1º de Mayo, hacia la transición

La Barra Espaciadora / @EspaciadoraBar

La marcha de este 1º de Mayo, en Quito, estuvo signada por el tiempo de transición política que vive Ecuador. Varias consignas durante el trayecto aludieron a los últimos escándalos de corrupción en los que se han involucrado funcionarios del gobierno de Rafael Correa, quien entregará la banda presidencial este mes a su sucesor, Lenín Moreno.

Uno de los momentos distintivos de esta jornada fue el homenaje que los marchantes rindieron a los miembros de la Comisión Anticorrupción, quienes hace poco fueron sometidos a juicio por parte del contralor general del Estado, Carlos Pólit, sentenciados a prisión y a pagos de 100 000 dólares cada uno, y enseguida ‘perdonados’, en un acto que a la luz pública lució ridículo. En la concentración coincidieron solidariamente con los miembros de la Comisión algunos otros personajes que han sido agredidos por el gobierno del presidente saliente. Uno de ellos fue el cantautor Jaime Guevara, quien fue acusado de ser drogadicto, alcohólico y retado a los puños por el mismo Primer Mandatario luego de que el artista popular le mostrara su dedo medio y una ‘yuca’ mientras Correa atravesaba en su caravana oficial el legendario barrio donde hasta hace pocos meses vivió ‘El Chamo’. Correa dio por cerrado el episodio luego de una disculpa a medias que también lució ridícula y que provocó que Guevara le compusiera El yucazo del adiós, una tonada a ritmo de corrido mexicano.

«Nos defendemos con la palabra y con lo que sea, por esa razón estamos aquí en el 1º de Mayo», dijo Ney Barrionuevo Silva, escritor de una veintena de libros que apoyó en 2006 la candidatura de León Roldós a la Presidencia de la República y que ha militado en el ya desgastado Movimiento Popular Democrático (MPD), aniquilado por el oficialismo. Barrionuevo también salió a las calles quiteñas este lunes recordando a los mártires de Chicago de 1886, 131 años después, en Quito. Pero con él, muchos otros jubilados, médicos, mujeres, artistas, feministas, sindicalistas, movimientos ecologistas, servidores públicos, pensionistas, trabajadores de la construcción y miles de obreros que no militan en ningún partido político se unieron a la marcha. «Por la dignidad de los luchadores y luchadoras sociales que han sido criminalizados», rezaba una de las consignas. Otras rechazaban las concesiones mineras y la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, algunas más exigían mayor atención a la violencia de género y respeto a las libertades sexuales. 

Aunque no hubo incidentes, sí se reportaron 12 detenidos, en la Plaza de Santo Domingo y en la intersección entre las calles Guayaquil y Bolívar, en el Centro Histórico de Quito. Según la Policía, las aprehensiones se dieron debido a agresiones por parte de los manifestantes en contra de los gendarmes, y al supuesto porte de bombas molotov.

Las preguntas arañaron el aire de la tarde quiteña, antes de que se desatara el aguacero: ¿Será la transición política que se avecina la oportunidad de superar los escollos que los trabajadores identifican en su relación con el Estado? ¿O acaso no habrá una transición real, sino más de lo mismo?



CRÉDITOS:

Fotos: @johis Alarkón @Juan Iza @Karen Toro @Walker Vizcarra @Vicho Gaibor @Billy Navarrete

Edición: Edu León