Una serie fotográfica de Edú León recoge pasajes de la cotidianidad, días después del terremoto que sacudió la costa ecuatoriana, el 16 de abril pasado.
Horas después del devastador terremoto del pasado 16 de abril, los sobrevivientes reaccionaron con la fuerza que otorgan las ganas de resurgir. Esas miradas –confundidas al principio, tristes después– se acompañaron en las labores de rescate, de búsqueda y de construcción de sitios adecuados para albergar a los miles de damnificados, y así recuperan progresivamente el brillo de la picardía y la profundidad de la sabiduría de sus viejos. A pesar de las dificultades propias de una catástrofe de esta magnitud, los pobladores de las provincias ecuatorianas de Esmeraldas y Manabí idean a diario los mecanismos para atender sus necesidades más urgentes con sus propias manos. Esta serie de Edú León recoge escenas de trabajo y de amor por la vida.