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Cinco consecuencias geopolíticas del Bréxit

El voto de los británicos por la salida del país de la Unión Europea determina nuevos horizontes en la geopolítica mundial. Aquí, algunos de los efectos que se avizoran en el corto plazo luego de este hecho histórico para el mundo occidental.

Imagen tomada de spectator.co.uk titulada Exit from the Eurozone: golden star fallen from a blue wall.

Por César Espín León

El remezón después de los resultados del referéndum de Brexit sacude a Gran Bretaña, Europa y a todo el mundo. Los aspectos geopolíticos clave ya toman forma. Las siguientes son cinco consecuencias geopolíticas inmediatas, después del referéndum que decidió el Bréxit.

  1. El Bréxit cambió por completo la agenda de la próxima cumbre de la OTAN en Varsovia. Esta cumbre estaba destinada a apuntalar una respuesta de la alianza a un resurgimiento de la injerencia de Rusia en el Este, y a demostrar la solidaridad europea ante las acciones del Kremlin. La votación valida específicamente dos tendencias: la primera reafirma la posición política de los países de Europa occidental que quieren estar involucrados en conflictos en la periferia oriental del continente o en el espacio post-soviético. La segunda confirma el despertar de la división regional dentro la alianza, atizada por algunos miembros que han argumentado que si la OTAN hubiera prestado más atención a hacer frente a las amenazas que venían a través del Mediterráneo, que ponían en “riesgo” la seguridad europea, en lugar de jugar juegos geopolíticos en Eurasia, la crisis de la migración podría haber sido evitada o mitigada.
  1. El Bréxit significa un basta de seguir ampliando la zona euro-atlántica hacia el este y de hacer de los problemas de Rusia los problemas de Europa. Junto con el referéndum no vinculante en los Países Bajos, el acuerdo de adhesión a la UE de Ucrania y la votación del Senado francés para recomendar el levantamiento de sanciones a Rusia, los partidos nacionalistas-populistas en Europa Occidental (Frente Nacional de Marine Le Pen, el UKIP Nigel Farage, etc.) han argumentado que la participación en la disputa entre Rusia y Ucrania no era parte de los intereses nacionales de sus países y habían dañado las relaciones bilaterales con Rusia. A su vez, la inversión directa del Kremlin en estas partes ya ha tenido su primera recompensa importante. Si ahora el referendo Bréxit anima a más referéndums en otros países de la UE o aumenta el prestigio de los grupos anti Unión, Rusia saldrá más beneficiada porque Moscú preferiría tratar con una Europa de Estados nacionales independientes en lugar de con una Unión de 500 millones de personas. El régimen de sanciones impuesto a Rusia a raíz de la crisis de Crimea y la ayuda de Moscú a grupos separatistas en Ucrania, se está ya suavizando más. El voto a favor de Brexit, enviando un mensaje de que los intereses nacionales deben ser elevados por encima de Europa, fortalecerá el argumento ruso de que se ponga fin a las sanciones. Si, como algunos predicen, Boris Johnson se convierte en el próximo primer ministro de Gran Bretaña, Londres puede dar una señal de que está menos interesado en someter los negocios e intereses comerciales británicos a una resolución de la crisis de Ucrania.
  1. El Bréxit es la manifestación más reciente en el mundo desarrollado de las crecientes divisiones entre las élites políticas y empresariales comprometidas con la globalización, y las masas que creen que su seguridad y la prosperidad no han sido satisfechas por una disminución de la soberanía y la reducción de las barreras (especialmente en el comercio y la migración). El Bréxit habla elocuentemente de lo que yo puedo llamar el «colapso de acoplamiento», una desconexión internacional de un país con los intereses de sus ciudadanos comunes. Bréxit, junto con Donald Trump y Bernie Sanders durante las primarias presidenciales en los Estados Unidos, hablaron de un sentimiento creciente entre los votantes de que la comunidad y la unión nacional deben prevalecer sobre la unión internacional.
  1. La salida del Reino Unido de la UE plantea ahora una situación sin precedentes que afectará también a Latinoamérica. Hay que tener en cuenta que algunos países sudamericanos como México, Chile, Perú y Colombia, tienen acuerdos comerciales con la UE, y que al materializarse el Bréxit, esos acuerdos dejarían de tener validez para el Reino Unido, lo que significaría que Londres no tendría entonces acuerdos comerciales con ningún país latinoamericano. Sin embargo, negociaciones de acuerdos comerciales bilaterales podrían ser más fáciles y los países latinoamericanos podrían exigir al Reino Unido más concesiones que las que podrían sacar a la UE. No obstante, para muchos gobiernos latinoamericanos, la separación del Reino Unido de la UE es un franco dolor de cabeza. La eminente devaluación de la libra esterlina con respecto al dólar va a abaratar las exportaciones británicas, aunque, como muchos países latinoamericanos han devaluado sus monedas con respecto al dólar, el efecto seguramente sería menor. Pero el aspecto económico no es lo único que podría verse afectado con la salida del Reino Unido de la UE, sino también lo que tiene que ver con los procesos migratorios. Se espera que haya cambios importantes dentro de un corto periodo.
  1. En el 2014, el escritor y periodista David Rothkopf se quejó de que la política exterior no es un programa de entrevistas… «Hemos convertido a nuestros funcionarios políticos de alto nivel en los comentaristas de un ‘juego’ en los asuntos internacionales y no en las personas que analizan y deliberan sobre el siguiente movimiento», dijo. El referéndum de Bréxit ha estado cocinándose desde hace dos años. Todas las tendencias eran conocidas. Y sin embargo, todavía había fe en que la conservadora retórica y las palabras ‘correctas’ pudieran doblegarse ante una estrategia sostenida. Estamos viendo más resultados negativos de cómo se ha manejado las crisis en Asia, Africa y Oriente Medio, así como la política de EE.UU., cada vez más egoísta, para responder a las crisis globales. Las herramientas y métodos geoeconómicos y políticos que Washington propone para tratar de mantener el Reino Unido en la UE son solo vistos como intereses fundamentales para EE.UU y para nadie más. Ya sea justificado o no, el Bréxit será visto no solo como un fracaso político de David Cameron sino también como un fracaso de Barack Obama.

    César Rafael Espín León (Otavalo, 1976) es ingeniero y analista en Sistemas de Información Geográfica y Teledetección por la Indiana University. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Costa Rica. Ha realizado trabajos de investigación académica así como también ha colaborado con varias plataformas de información en línea e impresas de varios países, aportando con artículos, columnas y ensayos de opinión e investigación social independiente.