Por Fernanda Gallardo*
Las mujeres de la comunidad Ilupungo, a una hora de la ciudad de Puyo, en la Amazonía ecuatoriana, son las guardianas de las costumbres y las tradiciones. Ellas han tomado de la selva arcilla, semillas, frutos y otros materiales para elaborar las callanas (vasijas), pues se preparan para celebrar la Shamunguichi (llegada de los hombres después de la cacería) y el Kamari (el día de comer). Lidia Caringkia es una joven kichwa que, bajo el umbral de los veinte años, se ha unido a la tradición de las mayores.
Los demás miembros de la comunidad aprovechan para jugar con arcilla, idean bromas y travesuras con hojas y palitos y así, los adultos se reconocen y los niños aprenden el lenguaje de sus tradiciones. La música y el baile también son sustancia del ritual.
Cuando las callanas están listas, las mujeres las llenan con chicha de yuca -una bebida ancestral que nutre el cuerpo y fortalece el espíritu- y con los alimentos que todos los comuneros compartirán.
Con la tintura extraída de las semillas molidas de achiote, las mujeres decoran las vasijas recreando elementos de la naturaleza, figuras de serpientes o rasgos que representan al jaguar. Los dos son animales sagrados para las comunidades indígenas amazónicas y sus alusiones son frecuentes en las fiestas y en las celebraciones rituales. Pero, el achiote también sirve para decorar otros objetos cotidianos como tambores o armas de cacería, y para dibujar sobre los rostros líneas y figuras alusivas a su entorno.
Ahora, la arcilla amasada y convertida en vasijas es un poco de las manos de las mujeres amazónicas.
Fernanda Gallardo (Quito, 1985) es comunicadora y fotoperiodista. Ha trabajado como maestra de fotografía en el Centro de la imagen de la Alianza Francesa (CIAF), en Quito, y ha colaborado para varios medios impresos y digitales de Ecuador.
fer1285@live.com