Por Xipali Santillán / @xipali
Dos mil millones de dólares en ingresos reportaron el año pasado las 3 851 empresas de servicios de citas en línea y emparejamiento basadas en los Estados Unidos, con un crecimiento anual del 4,8%, y generaron empleo a poco más de 7 600 personas. Entre las empresas que conforman este sector se pueden encontrar desde proveedoras de software de citas, aplicaciones móviles, servicios de emparejamiento (matching), servicios de citas y agencias matrimoniales, etcétera. Entre el 20 y el 22 de enero se celebra en Las Vegas una entrega más del IDate, los premios de la industria de citas online y emparejamiento, con categorías como Mejor Web de Citas, Mejor Preparador de Citas, Mejor Diseño de Sitios de Citas, Empresa más Innovadora, Mejor Nueva Tecnología, Mejor Sistema de Pago, Mejor Programa de Afiliados, Mejor Campaña de Marketing, Mejor Sitio de Citas Llegar y Adquirir, Mejor Sitio Sectorial de Citas, Premio al logro de por vida y el Best Dating Coach.
Sin embargo, del otro lado del charco, Londres veía al gigante Cupid.com caer sus acciones un 26 por ciento, dicen, por su incapacidad de adaptación a los nuevos hábitos de los clientes alrededor del planeta. En cualquier caso, las perspectivas de crecimiento de esta industria van emparejadas con la penetración del internet, que parece ser inagotable, con un repunte en festividades como Navidad, fin de año, San Valentín… A escala mundial se calcula que este tipo de empresas generó más de cuatro billones de dólares, luego de hacer inversiones importantes para ser cada vez más interesantes para los usuarios (aunque aún sobrevivan empresas cuyos modelos de negocio parecen haber sido diseñados por Pávlov).
Iván Petróvich Pávlov (1849-1936), recordemos, es uno de los científicos leyenda cuya fama se debe a la teoría del reflejo condicionado que postula: «cuando dos cosas suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá la otra a la mente». Para sostener su planteamiento realizó el ya clásico experimento en el que provocaba un sonido específico (unos dicen un metrónomo, otros una campanilla) segundos antes de alimentar a un perro, asociando la idea de comida con aquel particular sonido. Tras varios intentos logró que el perro salivara con solo escuchar el sonido, es decir, sin la presencia de la comida. En 1920 otros científicos pusieron en práctica el mismo concepto con un bebé de nueve meses, provocándole pánico a todo animal peludo.
Estas empresas aseguran aplicar una serie de complejos algoritmos que, sobre la base de la información provista por el cliente, otorgaría un toque de ciencia a la atávica búsqueda de la pareja ideal. Y allí está, precisamente, el problema: la veracidad de la información con la que pueden trabajar estas firmas. La gente entrega la información que quiere mostrar, o lo que se puede mostrar a través de una pantalla. En el 2012 un estudio dirigido por el Profesor Asociado de Psicología Social de la Universidad de Northwestern, Eli Finkel, indagó acerca de la veracidad de los sitios web que aseguraban usar algoritmos basados en ciencia para emparejar almas gemelas. Para tal fin se revisaron más de cuatrocientos estudios psicológicos, en sitios como Match.com, OKCupid.com, Kizmeet, WooMe, Scientifichmatch, Zoosz, Badoo, y las secciones de encuentros de sitios no especializados como Craiglist, Facebook, WOW y otros sitios especializados en infidelidades. Sus conclusiones apuntan a que el estigma acerca de estos sitios ha ido desapareciendo, no es más el destino de personas con bajas habilidades sociales o de timidez patológica. Desde 1997 al 2000, calcularon que 1 de cada 5 relaciones analizadas comenzaron en línea. El impacto de esta investigación es innegable, pues el discurso de un servicio basado en ciencia ha pasado al olvido en los últimos años.
En febrero del año pasado asumí, una vez más, la fragilidad de mi condición amorosa: free lance, viajero empedernido, papá soltero de viernes a domingo. Así que concluí que no podría conseguir pareja fuera de mis (innumerables) espacios de trabajo, algo que me resultaba una mala idea de partida. Con San Valentín a dos pasos, me inscribí en dos o tres plataformas. Concerté una cita con una chica impresionantemente guapa, al punto que me pregunté cómo diablos no consigue pareja. No pasaron ni treinta minutos y se develó homofóbica y clasista, entonces la dejé de escuchar. No era para mí. Conocí luego a otra chica: atractiva, inteligente, vegana, melómana, pero no pude más. Permanecer en esas redes sociales exigía de mí una cierta capacidad de desdoblamiento para revisar catálogos interminables de caras y sonrisas, como si se tratara de alguna mercancía pronta a ser adquirida. El detalle que dinamitó mi salida de esas redes (en sentido literal y figurado) fue el trato que dan a sus suscriptores. En Match.com incluso pagué un dinero para navegar cómodamente entre los perfiles que conocí. Al rato entendí que si bien podía ver los mensajes que las usuarias me enviaban, ellas tendrían a su vez que pagar para acceder a mis respuestas.
Un año después, para escribir este artículo me reinscribí en varias plataformas, para ver cómo van las cosas, fanfarroneando en cierta medida pues estaba fuera de mi ciudad, así que cualquier cita habría sido improbable. En todo caso, ingresé a Mobifriends.com, plataforma con un estupendo sistema de búsqueda, un servicio al cliente dedicado y eficiente, donde conocí a una persona con una personalidad estrepitosa. Como dar con una aguja en un pajar. En OKCupid simplemente no se puede ingresar, aparecen reiterados anuncios de problemas técnicos. Mejoramor.com es insólitamente arcaico, no me aceptaron argumentando que mis fotos no eran mías, o algo así. POF.com, elegido en el IDate 2014 como el mejor sitio de la industria funcionó bien hasta que se me pidió “ascender” para ver los perfiles de las personas que querían conocerme, aunque estos perfiles eran visibles gratuitamente de todas maneras; su sistema de búsqueda avanzada nunca funcionó, mientras sus varios test de compatibilidad me provocaron vértigo de solo verlos. Badoo.com por su parte es el imperio de la imagen, la facilidad de uso y del esquema de Pávlov en pleno funcionamiento.
Unos más otros menos, el esquema de operación de estos sitios se fundamenta en el estímulo: la promesa de acceder a miles de personas declarando a los cuatro vientos que quieren conocer a otras personas en iguales condiciones. Algunas empresas apuestan por mostrarte publicidad a cada instante, otros te animan a entrar a esos perfiles (algunos lo harán salivando, seguramente) para entonces mostrarte barreras que se desatan trabajando gratuitamente para ellos, o comprando beneficios. Si quieres ver las fotos, si quieres leer sus mensajes, ver quien te visita, mejorar tu visibilidad, navegar anónimamente por los perfiles, enviarle una imagen animada que se cae de absurda: haga tal cosa y/o pague
Mi experiencia con Mobifriends.com y Pof.es fue todo lo contrario, me sentí, como usuario, tratado con respeto.
El primer mensaje que recibí de una de estas plataformas fue la clásica estafa de aquellas que circulan por décadas en internet, del tipo: “soy una princesa que necesita cuatro mil dólares para sacar mis diamantes del monte de piedad, con tu ayuda los recupero y te devolveré con intereses y diamantes”. De cara a este artículo, pregunté a varias personas acerca de su experiencia. Obtuve solo cinco respuestas. La primera, de una señora de cincuenta años que señaló no haber entendido la pregunta pero que de todas formas me pedía que me ubique, “porque estas tratando con una dama y xsi acaso no me confundas tus preguntas ni con las personas como tu ok”. Acto seguido aclaré mi pregunte y anticipé mis disculpas. Otra respuesta, inesperada también (34 años), fue: “pues la verdad hay de todo, locos sexuales, muchos”. Entonces entendí plenamente a la mujer de la primera respuesta, no entendió la pregunta y, para cortar por lo sano, asumió que se trataba de otro loco sexual, supongo. Maca (31 años), otra usuaria de pof.com, comentó que simplemente no dispone del tiempo necesario para conocer a una persona, que en este proceso ha tenido buenos y malos momentos, y señalaba a pof.com como el sitio en el que ha encontrado más gente seria y acorde a sus expectativas.
Felizmente pude entablar una conversación larga con una agradable usuaria de pof.com, quiero enfatizar: alguien que de entrada no me etiquetó de maniático sexual. Diremos que se llama Dora, como la exploradora (40 años). Le hice la misma consulta: ¿cuál ha sido su experiencia con estas plataformas? Dora me explicaba que empezó por curiosidad pero sin ingenuidad, partía de asumir que puede ser imposible dar con una pareja a través de aquel sistema, pues no se puede saber con quién estás tratando detrás de la pantalla del computador. Ella entendía que una cosa es escuchar palabras bonitas y creíbles, que hasta te pueden convencer, pero que nada te prepara completamente al momento de conocerse en persona, por más que tomes todas las medidas de seguridad que consideres necesarias. Más de una vez algún usuario le había pedido fotografías sensuales, abiertamente sexuales o fetichistas: imágenes de su ropa interior, de su habitación, de sus pies, etc. Medir entonces el momento de conocerse cara a cara es una estrategia delicada y potencialmente peligrosa. Sin embargo, Dora la Exploradora se mostró contenta con su experiencia, pues allí conoció en línea a un caballero con el que lleva más de un año tratándose, con quien ha disfrutado algunos fines de semana juntos.
Mientras charlaba con Dora me abandoné en estos sitios web en los que literalmente podría pasar el día entero. Allí encontré a la tendera que vende cerca de casa y que está muy linda; a una amiga que vivía en la casa de al lado y que era algo así como un hada madrina para los muchachos del pasaje; di también con una periodista que me presentaron semanas antes y hallé más caras conocidas cuyos nombres no recordé. Viendo que mi posición en el ranking no se movía, empecé a curiosear los perfiles masculinos, y obvio, era imposible competir contra Rambo, Rocky, Cobra, Van Damme, o Tom Cruise del Guasmo. Asumí que a mis casi cuarenta años no tenía la más mínima posibilidad de atraer la atención de alguna damita. No obstante, siempre pica algo en el anzuelo, era inevitable.
Como el perro de Pávlov, puse al frente las imágenes de dos perfiles que me estremecieron profundamente, y automáticamente me latió el corazón esperanzado. En algún punto, tener el sitio web abierto quizá aceleraría los latidos de mi corazón, como un reflejo condicionado, aprendido. Era una jovencita de ticinco años y con una sonrisa que podría considerarse un arma de reconstrucción masiva. Le escribí un sentido texto que nunca tendrá respuesta, lo sabía, pues cerraría el perfil antes que ella fuera capaz de leerlo. En pof.com, ‘Mery’ (40 años) resumió su experiencia anticipando ser novata en este tipo de sistemas, donde se ha encontrado con pocas personas que han valido la pena. A su parecer abundan aquellos que se limitan a admirar y dejarse llevar por la belleza, sin siquiera imaginar cuáles serán los sentimientos y cualidades de la persona que está tras la pantalla. Aunque Mery está consciente de que estas plataformas pueden llegar a ser peligrosas, las ve como una herramienta positiva. Todo depende del uso que se dé -me dice-, siempre y cuando no se pierda de vista que del otro lado puede estar una persona peligrosa.
En Mobifriends.com entablé una conversación con la versión venezolana de Fiona (35 años), quien se presenta de esta forma: “Transparencia… quiero conocer personas transparentes, sin mentiras, ni errores ortográficos, sin dramas depresivos, sin envidia, sin chismes; alguien sin copias y pegas, ni dobles caras. Solo busco transparencia. Quiero aclarar que no soy mascota, comida, hija, mami de nadie; con esto me refiero que no soy bombón, ni cachorrita, ni gatica, ni pastelito, ni bebé, ni nene, ni nena, ni mami, ni mamacita, chocolatito o caramelito… existen adjetivos más bonitos”. En ese punto le estaba aplaudiendo de pie y con lágrimas en los ojos. Cerraba su presentación con un: “No creo en príncipes azules, no soy Blancanieves ni tengo siete enanos; ni soy Cenicienta ni Rapunzel, menos la bella durmiente. Soy Fiona y como ella, me quedo con el ogro… creo en sapos verdes con verrugas. Quiero un Sir Sapo Azul”. ¡Aplausos y más aplausos para Fiona!
Ensayé un sistema de clasificación de usuarias, a modo de tribus urbanas: la más evidente, sin duda alguna, es la tribu disortográfica-disgráfico-disléxica, caracterizada por el más puro abandono a la hora de escribir. Otra tribu la conformarían aquellas amazonas de carácter fuerte, enérgicas, directas, de sinceridad brutal. Una tercera tribu urbana la conformaría el infaltable team del despecho, la depresión y la traición; en otro, perfiles de mujeres rudas, casi groseras, con perfiles abiertamente amenazantes; no faltaría el equipo narcisista, con docenas de fotografías de revista que te hace pensar: ¡esta mujer sale a la calle y paraliza el tráfico! No faltaría el equipo de mujeres que pasan solo para ver qué pasa; y el equipo inclasificable: personas que utilizan completa o parcialmente fotografías de otras personas para presentarse a sí mismas. Este último grupo me provocó un golpe en el alma. ¿Qué debe suceder en la vida de una persona para presentarse bajo la imagen de otra?, lo consideré un gesto de despersonalización pavoroso, deshumanizante. Los perfiles de los hombres no se pueden ver, para lograrlo habría sido necesario crear un perfil falso.
Me alegró conocer a Dora La Exploradora. Me sentó bien escribir un poema a una jovencita que nunca lo leerá. Me inspiró profundamente el perfil de Fiona. Veo un futuro prometedor para la industria de la soledad y (a ratos) del amor, pues va acorde a los tiempos; acorta distancias; supera barreras sociales, lingüísticas o culturales; abre la posibilidad de conocer a personas que de otra forma sería imposible. Además, calculo que la seguridad de los sitios se incrementará con el paso de los años. Basta mencionar la buena impresión que me dio la gerencia de Mobifriends.com, que me escribió a pocas horas de circular mi pregunta a algunas de sus usuarias para preparar este artículo, informándome que fui reportado por un comportamiento sospechoso.
En cualquier caso, los elementos están dispuestos para que esta industria siga creciendo, por lo menos hasta que alguien cree una plataforma para provocar masivamente estos encuentros cara a cara, alguien dará con la fórmula, digo yo, para que las personas bajen sus barreras y temores y se animen a conversar con quienes están a su alrededor. Esta industria de la soledad subsistirá hasta que dejemos de sentirnos solos, o quizá, hasta que caigamos en cuenta que nunca lo estuvimos.
Si te interesa entrar a este mundo, te animo a revisar este post: https://www.fayerwayer.com/2013/02/amor-e-internet-tres-formas-de-conocer-a-tu-media-naranja-en-la-red/, una guía muy completa acerca de los servicios de citas y emparejamiento online.
¿Preguntas qué le escribí a la jovencita aquella?, esto:
“No se lo digas a nadie: te he visto antes, o al menos eso creo. Tu voz, esa particular voz la imaginé agotando soledades. No tengo vergüenza, sino asombro, ¿he sentido esto antes? Puede ser que el azar dictó que transite el umbral de la misma puerta donde dejaste llover tu presencia, o quizá descansamos nuestros cuerpos en la misma piedra volcánica de plaza quiteña. Te miro y te nostalgio como tarde que nunca fue y sigue siendo, recordando que nacimos con un cierto desfase de tiempo, en este tiempo genuinamente cargado de desencuentros.
Veo tu sonrisa y sus cuencos de calidez en las mejillas. Veo tu cabello ensortijado capturando trazas de un sol ecuatorial religiosamente generoso. Veo tus dedos finos desdoblando el espacio. Sentada en loto, sonriendo, empujando los días hacia el desfiladero de la alegría, con cerveza en mano y horizonte marino deshojándose. El sonido de tu sonrisa, ¿será enérgico?, ¿será coqueto?, ¿será caricia contagiosa?
Te veo a los pies de San Francisco, con la mirada dibujando nubes, sosteniendo una rosa con la punta de los dedos, rosa que me habría gustado habértela regalado. Vos, en esta ciudad que nunca se cansa de albergar esperanzas, en la misma escalera donde imagino que imaginas que valdría la pena saber quién es el bicho raro este que te escribe y te describe capturado por el poder de tu sonrisa. Me despido —valientísimo— tras esta ventana de cristal desde la que te miro en silencio, sin perder el aliento, ni la compostura”.
En el Censo del 2010, se reportaron 1’544.592 ecuatorianos solteros y solteras, de entre estas últimas, 350.000 madres solteras. No existen datos de padres solteros.
La revista Semana.ec, reporta que en Ecuador existen 33 establecimientos dedicados a emparejamiento y citas, empleando a 121 personas y generando 33.000 dólares por la prestación de sus servicios, durante el 2009.
El sitio mimediamanzana.pe alcanzó los 55.000 usuarios a los seis meses de funcionamiento. En una entrevista a la Gestion.pe, su gerente decía que: “El 60% de nuestros usuarios son profesionales activos, personas que no tienen mucho tiempo para salir y conocer personas fuera de su círculo de amigos. En el Perú existe una demanda real por encontrar el amor por esta parte de la población y los medios tradicionales para hacerlo (amigos de mis amigos, salir a una discoteca, compañeros de trabajo, etc.) funcionan muy bien cuando tienes 25 años, pero no son tan efectivos para encontrar una pareja seria cuando tienes 30, 35 o 45 años”.
excelente articulo… podríamos decir que el medio virtual del Internet es como una selva amazónica donde no hay carencia de nada , y donde podemos encontrar hasta lo que no esperamos encontrar… gracias por la mención…
Gracias Fiona por permitir compartir un poco de tu vida. Gente como vos permite sostener la esperanza en el ser humano.
HOLA BUENAS TARDES MUY BONITO TU ARTICULO Y MUY IMPORTANTE PARA TODOS QUE SEPAN LO QUE SUCEDE ATRAVEZ DE ESTAS PAGINAS, YA QUE SIEMPRE NO SABEMOS QUIENES O CON QUIENES TRATAMOS ATRAVEZ DE ELLAS.POR LO CONSIGUIENTE LAS PERSONAS DEBEN SABER ESTO ANTES DE ACEPTAR UNA CITA. Y QUE ESTO ES COMO CUANDO VENDES ALGO POR CATALOGO, TE GUSTA LO PIDES, LUEGO TE LO TRAEN Y SI NO TE GUSTAS LO TIRAS, ENTONCES COMO DICEN NO ES COMO CONOCERSE MUCHO TIEMPO Y PERSONALMENTE SABER QUIEN ES. QUE PASEN BIEN Y MUCHOS EXITOS FELICITACIONES
Gracias Margarita por tu opinión. Espero de corazón que todos quienes habitan esas plataformas, efectivamente encuentren lo que están buscando. Saludos.
You really make it apaper really easy along with your presentation however I in finding this matter to be really something that I believe I’d by no means understand. It seems too complex and very huge for me. I’m looking ahead for your next post, I’ll try to get the cling of it!