de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Pulgar Vidal surfea con equilibrio entre el optimismo y las consecuencias que, sabe, vendrán. La posición de Trump es “un accidente temporal”, dice en diálogo con Mongabay Latam. 

El ex ministro de Ambiente de Perú (2011-2016), líder global de Clima y Energía en World Wildlife Fund (WWF o Fondo Mundial para la Naturaleza) y presidente interino de la Comisión de Crisis Climática de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), sostiene que “el multilateralismo va a mostrar su resiliencia”.

¿Qué es lo que está en juego a nivel climático y ambiental ante el regreso de Trump al poder?

Es claro que el mundo ha adoptado por consenso un conjunto de decisiones que han formado una visión alrededor del concepto del 1.5 grados, que sabemos que se encuentra en riesgo porque las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) no han podido reducirse a los niveles que estimábamos y algunos consideran que el quiebre del 1.5 podría darse muy pronto. Pero el mundo tiene un propósito de no sobrepasar esa temperatura promedio del planeta de acá a final de siglo.

Un segundo elemento que se ve amenazado es el concepto del Net Zero. Es decir, que de aquí a mitad de siglo nuestras emisiones netas no pasen de cero, que entre reducción de emisiones y remociones el resultado neto sea cero.  Un tercer elemento es este concepto de Naturaleza PositivaNature Positive<, que busca revertir la pérdida de diversidad biológica. También tenemos un conjunto de compromisos e incluso queremos ver que prosperen mucho en la COP 30, como por ejemplo, Finanzas ClimáticasClimate Finance<. Si bien es cierto que se logró un acuerdo, muchos consideran que es modesto y que esta COP debería incrementar el monto. Hay un quinto elemento que se ve amenazado: la transición hacia las energías renovables, la eficiencia energética y la salida de los combustibles fósiles. La transición de la industria hacia una economía circular y de eficiencia energética.

Tenemos el proceso multilateral en donde la COP 30 es fundamental en este momento. Pero tenemos además algunas cosas complementarias. El mundo no pudo ponerse de acuerdo antes de la llegada de Trump con un acuerdo de plásticos. La pregunta es qué va a significar el hecho de que ahora Trump asumió cuando el acuerdo no se pudo alcanzar. Ahora será casi imposible alcanzarlo. Son temas que tenemos que analizar.

Existe una amenaza expresa de Trump a lo que él llama los “estados santuarios”, que son los estados que se niegan a adoptar sus políticas. Uno de ellos, obviamente, es California, no solamente en temas de migración o comercio, también en temas ambientales.

Manuel Pulgar Vidal
El regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos movió el eje de las prioridades ambientales a nivel internacional. Foto: Gobierno Estados Unidos.

¿Qué podemos esperar a nivel global como consecuencia de la llegada de Trump? 

Dentro de las amenazas indirectas que podrían afectar el debate climático y el debate de diversidad biológica es que el mundo va a entrar en una guerra comercial, fundamentalmente entre China y Estados Unidos. Y esto va a mover al mundo. Vamos a entrar a una etapa de proteccionismo, de fronteras cerradas y de enfoques bien jurisdiccionales, es decir, por países. Ya no será como fue en los últimos 35 años: un enfoque global. Y esto puede tener definitivamente un efecto ambiental. A su vez, las amenazas implican un aislacionismo.

¿Cuáles son las consecuencias de que se materialicen estas amenazas?

Algunas consecuencias ya se empezaron a materializar. Algunas de ellas con información inexacta. Trump ha firmado una orden ejecutiva para terminar con el mandato de los vehículos eléctricos, pero nunca existió tal mandato. Cualquier consumidor en Estados Unidos puede comprar un vehículo de combustión interna o un vehículo eléctrico. El problema es que el costo de producción de los eléctricos en Estados Unidos es muy caro y lo que ellos no quieren es que China lleve los vehículos eléctricos a Estados Unidos. Nuevamente, el problema es más comercial que climático. Trump no quiere asumir un compromiso climático porque siente que con ello pierde competitividad, pero la consecuencia será la contraria: perderá competitividad por salirse del acuerdo climático y verá el crecimiento de China con tecnología verde en el mundo.

Además, hay un alineamiento de algunas corporaciones. No hay que mirarlas tan linealmente, solo desde lo ambiental. Lo que ha pasado con Meta, de Zuckerberg, por ejemplo, que incluso ha derogado las normas de diversidad de género y que ahora dice que ya no es Net Zero. Hay un conjunto de corporaciones que, probablemente por un temor fundamentalmente económico, no van a enfrentar a Trump como lo enfrentaron en su momento en el primer mandato. Se están alineando y eso va a tener una consecuencia: una pérdida, probablemente, del objetivo del 1.5. Pero a su vez, es probable que todas las políticas vinculadas al Net Zero sean desmanteladas por Trump. Todo esto puede traer un rompimiento del multilateralismo porque algunos países podrían decir: “Bueno, ¿yo qué hago acá adentro?” Todo esto podría llevar a un nuevo boom de exploraciones de petróleo y gas, lo que sería terrible.

Manuel Pulgar Vidal
Manuel Pulgar Vidal, ex ministro de Ambiente de Perú (2011-2016), líder global de Clima y Energía en World Wildlife Fund (WWF o Fondo Mundial para la Naturaleza) y presidente interino de la Comisión de Crisis Climática de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Foto: Gentileza WWF.

También podría provocar que haya menos recursos financieros para lo climático y una pérdida de cooperación. Europa está desmantelando algunos programas climáticos y estoy seguro de que en Estados Unidos ocurrirá lo mismo porque si tienes que incrementar tus recursos para defensa y armas, entonces los recursos tienen que salir de la misma canasta y por lo tanto lo primero que van a cortar son los fondos bilaterales o de cooperación para clima o ambiente.

Manuel Pulgar Vidal
Protestante disfrazado en los Estados Unidos, en 2017, durante el primer mandato de Trump. Una de sus primeras medidas esta semana fue a favor de la extracción de petróleo. Foto: Astrid Puentes.

 Del otro lado de Trump

¿Quiénes podrían contrarrestar las medidas de Trump a nivel ambiental y climático?

Creo que los gobiernos subnacionales van a cumplir un rol, en especial los “estados santuarios”. Vamos a ver cuál va a ser su nivel de resistencia. Europa también está fragmentada porque están ganando partidos de derecha, pero, por lo menos hasta ahora, muestra una unidad. ¿Cuál va a ser el rol de Europa? Definitivamente va a tener que cumplir un rol. ¿Cuál es el rol de China? Porque China ya no es un país pequeño, ya es un país poderoso que definitivamente va a reaccionar frente a todas estas medidas que hemos mencionado. Creo que las coaliciones del sector corporativo no americano pueden cumplir un rol porque, por ejemplo, viene la COP en Brasil: tienes un sector fuerte de agroindustria, tienes un sector fuerte de industria manufacturera. Hay que organizarlos. Tenemos que aprender lo que aprendimos en tiempos de pandemia: hay un virus que está atacando al proceso, necesitamos una vacuna que nos permita hacer lo que en Europa se llamó un “build back better”, o sea, volverse mejor de aquí a 2030. Por lo tanto, confío en que la próxima cumbre climática en Brasil, la COP 30, pueda tener esa capacidad con muchas limitaciones.

¿Cree que en América Latina hay países que pueden liderar esos cuestionamientos a Trump?

Probablemente Brasil y México tengan un rol. Podría ser Brasil, probablemente por el enfoque ideológico y por el hecho de que es el organizador de la COP 30, pero podría ser México, quizás al verse amenazado por la situación de su vecino, podría reaccionar positivamente en ese sentido, pero de ahí no veo más. Porque además, siempre digo que cuando hablamos de América Latina solemos hablar como si fuera una unidad y en realidad es un conjunto de piezas aisladas y fragmentadas. Entonces, no estoy seguro que América Latina logre reunirse para plantear una posición sólida. Creo que Europa va a tener más capacidad. Vamos a ver cómo reacciona China también. Puedes tener la amenaza de Trump, sí, pero cuando pensamos en energías renovables, tan solo en vehículos eléctricos, el gran productor de vehículos eléctricos del mundo China, no es Estados Unidos.

Qué pasa con el Acuerdo de París

En diciembre de 2015, 196 países firmaron el Acuerdo de París, un tratado internacional sobre cambio climático. Su objetivo es limitar el calentamiento mundial por debajo de 1.5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.

Para lograr este objetivo, los países se propusieron disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) lo antes posible.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias de que Estados Unidos se retire del Acuerdo de París?

Trump anunció el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París muy pronto después de haber iniciado su primer mandato, en 2017, y le tomó un año concretarlo porque uno no puede retirarse si no deja pasar un año para que se haga efectivo, felizmente. Aun cuando él tomó esa decisión, en los Estados Unidos hubo una reacción positiva en el sentido de mantenerse como país a partir de la participación de otros actores en el Acuerdo de París, que creo que fue bastante valiosa y probablemente una iniciativa ícono que fue liderada por corporaciones, por estados de los Estados Unidos y también otros gobiernos subnacionales, incluso ONGs y la academia. Es una iniciativa que se llamó “We are still in” (seguimos adentro). Lo que trataba de decir es que, sin perjuicio de una decisión política federal, esos actores seguían o pretendían seguir trabajando para cumplir sus objetivos climáticos. Fue muy efectiva. Creo que gobiernos como el de California, además de otros estados, fueron capaces de mantener la agenda activa y creo que Trump no pudo materializar lo que pudo haber sido su propósito: un nivel claro de afectación al Acuerdo de París.

Manuel Pulgar Vidal
Pulgar Vidal sostiene que la posición de Trump es “un accidente temporal” y se muestra convencido de que “el multilateralismo va a mostrar su resiliencia”. Foto: WWF.

“No los necesitamos”

Trump dijo que Estados Unidos no necesita a Latinoamérica sino al revés. ¿Cómo cree que influye el regreso de Trump desde lo ambiental y climático en los países de América Latina? 

No creo que la relación de Estados Unidos con América Latina vaya a tener un contenido ambiental. Creo que va a ser fundamentalmente para ver si evita que China ingrese con la fortaleza con la que está entrando a la región. Además, la manera como Trump desarrolla sus políticas no es de cooperación colectiva, es de negociación individual. Ellos llegan, negocian bajo presión y logran sus objetivos. Va a desarrollar relaciones bilaterales, por país. Y no creo que América Latina esté en capacidad de reunirse, está fragmentado ideológicamente. No veo a (Gustavo) Petro, de Colombia, hablando con (Javier) Milei.

Milei hizo la primera amenaza de retirarse del Acuerdo de París. Entonces tal vez una consecuencia del retiro de Estados Unidos del acuerdo sea que otros países digan: “Me sumo, este acuerdo no me favorece nada”. Es una clara amenaza desde el punto de vista de la cumbre de Belém.

Mencionó a Milei. ¿Hay otros países como Argentina que usted ve en esa posición, siguiendo los pasos de Trump?

Sí, definitivamente. No solamente va a haber un crecimiento de la misinformation, sino también del negacionismo. Ahora, lo sigo viendo como un accidente temporal. Puede ser una situación difícil para los próximos cinco años, pero personalmente creo que ya ocurrió y el multilateralismo va a mostrar su resiliencia. Obviamente nos va a hacer avanzar con menos fuerza, pero no va a matar al proceso. Creo que al final del día, para los americanos o para los argentinos, si se diese el caso, ¿se van a ver beneficiados en su enfoque de desarrollo a 2050 con esa política? Y la respuesta es no. O sea, yo creo que los va a afectar significativamente en la pérdida de enfoque y a su vez en la adopción concreta de acciones hacia un desarrollo que a 2050 va a ser distinto. La evidencia científica, los eventos climáticos extremos, te muestran que no hay forma de avanzar sin enfrentar este problema del clima.

Trump y sus seguidores en la región y el mundo plantean la existencia de una batalla cultural, que tiene un capítulo ambiental y climático muy marcado. ¿Dónde cree que radica el origen o la creencia de que lo ambiental es woke o que se opone al desarrollo económico? 

Creo que tiene que ver con un conjunto de factores que además pueden variar de país a país. No podemos mantener el sistema que nos ha generado el problema. Pero esto, que suena bonito, que es una una frase política o casi científica, implica luchar contra intereses muy poderosos. No es que de la noche a la mañana tú le vas a decir al petróleo cierra tu válvula. Nos va a tomar tiempo y dolor. Apenas se retiró Trump del Acuerdo de París en 2017, yo decía: “Esto es como cuando lavas tu olla de arroz, van a haber arroces que no quieren despegarse del fondo de la olla. Los vamos a seguir teniendo”. Y entonces la industria de combustibles fósiles, que sabe que el retiro es gradual, va a intentar hacer que lo gradual tome más y más tiempo. Y no solamente es la industria de los combustibles fósiles, también industrias que están vinculadas a este sistema que ha generado emisiones. La industria alimentaria, por ejemplo, ha generado mucha deforestación.

La agenda de derecha vuelve al trabajador y le dice: “Yo te voy a solucionar la vida”. Le mete religión y le mete un culpable, que es el migrante. Entonces, tienes el triángulo perfecto. En parte tenemos la culpa, ¿no? Porque la pregunta es qué tanto hemos llegado a la gente. Probablemente no mucho.

Manuel Pulgar Vidal
El ex presidente de Estados Unidos Joe Biden, durante la Cumbre de Líderes por el Clima, en 2021. Foto Leaders Summit on Climate.

La próxima cumbre climática

La COP (Conferencia de las Partes) es la reunión anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Los países miembro se reúnen este año en Belém do Pará, en la Amazonía brasileña, para continuar tomando decisiones y acciones para luchar contra el cambio climático.

Con respecto a la COP 30, ¿cuáles son sus expectativas este año?

Siempre he sido optimista en el proceso. Coincido con los críticos en que no estamos avanzando en la velocidad que pretendíamos avanzar, pero a su vez mantenemos vivo un proceso en un momento súper difícil. Creo que el proceso tiene que tener credibilidad, enfrentando algunos elementos como herramientas más eficaces para cumplir con la meta de no pasar 1.5 grados, más concreción en las finanzas climáticas, más mecanismos para hacer que los países cumplan con sus obligaciones climáticas, vincular clima y naturaleza de manera más efectiva.

Vamos a ver a Lula en acción. Felizmente, Brasil ha sido muy exitoso en procesos multilaterales. La cumbre de Río fue exitosísima en resultados y el presidente era Bush padre, un republicano como Trump, un duro. Vamos a ver la capacidad de Lula en las dificultades para hacer una agenda que le dé más resiliencia al proceso: “la vacuna” para salir bien a 2030. Ahora vamos a tener que entrar a cuidados intensivos. El proceso entra a cuidados intensivos.

¿Qué lo hace entrar a cuidados intensivos ahora?

Si se te va Estados Unidos, se te van algunos otros países. La gente pierde credibilidad y esperanza en el proceso. Por lo tanto, no cumplen con sus propias obligaciones. Entras a una espiral de desánimo natural.

Manuel Pulgar Vidal
La sociedad civil protestó en contra de los combustibles fósiles y exigió un incremento en el financiamiento climático en la COP29 de 2024. Foto: Kiara Worth / UN Climate Change.

Desde la COP de Lima de 2014, que le tocó presidir, ¿cree que hemos evolucionado en términos de acuerdos climáticos o ambientales? 

Sí, definitivamente: en la mejora tecnológica, en el despliegue de energías renovables, en la bajada de costos de energías renovables, en la introducción de vehículos eléctricos. Cuando tú ves los números y los índices y las líneas crecientes, es increíble. Si bien es cierto que no estamos en el momento en donde deberíamos estar, fruto de los acuerdos, en muchos países se han reducido las emisiones.

Martin von Hildebrand nos dijo que en las cumbres climáticas se habla básicamente de dinero. ¿Por qué el dinero es uno de los ejes de estas cumbres?

El costo de transicionar de energías fósiles a energías renovables para el mundo es de trillones de dólares. Hay un principio que muchos olvidamos que es no dejar a nadie atrás. El sistema actual que nos ha traído el problema es un sistema de inequidad: países desarrollados con mucho poder, grandes causantes de las emisiones, y países en vía de desarrollo, sin tecnología, sin recursos. Entonces, si queremos cambiar el sistema hacia renovables, en esto debemos estar todos con equidad. Entonces dinero sí se necesita, pero también se necesitan finanzas porque si los recursos de la banca multilateral se van a seguir destinando a actividades que no son sostenibles, nunca vamos a salir del círculo. O si los grandes inversionistas tipo BlackRock van a seguir contando en su portafolios con actividades no sostenibles de petróleo y gas, entonces nunca vamos a salir del pozo. Por eso se habla de la necesidad de una reforma del sistema financiero. Es hacer que las corporaciones cambien sus procesos productivos.

¿Entonces es posible acordar una agenda climática global sin Estados Unidos, pero no podemos prescindir de Europa y China? 

Es posible seguir trabajando y mostrar la resiliencia. El Acuerdo de París, incluso en un escenario donde Estados Unidos se retira, ya lo hemos hecho antes y podemos volver a hacerlo, pero claro, se requiere a los otros Estados. Europa y China van a cumplir un rol central.

Este reportaje es resultado de la alianza periodística entre Mongabay Latam y La Barra Espaciadora.


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Fabrizio Peralta Díaz