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“Usted escucha a Correa y es una mala copia de Bucaram”

©Fernanda Proaño

Por Francisco Ortiz / @panchoora

“La gente decía en las calles que Nebot le había dicho a su mujer: “Mijita, desde mañana te acostarás con el Presidente de la República”, y la mujer había dicho: “¡No, por favor, con Abdalá no!”. (Abdalá Bucaram)

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Para encontrar a Abdalá Bucaram hace falta suerte y, claro, tener su número de teléfono. Yo lo había anotado en un papel que llevaba en mi billetera. Me lo dio un amigo periodista “por si acaso haya chance de que le entrevistes”. A mediados de junio viajé a Panamá a unas conferencias sobre el cambio climático y, para no dormirme, decidí llamarlo. El lunes, desde un pequeño hotel a las orillas de la bahía atlántica de la ciudad de Panamá marqué. El teléfono dio línea y timbró varias veces hasta que la voz inconfundible del expresidente me contestó. Le expliqué muy escuetamente que era periodista de Ecuador y que quería entrevistarlo.

– ¿Hasta cuándo te quedas?

– Hasta el sábado, abogado.

– ¡Llámame el jueves a mediodía para vernos de noche! ¡Hasta luego!

Pensé que todo había llegado hasta ahí. Había sido tan cortante que supuse que mi siguiente  llamada no tendría respuesta.

Llegó el jueves.

– Abogado, soy yo otra vez, el periodista ecuatoriano… ¿Recuerda?

– Claro, Francisco… Entonces, nos vemos esta noche, ¿te parece bien a las siete de la noche?

– ¡Claro, abogado!

– ¿Tienes con qué anotar? ¡Te doy mi dirección! ¿Cuántos vienen?

– Sí, abogado, vamos dos…

Esa inesperada invitación, tan natural, me dejó intrigado. Hasta me emocionó un poco que recordara mi nombre cuando apenas habíamos hablado una vez por teléfono.

Con la Fer, amiga y compañera de viaje, pedimos que un taxi nos recogiera a las seis de la tarde. Un Toyota Corolla amarillo nuevecito llegó, y su simpático chofer -medio panameño, medio chino- conducía a toda velocidad por pequeñas calles y bulevares sin árboles. Nos contaba orgulloso sobre las bondades de la economía de su país y de la prosperidad a raíz de que se nacionalizó el canal. En diez minutos habíamos atravesado todo el barrio chino para tomar la Cinta Costera y así llegar a Punta Paitilla, el segundo barrio más pelucón de la ciudad de Panamá, según nuestro conductor.

©Francisco Ortiz
©Francisco Ortiz

¡Llegamos muy temprano! Faltaban 40 minutos para la cita, así que resolvimos hacer tiempo en la Winston Churchill. Admiramos los imponentes rascacielos que, apiñados, decoran la Costera, y vimos a jovencitas muy delgadas ensambladas en ajustados trajes de ejercicios, guardias confinados en sus garitas de vigilancia y empleadas domésticas bien uniformadas que eran jaloneadas por perros con peinados ridículos. Entretenida nuestra espera.

Cinco para las siete. El guardia del edificio Bayside nos saluda y nos dice que pasemos al vestíbulo: “El abogado está por llegar”. Esperamos unos minutos y nos dice que podemos subir. ¡Son cuarenta y ocho pisos los que tiene encima Abdalá!, pensé mientras se encendía el botón del segundo piso. Al llegar, una desgastada puerta de madera pintada de blanco nos esperaba cerrada, mostrando la oxidada chapa como un ombligo descarriado.

Al pasar del umbral, una mujer de unos sesenta años, uniformada con su impecable delantal de tul, nos hizo pasar, y nos ubicó en una de las tres salas del piso. A lo lejos, se oyó el ¡toc, toc! de unos zapatos de suela.

Nunca imaginé sentarme frente a frente con Abdalá Bucaram. Jamás se me habría ocurrido estar en la sala de su apartamento, en Panamá, conversando de la vida, de amores y odios, de política o cantando a dúo sus inolvidables hits de candidato. Tampoco habría sospechado que los ojos de ese personaje duro y polémico, de palabra fácil y avasalladora, también son los de un hombre que se emociona casi hasta las lágrimas, sin que esa debilidad sea parte de un guión populista, como siempre fue.

Quienes recuerdan a Bucaram lo rescatan de la memoria con su voz ronca. Más que hablar, el exalcalde guayaquileño y expresidente ecuatoriano grita. ¿O gritaba? A mí se me venían a la cabeza sus estruendosos discursos, la voz agarrada de las amígdalas, como si estuviera,  haciendo gárgaras, como cuando cantaba a su público, a «la masa».

Sí, lo que más me llamó la atención fueron sus ojos: mientras hablaba de política, de Correa, de Nebot, de sí mismo, su mirada iba a parar a cualquier punto del infinito, menos sobre mí. Pero, cuando nos referíamos a sus hijos o cuando hacía un chiste sobre mujeres –algo que le sale tan natural como vivir reclamando de vuelta el sillón presidencial en Carondelet–, esos ojos se fijaban por fin en mí, como buscando que el interlocutor le aprobara.

Mirándome o no, en cada respuesta parece que ‘el Loco’ se jugara la vida.

Abogado, dígame, ¿cuáles son sus más grandes pasiones ahora?

Obviamente, como soy un hombre noctámbulo, tengo pasiones que son nocturnas. Las mujeres son, sin duda, mi primera pasión… La mujer es una manzana con sabor a pecado, digamos que yo soy hasta un poco lujurioso, porque en la mujer hay algo tan excelso que condeno que me hayan hecho hombre… Estoy seguro que después de unos dos millones de años (los hombres) no vamos a existir, porque ellas encontrarán la forma de autorreproducirse… Además, somos unos idiotas superlativos porque todo en lo que el hombre es pecado, en la mujer es virtud. Si pones a un muchacho y a una muchacha besándose bajo la lluvia, al chico se lo ve como un burro en aguacero, en cambio a la muchacha se le moja el pelo, se le corre el rímel y los pechos son de una sensualidad del carajo… Cuando un hombre llora es marica, cuando una mujer llora es ternura. Yo estoy consciente de que la mujer es un ser muy superior.

Apenas habíamos empezado a charlar cuando sentí que un alambre del sillón de tres puestos me pinchaba una nalga. Bailé sentado durante las dos horas que duró la entrevista, tratando de que no se notara mi incomodidad. El abogado, como lo llaman, pidió a sus dos empleadas domésticas que nos sirvieran unas empanadas y continuó:

Pero tengo también otras pasiones: la guitarra, por ejemplo, porque es nocturna y porque tiene cintura… La pelota de fútbol, veo una y voy tras de ella, amo los deportes, soy un adicto a ellos… Y mi cuarta pasión no es la guatita, como todos suponen, sino la lectura. Yo soy un lector empedernido y me gusta leer lo que me sirve. Me gusta estar enterado de las cosas que suceden en el mundo y le dedico mucho tiempo.

¿Qué lee?

Yo sin duda debo ser el hombre más inteligente del país, porque es obvio que yo tengo lo que no tienen los otros: diez horas de lectura diaria en los últimos 23 años. Yo tengo el tiempo que los otros no tienen para leer…  Debo tener cultivados fechas, datos, historicidad, conocimiento de civilizaciones que a lo mejor los demás no tienen. Pero es decepcionante esto de ser inteligente, porque con el tiempo descubres que tu inteligencia a ti te da capacidad, sagacidad, capacidad de análisis, de cálculo, te da muchos valores, pero toda la inteligencia del mundo no te da una lágrima, una sonrisa, ni te da piedad ni misericordia. Esos son valores de la inteligencia emocional del hombre, de los sentidos. Yo soy un poco más aristotélico, respeto y admiro todo lo dicho por Sócrates. Renato Descartes, que vivió 2 300 años después de Sócrates, sin embargo, fue un tonto al decir eso de que “pienso y luego existo”; creo que es un gran error y su duda metódica es peor. Creo que el hombre primero siente y luego piensa y luego existe, y así lo creo porque no he encontrado hasta hoy mayor fidelidad hacia un hombre que el amor de un perro, ni mayor capacidad auditiva que la del gato. A mí me ha maravillado saber que cien mil elefantes se subieron a la punta de un cerro un día antes del tsunami en la India, ellos prevenían y preveían lo que los hombres no pudieron.  

¿Sus hijos vienen a visitarlo a menudo?

Sí. Bueno, hacen lo que pueden, porque ahora un pasaje acá vale setecientos u ochocientos dólares, antes valían trescientos y era más fácil. Sin embargo, hay fechas en que siempre vienen, en mi cumpleaños, por ejemplo, que es el 4 de febrero, aunque en la partida de nacimiento dice el 20. En Navidad y Año Nuevo intentan pasar conmigo, esas dos visitas son obligatorias. En otras ocasiones también: Michelito viene unas siete ocasiones en el año; Jacobito, unas seis; Dalito, unas cuatro. Mi hija Lindita no, ella vive en Miami y nunca quiso saber nada del país. Desde que subió Correa al poder, ella me dijo: ‘Papá, ese sujeto va a destruir a la Patria”. Y eso que mi muchacha es una joven con un temperamento medio socialista, como todos nosotros.

***

Habían pasado 19 años desde la última vez que lo vi. Fue en 1996, en la Universidad Católica de Quito, cuando era candidato presidencial por el Partido Roldosista Ecuatoriano. Estaba en plena segunda vuelta electoral, a las puertas de convertirse en Presidente del Ecuador y de derrotar, nada más y nada menos, que a Jaime Nebot, líder de la derecha ecuatoriana bajo la sombra de otro expresidente, el socialcristiano León Febres Cordero.

Esta vez, lo vi más gordo y canoso. No lo recordaba tan alto…

–Pónganse cómodos, –nos dice Abdalá y, muy amable, nos da la bienvenida a su casa o, como él la llama, «mi jaula de oro». Allí estábamos enjaulados, la Fer, su cámara fotográfica y yo.

A las espaldas de Abdalá, la puerta de vaivén de la cocina se abría y se cerraba con frecuencia, pero la señora de delantal de tul, temerosa, no se animaba a interrumpir nuestra charla. Las empanadas de queso y las cocacolas nos aguardaban sobre un charol metálico, junto al pequeño altar dedicado al Barcelona Sporting Club, equipo de sus amores y del que también fue presidente cuando era jefe de Estado.

Un sobrino suyo trabaja en el gobierno, ¿no, abogado?

¡Ah! Gustavito es hijo de un hermano mío. Pero, ¡todo el mundo tiene derecho a trabajar! Aunque sé que se va a arrepentir.

¿Conoce usted a Correa?

A Rafael lo conozco desde que él era niño. Fue alumno mío dos o tres años en (el colegio) La Salle. Le decían “la muñeca”. Se jacta de que fui quien lo expulsó por primera vez de una clase. Yo daba Educación Física. Desgraciadamente, no fui profesor de Ética y moral como para darle lecciones sobre el respeto a la palabra y el don de la hombría.

Yo creía firmemente en el proyecto, porque a este muchacho lo ponían a ver dos horas diarias mis discursos. ¡Usted escucha a Correa y es una mala copia de Bucaram! Claro, este muchacho aprovechó que lo puso ahí la oligarquía ecuatoriana y, sin saber leer ni escribir, se encontró con un milagro. Claro, si no tienes ni para el bus ni trabajo seguro, no eres reconocido y eres mantenido por el señor Gustavo Noboa, por los ricos de Guayaquil, y te encuentras cien millones de dólares gritarías que es un milagro…

Yo tenía mucha confianza en el proyecto.

¿Por eso hizo un acuerdo con Correa?

Hicimos un acuerdo con Correa a fines del 2008, cuando él me pidió que no sea candidato a presidente ni a alcalde. Me convenció de que no sea candidato y dijo que si lo respaldaba en el 2009 me permitiría volver en junio. “Yo voy a resarcir la imagen de uno de mis ídolos, Abdalá Bucaram”, me dijo. ¡Caramba! Yo le entregué a Vinicio (Alvarado) todas mis propagandas para que hagan lo que Bucaram creó: el marketing, la música. Muchas personas se olvidan que antes de mí solo había gritos musicales.

En ese momento, como si un duende ebrio de José Luis Perales se apoderara de sus palabras, Abdalá toma su guitarra y empieza: “Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad…”. Luego retoma el diálogo.

Cuando salió esa canción, Nebot dijo que era una telenovela llorona y (Rodrigo) Borja, que era demagogia. Pero para el siguiente año Nebot cantaba Pantalones de acero y Borja, El Cóndor. Ahora han hecho esa que dice: «Patria, tierra saqueada…”. Entonces, es obvio que yo dejé una estela, una escuela de hacer política.

Por la publicidad, entonces también conoce a Vinicio Alvarado…

Vinicio Alvarado es de formación mía. Un gran muchacho. Era hijo de un gran amigo mío (Humberto Alvarado). Yo contrataba a su radio (Ondas Quevedeñas) para hacer temas en cada campaña presidencial. Vinicio era un muchacho de campo, quevedeño, que conmigo puso una radio, Radio Linda, en AM, que, al final del dial, no la escuchaban ni los bomberos. Pero éramos socios. En las campañas siempre estuvo cerca. Aunque no tuvo un papel protagónico, sin duda aprendió mucho de todas estas cosas de la publicidad.

¿Él le ayudó en la publicidad de sus campañas?

Yo nunca permití que nadie me maneje la publicidad: yo mismo editaba, yo mismo cantaba, yo mismo ponía las imágenes… La única ayuda importante que recibía era la de Miguel Salem, mi hermano del alma, que fue secretario de la Administración y que está aún exiliado en Panamá. Con él hicimos obras insuperables, pues yo considero que las canciones de Bucaram son insuperables. El problema es que la gente oligarca cree que se puede hacer campaña electoral en 45 días y limitando a 700 mil dólares el gasto, mientras Correa gastó 800 millones anuales en publicidad y tiene tres horas de cadenas nacionales semanales. Es una pelea injusta y cobarde, es como una pelea de tigre amarrado contra león suelto… Pero a él le funcionan estratégicamente bien las cosas, porque estando Bucaram afuera, Nebot le hace el trabajo sucio: hace una alianza con (Mauricio) Rodas y con (Paúl) Carrasco, a quienes no voy a cuestionar, porque son unos tontos, y le parten a Lasso. De esa manera, arrasa el candidato de Correa y no hay segunda vuelta. Entonces, lo que el Ecuador necesita es un candidato de izquierda, ¡que no hay porque Bucaram está acá! Podría ser Alberto Acosta, pero su problema es que es un ser enfermo de importancia e idiota. Por eso Correa me tiene celos, porque se cree el papá del pueblo, pero sabe que si ‘el Loco’ vuelve cambiarían las cosas.

A pesar de su análisis, muchas personas están convencidas en Ecuador de que su carrera política ya ha terminado, abogado…

Está bien si así lo piensan. Pero, dígame una cosa: si eso es cierto, ¿por qué le tumban a Lucio Gutiérrez por llevar a Bucaram? Si la Pichicorte fue espuria, como dicen, entonces, ¿por qué hicieron solamente lo de Bucaram y no lo de (Gustavo) Noboa y de (Alberto) Dahik? Si estoy acabado, ¿por qué el señor Correa no me deja volver al país?, ¿por qué permite que el señor Alexis Mera, siendo la carta de Nebot, invente figuras jurídicas para que no vuelva Bucaram? Pero no, Correa invita a pelear a Nebot, a Carlos Vera, a Diego Oquendo, a Jorge Ortiz, a Lasso, pero a Bucaram no, ¿y sabe por qué? ¡Porque lo parto en dos!

Pero, abogado, su partido, el PRE, ya no existe…

El PRE existe en el corazón de todo el pueblo. Mire, Alianza País no existiría sino es por el PRE. El 80% de Alianza País ha sido del PRE, hay cincuenta asambleístas de Alianza País que han sido del PRE, todos los prefectos de la Costa han sido del PRE. El PRE es la mayor fuerza política de la historia de nuestro país, que de ahí salieron Sociedad Patriótica, el PRIAN…

Correa es un estúpido si piensa en que me ganó quitándome el partido, quitándome el número, está equivocado… ¡Por favor! Él tiene para joderme la vida solo hasta marzo del 2017, porque ahí se cumplen los 20 años para que prescriban las causas.

O sea que, ¿en el 2017 lo tenemos de vuelta?

Yo creo que antes, porque voy a armar relajo. Esta elección no la van a ganar la gente de Alianza País, no digo Correa porque Correa se larga (chasquea los dedos)… Tiene al país quebrado, con una deuda impagable por más que él diga que el Ecuador es el paraíso terrenal… ¡Este animal ha subido más del 45% de aranceles a las cosas porque ha caído el precio del petróleo! Yo tuve el petróleo a 10 dólares, León lo tuvo a 10, Gutiérrez lo tuvo a 15, Alarcón lo tuvo a 13… ¡Yo con un petróleo de 50 dólares hubiera hecho diez veces la obra que ha hecho este animal!

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©Armando Cuichán

Ver eufórico a Bucaram en este punto de la entrevista le da por fin coherencia a mi memoria y enseguida evoco mil motivos para que lo hayan apodado ‘Loco’. La gente le dio su voto porque puso sus esperanzas en que solo un loco podría reivindicar sus derechos; sin embargo, en 1997 el Congreso lo destituyó, precisamente, por “loco”. Siempre me llamó la atención esa paradoja que Velasco Ibarra también usó para su beneficio, aunque a él le resultó mejor.

¿El apodo de Loco que usted ostenta, es una bendición o una maldición?

Es una bendición, y te voy a decir por qué: a los siete años a mí me decían ventarrón y cocoliso; a los diecisiete me decían terremoto; entonces, de terremoto a loco, loco es más suave, ¿no? Pero siempre fui un chico sano, nunca supe qué era una droga, siempre fui un amante del ser humano. Esto de “loco” fue una bendición. La Biblia te recuerda que llamaron loco a Pablo, a Jesús… O sea, todos los grandes hombres de la humanidad han sido calificados como locos.

Pero, ese también fue el argumento que usaron para sacarlo del poder…

Ese argumento lo construyó Alexis Mera, cuando era asesor de Romero Parducci. Y fue el mismo que dictó la providencia para que me enjuicien penalmente. Esta es una mafia que maneja Nebot. Él vive lleno de odio y yo lo entiendo, porque la gente le hacía bromas, desde el día antes de la elección (segunda vuelta electoral). La gente decía en las calles que Nebot le había dicho a su mujer: “Mijita, desde mañana te acostarás con el Presidente de la República”, y la mujer había dicho: “¡No, por favor, con Abdalá no!”. Nebot jamás superó su derrota electoral… Por eso aquí me tienen desperdiciado, un hombre inteligente, capaz, que ama a su patria, que no los odia a ellos.

¿Usted no odia a Nebot?

Cuando vuelva le daré la mano a Nebot, aunque se me borren las huellas digitales. Así soy yo, una persona que no le tiene odio a nadie. Soy un hombre feliz, porque sé que hay un mañana, y consciente, porque sé que estoy aquí por razones muy diferentes a las que me han acusado. A Correa lo tienen ahí sentado porque trabaja para la oligarquía, un hombre de extrema derecha, un hombre pro CIA, que se inventa el cuento del socialista mientras le regala a Petrochina el 60% del petróleo ecuatoriano a 10 dólares menos, saqueando el país y dejando el petróleo en California. El único socialista que yo reconozco en toda la historia es Jesús. Quizás Gandhi, quizás Mandela…

Él (Correa) dice: ‘consuma lo nacional’, mientras tanto tiene un reloj Rolex. ¡A mí me lo regalaron, él se lo compró! Usa zapatos de 500 dólares; es toda una muñeca vestido como millonario. Le pide al pueblo que no compre lo extranjero, sin embargo él compró dos aviones para poner sus posaderas. Es un tipo mitómano, a quien no le importa mentir al país. Está enfermo, pero a mí no me engaña.

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©Fernanda Proaño
©Fernanda Proaño

Bucaram vive en un barrio pelucón, bien pelucón, pero su actitud es la de un extraño visitante con un poco de suerte, es más bien sencilla, delirante. En su departamento –aparte de la ubicación y de las dos empleadas– no hay rastros de lujos ni excesos. El resorte del sillón en el que estoy sigue hincándose en mi nalga y mi humanidad se ha hundido en ese espacio envejecido.

Cuando habla del reloj Rolex que tiene en su muñeca derecha, recuerda que se trata de un regalo de su amigo Aquiles Álvarez.  Da la impresión de que se siente más orgulloso de su amigo que del reloj. También luce un anillo de oro con el escudo del Barcelona.

Luego de más de 18 años fuera del país, ¿dónde están sus amigos?

Mire, yo soy una persona cuestionada por mis amigos y familiares, por perdonar a los que me traicionan. Yo tengo mi propia filosofía, yo entiendo a los que se han ido con Correa, quienes están escondidos, asustados, porque tiene miedo a que los persigan. Yo no puedo exigir a todo el mundo que tenga mi envergadura, ni que piensen como yo. Sé plenamente que me quieren. Algunos me llaman y me dicen “Perdóname, Abdalá, perdóname”.

¿Habla con sus amigos que están en el gobierno?

Hablo con todos mis amigos, también con los que están en el gobierno. ¿Cuál es el problema? Ellos tienen que sobrevivir de alguna manera. No es lo ideal para mí, pero debo entender esto. También tengo a los amigos de siempre: Alfredo Adoum, Eduardo Asaar, Omar Quintana… Son hombres de un prestigio, de una honorabilidad e integridad únicas, a quienes les ofrecen hasta ministerios. Pero ellos los han mandado al carajo: “Yo soy de Bucaram”, dicen. Pero no todo el mundo es así. Cuando uno escoge a un amigo, querido Francisco, uno debe pensarlo dos veces, pero cuando uno abandona a un amigo para escoger a otro, uno debe pensarlo cien veces… Hay gente que por mí ha hecho muchísimo, ha luchado por mí toda la vida y ahora me ha traicionado.

¿Quién lo ha traicionado?

¡Uf… muchísimos! Pero yo llegaré y seguiré siendo amigo de ellos. Sé que están con dolor en el corazón, sé que lloran, que me aman, sé que no quieren a Correa, pero no les queda más. Fingen cariño y afecto mientras a mí me dicen: “Este es un pendejo… hablar con esta gente da asco… no hay moral, no hay dignidad, no hay honor… todo es fiesta, todo es lujuria… este tipo no tiene ni un pedazo de cuerpo de lo que tiene Bucaram”. Me lo dicen aquí, no digo los nombres porque no quiero comprometerlos. 

©Fernanda Proaño
©Fernanda Proaño

Y, ¿sigue componiendo canciones?

Claro que sí, creo que la canción que jamás nadie en la historia la superará, y que era un himno de rebeldía, era “Mi saludo para el pueblo/ tiene lágrimas del alma/ hoy lo canto desde mi suelo…”.

Bueno, yo veía a mujeres tirar sostenes desde los balcones, romperse los vestidos… Y Correa sabe que eso de “Patria, tierra saqueada…” es un adefesio… Ahora le hice una canción a él… pero no la quiero cantar.

¡Dele, abogado!, ¡que sea una primicia!

Bueno, ya, pero solo un pedacito te voy a cantar: “Los pobres estamos indignados/ porque dices que él es basura/ así mata a los pobres este marica con fortuna…”. Bueno, por ahí va la cosa.

¿Y, cuándo va a sacar el cedé?

Bueno, eso ya está grabado. Estoy solamente esperando regresar al país para acabar con este pendejo… Ese no puede conmigo, me tiene miedo, me tiene pánico, porque si este fuera un poquito hombre me dejaría pelear limpiamente en una elección.

Pero, usted parece que tiene al presidente Correa en la punta de la lengua, ¿no? Imagínese que se lo encuentra en la calle, ¿qué le diría?

Bueno, yo soy un caballero. No creo que lo insultaría. Le daría la mano y le diría que es un hombre sin palabra de honor. Mire usted que Febres Cordero era mi gran enemigo político y yo llegué a tres acuerdos políticos con él, incluido el de “la regalada gana”, como muchos de ustedes lo recordarán. Pero Febres Cordero, pese a ser mi enemigo político, cumplió los tres acuerdos como un señor. Y así le decía a Nebot: “Sé como Bucaram que es un hombre de palabra”.

***

Abdalá se muestra cansado. Son casi las 9 de la noche y con una leyenda nos advierte que la entrevista está por terminar. Quiere contarnos que, en su amplísimo tiempo de lectura, ha estudiado –según dice– las razones por las que fue destituido.

 ¿Y cuáles son, finalmente, esas razones?

Las encontré en un cuento maravilloso. No sé si lo conozcas, el de la serpiente y la luciérnaga. Ve una serpiente una luciérnaga y la persigue para comérsela pero la luciérnaga se fuga. Trepan árbol, bajan árbol, trepan planta, bajan planta, cruzan lagos, cruzan mares, una semana completa persiguiendo la serpiente de seis metros a la luciérnaga. Ya cuando la luciérnaga estaba muy cansada de escapar una semana se para y, como a veinte metros de distancia, le dice a la culebra: ‘Ya, para, detente, solo déjame hacerte tres preguntas y mátame: uno, ¿acaso yo soy parte de tu comida diaria?; dos, ¿soy una necesidad fisiológica tuya?; tres, ¿tal vez alguien de mi especie, de mi familia, de mis amigos, te ha hecho daño para pedirte perdón?’. ‘No’, responde la serpiente. ‘¿Entonces, por qué me quieres matar?’. ‘¡Porque brillas, hijueputa, porque brillas!’.

***

Al despedirnos, un Abdalá que esconde el agotamiento en sonrisas nos acompaña hasta la puerta. En el trayecto, descubre el charol olvidado con las empanadas y las cocacolas.

–¡María!

Su voz retumba de enojo al ver la comida intacta. Se disculpa, nos pide que nos la sirvamos…

–No se preocupe abogado –le digo-, la señora nos vio ocupados y prefirió no molestar… De todas maneras, gracias por las empanadas y por recibirnos.

Salimos de la jaula de oro y, mientras esperamos que se abra el ascensor, del otro lado de la vieja puerta blanca queda la posibilidad de un decreto, aunque ahora ya solo sea puertas adentro:

–¡Maríaaaaaaa!

 

29 COMENTARIOS

  1. Si una mala copia de este tipo tiene al país en una situación calamitosa, imagínense lo que haría el original…. Dios nos libre de semejante situación…. que siga no más por allá…. se le ve más bonito.

  2. Hay que reconocer que él fue el primero en cantar, bailar y hablar de pelucones!
    Felicitaciones, buena entrevista!

  3. Excelente entrevista a un líder y político ecuatoriano que ha marcado un hito en la historia de nuestra Patria; lamentablemente, es imposible conocer la valía del ser humano y sus sentimientos, de lo que verdaderamente es Abdalá, en dos horas de diálogo; un hombre tantas veces calumniado y miles de veces difamado por los poderes fácticos, porque jamás se ha sometido a sus intereses.

  4. Felicitaciones a quienes tuvieron la idea de hacer esta entrevista. Bucaram sin duda fue, es y será un personaje cuestionado. Curiosamente lo destituyeron por «loco» y claro, era «el loco que ama».
    Y ¿qué diremos ahora que estamos no digo gobernados, digo sojuzgados por «el loco que odia» ?

  5. ¡Excelente entrevista! Muestras todo el ambiente que te hace ver fotogramas a cada momento. Extraordinario material multimedia. Sigan con esto, mis respetos por un trabajo bien hecho.
    Saludos

  6. Lo que si es notable que el Gran Jurista el Dr Miguel Macias Hurtado al estar en su consultorio ha muchos años , le consulte su opinión sobre la destitucion de mi amigo de Barrio Abdala Bucaram Ortiz , y me dijo la figura de Loco no consta en la Ley electoral de entonces , nada al respecto se la Inventaron los cobardes , para destituirlo, por lo cual fue un Vil golpe de Estado y nada mas .

  7. Muy Buena entrevista … saludos a Abdala Bucaram definitivamente uno de los personajes de la historia del Ecuador que nunca se olvidara por varios motivos ..buenos o malos pero marco una tendencia por que todos sus proyectos o planes de una u otra manera de desarrollaron…. felicidades a el periodista por tan inteligente trabajo ….

  8. si regresa TENDRA QUE PAGAR IMPUESTOS, no seguirá como Nebot, escondiendo lo robado en el Paraiso Fiscal de Panama. Es un cadaver político junto Pinocho Gutierrez, este tipo de políticos que nos llevo a tocar fondo al país, NO tendrá éxito otra vez, el pueblo ha madurado y no queremos que Jacobito comience llevándose otro Primer millon de dólares de la aduanas

  9. No hay mucha diferencia entre los dos la corrupcion de los dos es igual y quiza, quiza era mas corrupto que que el actual dictador. No necesitamos de ladrones que nos opriman y nos roben lo poco que nos queda.

  10. Excelente entrevista muy amplia lo felicito recuerdo a abdala en una multitudinaria concentración en esmeraldas. Cruzó a la tarima aupado en las manos alzadas de la gente. Una actitud muy valiente porque cualquiera pudo haberlo herido con un arma cortopunzante pero la gente lo amaba

  11. Abdala Bucaram es un icono en la politica ecuatoriana
    Su preparacion constante hacen de el un ser humano excepcional
    Hay que tratarlo para juzgarlo
    Buena entrevista felicitaciones

  12. Algunos dicen:»Qué siga no más por allá «, si fuera que hubieran perseguido a alguien de su familia a ver si les gustaría, el Ecuador se ha convertido en un país donde la justicia no sólo es una burla sino en un lugar donde nadie le importa el derecho de cualquiera a tener un debido proceso y más bien se recibe sorna y burla. Por eso seguirá siendo un país salado y perdedor…

  13. Que buena entrevista, de principio a fin no pare de leerla que genial. Todo un personaje Bucaram genio y figura hasta la sepultura.

  14. Es is era siempre mi ídolo como mi para mi es mi hermano Ign: Patricio Altamirano Obando un admirador de Andalucía Bucaram,el nunca te traicionó Abdulaziz el hasta la canción tiene de llamado en su teléfono y mi familia y todos te queremos un personaje un Seňor,soy una humilde trabajadora que me fui de a de imigrante a España y trae mi dinero y este desgraciado no nos va a quitar nada viva Abdala .

  15. Cásate pues con el rata este… ja ja ja que asco de escuchar a ese viejo marica, demagogo y repugnante… no no no, este que venga y lo linchamos al tiro por puto…!!!

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