Por Michelle Carrere
Ilustración de portada: Kipu Visual
Mongabay Latam reveló que el Ministerio del Ambiente y Agua y Transición Ecológica de Ecuador (MAATE) le entregó hace un año información clave a la Fiscalía sobre la empresa que estaría detrás del contrabando de 26 toneladas de aletas de tiburón que, en abril 2020, fueron decomisadas en Hong Kong.
Según una ayuda memoria del MAATE al que tuvo acceso Mongabay Latam y en donde se exponen todas las diligencias que el Ministerio realizó durante la investigación del caso, en julio de 2020 la empresa ecuatoriana FishChoez & Villegas S.A solicitó al Ministerio del Ambiente un permiso para exportar aletas de tiburón de especies protegidas. La solicitud sorprendió a las autoridades porque esa carga ya había sido enviada a Hong Kong unos ocho meses atrás y al revisar la documentación comprobaron que coincidía con las 26 toneladas de aletas que habían sido decomisadas en abril.
“Son esos mismos”, le confirmó a Mongabay Latam Andrés Delgado, quien para ese entonces era el Coordinador Jurídico del Ministerio del Ambiente y estuvo a cargo de derivar la información a la Fiscalía.
Desde el hallazgo del cargamento han pasado 16 meses, y desde que el MAATE le entregó a la Fiscalía las pruebas que apuntan a FishChoez & Villegas S.A, un año. Sin embargo, hasta ahora no hay sanciones penales en contra de los responsables de este contrabando de aletas, uno de los más grandes registrados hasta ahora.
En esta segunda entrega, revelamos que después de la incautación en Hong Kong, FishChoez & Villegas S.A ha continuado exportando aletas de tiburones amenazados a Perú y que al menos una de las empresas compradoras tiene antecedentes por comercializar estas especies sin los debidos permisos.
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Las exportaciones
En total, después del decomiso del millonario cargamento en Hong Kong, la empresa ecuatoriana identificada por el Ministerio de Ambiente de Ecuador como sospechosa de aquel contrabando, ha exportado legalmente a Perú 68 660 kilos de aletas secas de cuatro especies: tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis), tiburón zorro ojón (Alopias superciliosus) —ambos Vulnerables según la Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza— tiburón zorro pelágico (Alopias pelagicus) y tiburón mako (Isurus oxyrinchus), considerados En Peligro.
Si se calcula que las 26 toneladas decomisadas en Hong Kong corresponden a unos 38 500 tiburones, las más de 68 toneladas exportadas por FishChoez & Villegas S.A. podrían haber significado la muerte de varias decenas de miles de animales. De las cuatro especies, el zorro pelágico, En Peligro, sería el más afectado puesto que el 80 % corresponde a esta especie.
La información documental entregada por el Ministerio de la Producción en Perú especifica que son tres las empresas peruanas y una persona natural las que obtuvieron, entre mayo de 2020 hasta julio de 2021, permisos CITES para importar, desde Ecuador, mercancía de FishChoez & Villegas S.A.,
¿Por qué ha continuado la empresa ecuatoriana exportando? La Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) permite la comercialización internacional de algunas especies que están amenazadas de extinción siempre y cuando el importador y el exportador obtengan un permiso de la autoridad CITES de su país.
En el caso del Ecuador, la autoridad CITES es el MAATE y en Perú, es el Ministerio de la Producción (Produce). Estas instituciones, según el abogado ambiental peruano César Ipenza, son las que debieran en todo caso evaluar qué acciones tomar cuando una empresa tiene antecedentes.
Una ex autoridad CITES del Ecuador, que pidió mantener en reserva su nombre, precisa que si bien el MAATE emite los certificados, esta institución se guía a su vez por el registro de las empresas que están autorizadas según la autoridad pesquera del país, es decir, el Ministerio de la Producción Comercio Exterior, Inversiones y Pesca.
“[El Ministerio del Ambiente] no tiene autoridad ni base legal ni competencia para autorizar o no a una empresa que tenga algún tipo de judicialización o que tenga en marcha alguna decisión de un juez. Más bien eso le corresponde a la autoridad de pesca porque ellos regulan a ese sector”, indica. Sin embargo, según precisa, no existe ningún reglamento pesquero que le prohíba a las empresas con antecedentes acceder a un permiso CITES.
Del lado peruano, la abogada de Oceana, Carmen Heck, especialista en derecho pesquero y ambiental, asegura que “no es un requisito contemplado en el TUPA de Produce” (el Texto Único de Procedimientos Administrativos del organismo) verificar que la empresa no tenga antecedentes o esté siendo investigada para otorgarle un permiso CITES.
Mongabay Latam consultó al Produce y al Ministerio de la Producción en Ecuador la confirmación de estas informaciones, sin embargo, hasta la publicación de este reportaje no obtuvimos respuesta.
Los compradores
Las empresas peruanas que compraron las aletas de FishChoez & Villegas S.A son Exportaciones JME EIRL, Marea Blue EIRL, Angaff Peru S.A.C y el ciudadano Miguel Ángel Hidalgo Orosco.
Exportaciones JME EIRL, cuyo representante legal es Enrique Jaramillo Martínez, fue la que compró la mayor parte de la mercancía, más de 36 toneladas, y tiene antecedentes por comercializar ilegalmente tiburones. En noviembre de 2020, fue sancionada tras el decomiso de tres toneladas de tiburón zorro y tiburón punta negra (Carcharhinus melanopterus) por no haber contado con documentos que acrediten el origen legal y la trazabilidad de los recursos requeridos durante la fiscalización. Además por “transportar, comercializar y/o almacenar el recurso hidrobiológico tiburón que no provenga de una actividad de fiscalización durante su desembarque”, detalla la resolución emitida por el Produce.
Por su parte, Marea Blue EIRL, propiedad de Miguel Ángel Vera Chevez, y Angaff Peru S.A.C, cuyo representante legal y gerente general es Jorge Castillo Martínez, son dos de las cinco empresas identificadas por las autoridades como dueñas de una carga de 48.5 toneladas de aletas de tiburón, correspondiente a 50 mil especímenes, que fue intervenida en 2018 por la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) de Aduana durante un megaoperativo. La Fiscalía en Materia Ambiental del Callao, que se encuentra actualmente investigando el caso, le confirmó a Mongabay Latam que las carpetas investigativas tanto de Marea Blue como de Angaff Peru fueron archivadas debido a que no se pudo establecer una presunta ilegalidad. Sin embargo, no era la primera vez que estos nombres aparecían entre las pistas de las autoridades.
Un reportaje de Ojo Público señala que en marzo de 2018, la Sunat intervino casi dos toneladas de aletas de tiburón en Chimbote por no contar con la documentación que acreditara su origen. Entre los acusados estaba Poly Dicks Pinto Gonzáles, padre de Brian Pinto Panduro, uno de los dueños de Angaff Perú.
También precisa que Miguel Ángel Vera Chévez, el propietario de Marea Blue y quien también gerencia Inversiones y Negocios Internacionales EcuaPerú y I&E Fish Perú, “es uno de los personajes que destaca en las investigaciones” porque esas tres compañías “concentraron entre 2015 y 2018, el 25 % de las importaciones de aletas de tiburón desde el Ecuador”.
Asimismo, en otra publicación se asegura que Miguel Ángel Vera Chévez fue señalado como un “personaje clave” en el comercio de aletas de tiburón por un grupo de exportadores de Huacho que declaró ante Aduanas acerca del procedimiento que utilizan las empresas para comercializar aletas desde Ecuador a Perú.
Mongabay Latam intentó contactar a las empresas, pero en los números de teléfono disponibles —incluyendo aquellos que maneja el Ministerio de la Producción— nadie contestó a nuestras llamadas o simplemente aseguraron que no correspondían a las empresas. También intentamos comunicarnos con ellas por medio de las redes sociales, pero no obtuvimos respuesta y ningún correo electrónico se encuentra disponible en internet.
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La ruta fiel
Las autoridades peruanas y ecuatorianas han identificado, hace ya un tiempo, que existe una ruta de tráfico de vida silvestre que inicia en Ecuador, pasa por Perú y termina en Asia.
Sin embargo, las 26 toneladas de aletas decomisadas en Hong Kong salieron hacia el mercado asiático directamente desde Ecuador, sin pasar por Perú.
En opinión del abogado ambiental peruano César Ipenza, el trabajo realizado por la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) del Perú, que ha logrado incautar en los últimos años varios cargamentos de tiburón provenientes de Ecuador, ha provocado que los traficantes busquen rutas alternativas, incluyendo la directa, sin pasar por un país intermediario. “Creo que a raíz de estos controles que están habiendo en el lado peruano, han empezado a suceder estas exportaciones desde Ecuador mismo”, dice el abogado.
Delgado, el ex Coordinador Jurídico del Ministerio del Ambiente ecuatoriano, coincide con Ipenza y asegura que “Ecuador ya no necesita triangular con absolutamente nadie. Ya no es el que le entrega la mercadería a fulano de tal para que el fulano sea el que envíe el cargamento, sino que directamente aquí la persona, el ecuatoriano, va y envía el cargamento sin que exista intermediarios”.
Además, el ex Ministro de Ambiente, Marcelo Matta, agrega que es posible que otra de las rutas que se esté fortaleciendo es la de aguas internacionales, es decir, que la pesca se esté traspasando desde Ecuador a Asia a través de transbordos en altamar.
A pesar de esto, la ruta Ecuador, Perú, Asia continúa. Prueba de ello son los decomisos que la FEMA sigue realizando. El último, ocurrido a inicios de julio pasado, correspondió a 416 tiburones martillo, una especie que tiene prohibición de ser comercializada incluso al interior del territorio ecuatoriano.
¿Por qué se sigue utilizando esta ruta si es que Ecuador puede exportar directamente? Según el ex Ministro Matta, se debería a que “las redes ya están establecidas. Tiene totalmente que ver con eso. Esto es una mafia y esa es una vía que está establecida, así como habrá otras vías que nosotros no sabemos”, dice. “Si es que ya tienen la red implementada es mucho más fácil para ellos moverse a través de la red que ya tienen, que crear nuevas redes porque eso implica costos”, agrega Delgado.
Actualmente en Perú un proyecto de ley está siendo tramitado en el Congreso para que el tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestre (terrestre y acuática), así como la pesca ilegal, sea incorporado en la Ley Contra el Crimen Organizado.
La iniciativa va en la línea de uno de los principales retos del Congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que empezó en Francia el 3 de septiembre y se prolongará hasta el 11 de este mes. “El tráfico de especies silvestres debe incluirse en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional del mismo modo que la trata de personas, el tráfico de drogas o el tráfico de armas”, le dijo en una entrevista a Mongabay Latam, Maud Lelievre, Presidenta del Comité Francés de la UICN. “Eso le permitiría a los fiscales intervenir comunicaciones, teléfonos, tener mayores herramientas para la investigación de estos delitos”, explica el abogado Ipenza.
En Ecuador, la captura dirigida hacia los tiburones está prohibida y solo se pueden aprovechar aquellos animales que son pescados incidentalmente, es decir, que caen por accidente en las redes o en los anzuelos que han sido lanzados al mar con el objetivo de capturar otras especies. Pero bajo la excusa de la pesca incidental, miles de tiburones continúan siendo capturados, aseguran los expertos. Es por eso que la ex comisión de biodiversidad de la Asamblea de Ecuador propuso, luego de investigar el caso de las 26 toneladas de aletas decomisadas en Hong Kong, “prohibir la comercialización de la pesca incidental de ejemplares, partes o derivados de toda clase de rayas, tiburones y especies protegidas, amenazadas y en peligro de extinción”, por un plazo de un año, con la posibilidad de poder ampliar la disposición a un año más.
El pasado jueves 2 de septiembre, sin embargo, la Asamblea Nacional decidió no aprobar la propuesta. Ante las críticas de conservacionistas, la Asamblea solicitó al Ministerio de la Producción que establezca de forma inmediata y urgente el reglamento sobre la permisibilidad de captura y comercialización de pesca incidental.
*Lee aquí el primer reportaje de esta investigación
Esta es una nota original de nuestro medio aliado Mongabay Latam.
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