Aunque el femicidio se implementó en el Código Orgánico Integral Penal hace cuatro años, entre 2015 y 2016 solo el 41% de los casos reportados como femicidio recibieron una condena. Sin embargo, incluso si estos casos reciben una condena, esta no siempre es por el delito de femicidio. De hecho, solo el 62% de los casos son condenados bajo esta figura penal, el resto, reciben condenas por asesinato, homicidio o incluso violación con muerte.
Margarita Carranco, subdirectora nacional de Género del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), y Santiago Ipial, técnico de Género del CNJ, explican este fenómeno y cómo se ha implementado la Ley.
Hace cuatro años que el COIP está vigente. Sin embargo, todavía hay muchos abogados que prefieren presentar su caso como asesinato. ¿Por qué?
Margarita:
Santiago:
La implementación del femicidio en el COIP, ¿ha ayudado a reducir el número de casos de este delito?
Santiago:
Las cifras nos muestran que menos del 50% de los casos de femicidio reportado tienen una condena. ¿Por qué es tan bajo el porcentaje?
Santiago:
¿Qué tipo de evidencia se necesita para probar un femicidio?
Santiago:
¿Qué se puede hacer para reducir estos delitos?
Margarita:
Entrevista con María Amelia Viteri
El femicidio, como la máxima expresión de violencia contra la mujer, es un fenómeno que está determinado por estereotipos de género y de pareja que están enraizados en la sociedad ecuatoriana. María Amelia Viteri, antropóloga experta en género, explica cuáles son estos estereotipos, cómo funcionan y qué se puede hacer para mitigar la violencia contra la mujer.
Muchas de las mujeres que son víctimas de violencia no se atreven a denunciarlo y se mantienen en silencio. ¿Por qué?
También tenemos el otro lado: en 7 de cada 10 casos, el móvil son los celos. ¿Qué está por detrás?
¿Cómo influencia el factor económico en la violencia intrafamiliar?
¿Qué se puede hacer para cambiar la mentalidad del agresor?
Pero, ¿qué pasa con los niños que crecieron en medio de una familia violenta?