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Una imagen captada durante la primera jornada de manifestaciones, en Quito, el pasado 3 de octubre, se volvió viral. Dijeron que se trató del «primer muerto» durante estas protestas, pero eso era mentira. «Mi trabajo empezó desde tempranas horas –relata el estudiante y fotorreportero Esteban Quiroz, autor de la fotografía–, los puntos de encuentro fueron la Universidad Central del Ecuador y el Centro Histórico. Me uní a la manifestación a la altura del edificio Benalcazar 1 000, avanzamos con un grupo de personas hasta el centro y la concentración de la manifestación fue en las calles Guayaquil y Olmedo. Entre los manifestantes se encontraban jóvenes universitarios, movimientos políticos y también periodistas y fotógrafos para quienes su único objetivo era registrar lo que en ese momento estaba ocurriendo».

Al mediodía, cuando los manifestantes estaban cerca de la Clínica Mosquera, una arremetida de los agentes policiales contra los civiles llamó la atención de Esteban. Él levantó su cámara y comenzó a disparar fotos. «Pude observar cómo a tres hombres les cercaron los policías tratando de llevarles presos. A uno de ellos, por querer escapar, un uniformado lo agarró de la espalda. El señor cayó al piso por la fuerza ejercida y porque el piso estaba mojado. Tuvo un impacto fuerte contra el suelo ya que cayó de espaldas, así que mientras el señor permaneció en el suelo, los uniformados aprovecharon pateándolo y dándole toletazos hasta dejarlo semiinconsciente». Ese fue el momento en el que Esteban Quiroz captó una imagen que horas más tarde se viralizó en redes sociales. La misma imagen que acompaña estas líneas. Él vio también cómo luego de unos minutos, otros agentes y varios civiles auxiliaron a esta persona. Él mismo quiso ayudar, pero al intentarlo también recibió golpes y toletazos. «Además, a propósito intentaron destruir mi cámara».

Cuando Esteban subió la imagen a su cuenta de Facebook recibió reacciones inmediatas. En tres horas la foto se hizo viral, pero, por la noche, la imagen que se difundió por internet llevaba consigo el mensaje de que quien aparecía en ella, tendido sobre el suelo mojado, con una bandera ecuatoriana sobre su pecho, había fallecido víctima de la represión policial. «Se me salió de las manos el mal uso que le dieron a la imagen –se lamenta Esteban–, las personas subían y compartían la foto como si el hombre hubiera muerto».

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Un ciudadano, cuya identidad protegemos, fue fotografiado luego de haber resbalado durante las protestas en Quito, el pasado 3 de octubre. La imagen circuló en redes sociales como si el ciudadano en el suelo hubiera sido asesinado durante las manifestaciones. Foto: Esteban Quiroz.

Minutos antes de que Esteban captara este episodio, un grupo de agentes antimotines de la Unidad de Mantenimiento del Orden de la Policía Nacional (UMO) atacó a miembros de la prensa, los golpearon en el piso a punta de toletes y puntapiés, mientras desde los balcones de las casas del vecindario la gente gritaba: “¡No tienen ningún derecho de reaccionar de esa manera!”.

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Foto: Esteban Quiroz.

Esteban vio cómo muchos vecinos trataron de ayudar a los periodistas y de separar a los agentes que estaban agrediéndoles. Recuerda, por ejemplo, a Santiago Fernández, del diario La Hora, siendo víctima del abuso del poder ejercido por los policías. «Yo pude presenciar cómo directamente le echaron gas pimienta en los ojos, y al periodista de El Comercio [Julio Estrella] lo patearon y por varios segundos estuvo en el piso», cuenta.

En la noche al llegar a casa y editar el material de su trabajo, Esteban escogió las que creyó sus mejores fotografías. «Las de mayor significado para mí», explica. Una de ellas fue la imagen de la persona que yacía en el suelo, que llevaba en su mano izquierda sujeta la bandera tricolor, y que mostraba al fondo a un grupo de policías dándole la espalda. Entre ellos, un civil en motocicleta fotografiaba con su celular al hombre en el suelo.

Las violentas medidas represivas que implementa el gobierno de Lenín Moreno –a través de la fuerza pública– para contrarrestar las protestas que se multiplican en todo el país, desde el 3 de octubre, dan pie para que varias facciones militantes del movimiento Revolución Ciudadana y otros grupos políticos afines usen indiscriminadamente las redes sociales para crear confusión y para desinformar.

Esteban Quiroz dice que la intención de publicar esa fotografía «era mostrar que la represión policial existe y que no se limita a ejercer la fuerza que se permite en estos casos, sino que va más allá sin importar las consecuencias». Sin embargo, su imagen fue usada para propósitos políticos. Cientos de tuits y posts en redes sociales con contenidos falsos son materia prima para ejércitos de trolls, tanto de partidarios del oficialismo como de militantes de la oposición al gobierno de Moreno. La miserable guerra de mentiras en internet amenaza con tomarse los espacios de opinión en medio de la crisis política que vive Ecuador, luego de que el gobierno decretara un paquete de medidas económicas que, de acuerdo con la versión oficial, tenderían a rescatar al país de una posible recesión.

Mientras las autoridades hacen malabares para convencer a la población ecuatoriana de que eso es cierto, mientras sus opositores hambrientos de poder recurren a las más bajas artimañas para embarrar a su enemigo, en las calles la gente se hunde en la confusión y en la incertidumbre y se convierte en la carne de cañón que alimenta a su clase dirigente. Como siempre.


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