La Barra Espaciadora / @EspaciadoraBar
El terremoto continúa
El terremoto del 16 de abril arrasó con varias poblaciones de la costa ecuatoriana, en las provincias de Manabí y Esmeraldas. Estas son algunas imágenes que recuerdan la tragedia y también los meses que se sobrevinieron.
El proceso de recuperación ha sido muy distinto en Manabí que en Esmeraldas. A pesar de que los mayores daños estructurales y de familias se hallaron en ciudades como Manta y Portoviejo, las comunidades, caseríos, recintos y demás zonas rurales esmeraldeñas aún hoy, después de ocho meses de la tragedia, continúan sin asistencia o en conflictos serios con el Estado –como en el caso de la isla de Muisne, cuyos habitantes se oponen al desalojo dispuesto por el Gobierno– en una provincia que no ha logrado cubrir sus necesidades de agua potable y alcantarillado ni siquiera en sus áreas urbanas.
La reconstrucción –no solamente física, sino sobre todo emocional– continúa.
Por nuestro derecho a la protesta
Las expresiones populares en calles y plazas de Ecuador en demanda de derechos se ha transformado en un acto peligroso para muchos. El Estado ecuatoriano ha posicionado un discurso que criminaliza la protesta usando etiquetas: ‘ecologistas infantiles’, ‘opositores’, ‘los mismos de siempre’, ‘oposición trucha’, ‘indígenas comprados’, ‘traidores’… Organizaciones sociales como Pachamama o Acción ecológica han sido perseguidas y cerradas o sometidas a procesos de cierre por oponerse a las políticas extractivistas del gobierno de Rafael Correa. Grupos indígenas, extranjeros indocumentados o no, defensores de derechos de género, feministas y otros sectores sociales han decidido salir a protestar conscientes de que el Estado trata al manifestante con hostilidad o, por lo menos, con indiferencia. Estas son apenas dos de esas historias.
A pesar de que la Constitución ecuatoriana aprobada en el 2008 vela por la libre movilidad de las personas, en julio del 2016, más de 100 ciudadanos cubanos fueron deportados luego de que se ignorara sus expresiones pacíficas de demanda por su legalización. Tras episodios de violencia por parte de la fuerza pública y maltratos constantes por parte de las autoridades del Estado ecuatoriano, los cubanos salieron de Ecuador en medio del drama de la soledad, la separación de sus seres queridos y la frustración ante un país que ofreció lo que no supo dar. Muchos de sus testimonios desgarradores han signado el año 2016.
También movimientos feministas, defensores de los derechos de la mujer y varios grupos organizados de la sociedad salieron a las calles el 25 de noviembre, durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la marcha Vivas nos queremos. Según datos de la Fiscalía General, entre 2014 y 2015, 188 mujeres sufrieron muertes violentas en Ecuador.
La escena musical
Las propuestas musicales del 2016 en Ecuador son inabarcables. Rock –en todos sus ramajes–, pop, indie, ritmos autóctonos, fusiones, música étnica, jazz… La música popular en todas sus facetas bulle en sus distintos espacios. Entre ellos están los festivales al aire libre, pero también hay nuevos proyectos para difundir la producción musical en Ecuador. La Barra Espaciadora se vanagloria de trabajar en conjunto con Epicentro Arte en vivo, que reúne a músicos de distintas vertientes en un escenario casero, familiar, horizontal, del que deviene un videoclip para redes y un sostenido seguimiento a los músicos. Veamos algunas de las imágenes musicales de este 2016 recogidos en nuestras entregas.
El sucio juego de la guerra
Según datos de Unicef, la guerra civil en Siria ha dejado a más de 8 millones de niños en situación de vulnerabilidad durante los últimos cinco años. Esos niños podrían habitar todo un país, como si todo Israel, toda Suiza o toda Honduras fueran naciones pobladas tan solo por infantes a quienes les urge la ayuda humanitaria de un mundo indiferente.
En Siria, alrededor de 300 niños han muerto víctimas de los bombardeos. Cerca de 4 millones de niños nacieron en medio del conflicto. Sus recuerdos son pocos pero más potentes y dramáticos que todos los recuerdos de un adulto promedio que haya nacido y crecido en el estado de la Florida o en la París de finales del siglo XX. Ciudades como Alepo –la segunda más importante después de Damasco, recuperada por el gobierno de Bashar Al-Asad el 16 de diciembre– son ahora apenas campos devastados por las municiones de los rebeldes y por el fuego de los políticos sirios, estadounidenses, rusos y turcos acostumbrados a matar en nombre de la democracia y de la libertad.
En los vecinos Líbano, Iraq, Jordania, Turquía y Egipto, cerca de 3 millones de personas se debaten también entre bombardeos y persecuciones. El nivel de violencia de gobiernos como el turco ha obligado a millones de familias a huir de sus casas en busca de un lugar seguro y está llevando a su pueblo al borde de su propia guerra civil. Ahora los refugiados podrían poblar un país todavía mucho más grande que el país de los niños. Además, el pueblo kurdo repartido entre estos países vive su cotidianidad bajo el acoso de los ejércitos nacionales, sin territorio legítimo, violentado por la xenofobia y el odio y empuñando también las armas. Violencia engendrando violencia. La cuna de la civilización humana construyendo su propia tumba frente a un mundo de indolentes.
Las historias de nuestra historia
Las historias de a pie son otras muy distintas a las que nos cuentan las voces oficiales. Algunas de ellas pasan por nuestras páginas. La inmensa mayoría se cuelan entre la maraña de información. Estas estampas nos recuerdan algunas de las más memorables visitas al alma humana gracias a nuestros colaboradores.
En estas imágenes conocemos a los cientos de haitianos que viven en Ecuador sin garantías, como ilegales. También nos asomamos a las vidas de nuestros ancianos y pensamos en lo que hacemos los más jóvenes por ellos. Volvemos a nuestro primer día de escuela, somos parte de la mayor procesión religiosa que se realiza en las calles quiteñas y llegamos también a Auschwitz, uno de los memoriales que evocan la masacre nazi contra el pueblo judío.